El diputado que casi fue sacerdote

Estuvo a punto de entrar al seminario cuando cursaba segundo año de la facultad. El tema del celibato lo hizo cambiar de parecer. Abrazó la política. La vida le quitó a su hijo menor y a su esposa en un accidente hace diez años. Dice que el hecho de haberse salvado él y su hija fue un mandato que Dios les encomendó.

Actualmente ocupa una banca en la legislatura provincial por el Frente para la Victoria en representación de los habitantes de Santa Lucía. A los   sacerdotes que llegan al departamento les dice lo mismo: “trabajamos por la misma gente, solo que ustedes les llaman feligreses y yo electores”.

Javier Ruiz Álvarez estuvo   a punto de ingresar al seminario en la provincia de Córdoba pero el hecho de  no estar seguro si podría cumplir con el celibato lo llevó a desistir. Consideró que para ser un mal sacerdote era preferible quedarse fuera y ayudar desde el laicado. Sin embargo no todo ha sido fácil y ese año como preseminarista lo preparó para lo que vendría después. Hace diez años viajó a Mendoza en auto junto a su esposa y  sus hijos. El destino le jugó una mala pasada. Un accidente les arrebató a su esposa y a su hijo, en ese momento muy chico.

Javier Ruiz – Diputado provincial y expreseminarista
“No ingresé al seminario porque no sabía si iba a cumplir con el celibato”

-¿Cómo es el llamado que hace Dios a la vocación sacerdotal?
-Esto es algo muy especial que en algún momento de la vida hombre y mujeres lo pueden tener. Algunos se sienten con la posibilidad de llegar a algún convento o alguna parroquia, conversar con algún sacerdote como guía espiritual y está decisión de participar y ver cómo es esta historia desde dentro de la Iglesia o tomar otra posición.

-¿Cuál fue su caso?
-Cuando estaba en segundo año de la facultad, sentí este llamado y a través de un director espiritual que tenía en ese momento hizo que me acercara a los franciscanos argentinos que estaban en la provincia de Córdoba cuando cursaba.

-¿Qué siguió?
-Durante un año se planificaron actividades en las cuales se hacen evaluaciones de distinto tipo, psicológico, físico, espiritual y le permiten a uno seguir teniendo contacto puertas afuera del convento. Pasado ese año, jóvenes de distintos puntos del país iban haciendo este trabajo, teníamos reuniones cada dos meses en la cual nos juntábamos todos los que participábamos de este preseminario.

-¿Cuál fue el resultado?
-Al cabo de un año quedamos seleccionados cinco, entre los cuales estaba yo para ingresar al seminario. La comunicación la recibí de mi director espiritual, que a partir de ese momento pasaba al seminario.

-¿Cómo se sintió?
-Me sentí muy bien, muy contento pero decidí no ingresar por una cuestión netamente personal y no me he arrepentido de haber tomado esa decisión como tampoco me arrepiento de haber estado porque uno aprende a compartir con distintos tipo de personas, sacerdotes y laicos y a lo largo de la vida me ayudó mucho.

-¿Este llamado fue algo repentino o era algo que venía gestándose a través de los años?
-Mi vida siempre transitó, sobre todo en la adolescencia, con los mallinistas de los salesianos. También trabajé en la parroquia de La Merced al lado del padre Enrique donde tenía tareas a cargo y el acercamiento de los franciscanos de San Juan a través de un cura macanudo con el cual tenía una buena relación. Él estaba ligado a la parte carismática de la Iglesia y esto fue generando algo dentro mío que me produjo un acercamiento.

-¿Todos quienes desarrollan ese trabajo pueden sentirse llamados por  Dios?
-Yo lo sentí, no sé si otros muchachos pueden haberlo sentido y yo no me arrepiento de lo que hice, de haber estado y después tomar la decisión que tomé.


“Un sacerdote debe cumplir con el celibato”
-¿Cómo se educa al preseminarista y al seminarista para vivir con el punto más criticado que tiene la vocación sacerdotal, el celibato?
-Casualmente es uno de los puntos por los cuales le expresé a mi director espiritual que era algo con lo que no estaba de acuerdo y por lo tanto no me sentía preparado para cumplir con esos votos que se hacen, en este caso de castidad como es el tema del celibato. Quien abraza la vocación de ser sacerdote, como hombre debe cumplir ese precepto por lo cual hace los votos desde el comienzo al igual que se hacen los votos de pobreza. Es una cuestión para lo cual uno debe estar muy decidido si no se está faltando a lo principal, que es cuando uno acepta cumplir con los votos.

-¿Debe continuar el celibato para los sacerdotes?
-El hombre fue creado para multiplicarse. El sacerdote cumple una función de padre universal en el sentido de padre de la comunidad y se debe a ello el cien por cien. Si tuviera una familia debería distraer parte de ese tiempo.

“Vas a ser sacerdote si tenés que serlo”
-¿Cómo veía a la Iglesia Católica antes del preseminario y cómo la ve después de vivir esa experiencia?
-Digamos que se ve desde adentro el trabajo que tiene el sacerdote,  lo que no se alcanza a ver desde afuera. Tanto el padre que hace el trabajo administrativo, el que sale a misionar o el que está en contacto con la comunidad. Nosotros teníamos muchos consejos de los sacerdotes  no con el sentido de “chuparte” sino de decirte que “vos vas a ser si realmente tenés que serlo”. Eso te obliga a que si no estás preparado para estar adentro, hace que estés afuera colaborando como laico antes que ser un mal sacerdote.


“Si con mi hija no morimos es porque tenemos un mandato”
-¿Ese año de preseminario le sirvió después para enfrentar alguna prueba difícil que le haya puesto la vida?
-Sí, me sirvió cuando sufrí un accidente y perdí a mi esposa y a un hijo y en ese momento fue cuando Dios me puso la prueba más difícil. Interpreté que algo nos había encomendado, por eso no nos fuimos nosotros con su mamá y su hermano, estamos para cumplir algún mandato.


“Francisco va a lograr una apertura de la Iglesia”
-Usted siempre estuvo cerca de  los franciscanos, ¿cómo vea la designación de Jorge Bergoglio que justamente pertenece a esa orden?
-Me puse muy contento porque justamente es un nuevo Papa, es argentino y porque los pasos que se vienen dando son los que la Iglesia necesita, necesita que los fieles se acerquen más, que la apertura sea mayor y esto lo va a lograr este Papa, hay que darle tiempo.

-Pero ya se lo ha criticado mucho.
-Las críticas no hacen bien y el problema es que quienes más lo han criticado son los propios argentinos y creo que los que somos creyentes y no, apostamos a que la figura del Papa Francisco va a ser relevante para el mundo.

-¿Se viene una nueva Iglesia con este nuevo Papa?
-Cada Papa tiene su impronta, como lo fue con Juan Pablo Segundo, que fue el que recorrió el mundo y dio soluciones a distintos conflictos. Francisco va a dar respuestas y hará que el mundo se sienta más contenido por la Iglesia.



NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 22 DE MARZO DE 2013

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