Los veganos: ¿filosofía de vida o pintadores de muros?

Pintadas en calles sanjuaninas impulsan la adhesión a un movimiento que promueve mucho más que un cambio de alimentación. Aunque algunos activistas causan polémica por sus manifestaciones extremas, otros buscan captar la atención de forma pacífica. Veganos sanjuaninos explican por qué adoptaron esta filosofía y los médicos dan su visión crítica.

Hasta hace algunos años, parecía un movimiento reservado a activistas extremos y excéntricas celebridades. Figuras como Paul McCartney, Sting y Natalie Portman difundían las virtudes de esta forma de vida, que parecía no encontrar mayor eco en estas latitudes. Pero en el último tiempo, el veganismo comenzó a cobrar fuerza en el país de la carne y hasta a llamar la atención en las calles sanjuaninas. “Carne es asesinato”;  “Abolición a la esclavitud animal”; “Veganismo es revolución social” y “Liberación animal hoy” son los mensajes que pueden leerse en las paredes de la ciudad.

Hasta los muros de la Facultad de Filosofía de la UNSJ aparecieron pintados con estas leyendas, que provocaron polémica por la forma de difusión de estas ideas, al obligar a la institución a realizar un tratamiento especial de limpieza de alto costo. En febrero, otra actividad polémica tuvo lugar durante el Festival de la Doma del Médano de Oro, en donde algunos militantes irrumpieron para protestar contra la utilización de los animales y fueron detenidos por la Policía.

Mientras algunos optan por una vía más revolucionaria, otros prefieren promover esta filosofía sin provocar daños. Para captar adherentes “por las buenas”, agrupaciones como “Especismo Cero” organizaron un “chocolate vegano” para el 25 de mayo en el que buscaron convencer a los transeúntes de “un cambio de paradigma”.

Salud, filosofía y polémica
El término “vegan” fue acuñado en 1944 por Donald Watson y Elsie Shrigley, fundadores de Sociedad Vegana, que crearon esta expresión con las 3 primeras y 2 últimas letras de la palabra “vegetarian”. Así surgió un movimiento que consideró que el vegetarianismo era insuficiente para abolir las distintas formas de violencia que existen contra los animales.

“Si se supiera el doloroso camino que recorren los animales para terminar en un plato, creo que sólo inconscientes y desalmados podrían alimentarse de ellos” dice el actor Nicolás Pauls, en una afirmación que representa el sentir de los veganos. Más que una dieta, se trata de una postura ética que rechaza la propiedad del hombre sobre los animales, como instrumentos que sirvan a la alimentación, vestimenta, entretenimiento o testeo de medicamentos.

Ante la expansión de este fenómeno, cada vez son más los restaurantes o tiendas que adhieren a esta tendencia. Sin embargo, ser vegano no parece tarea fácil, no solo desde el punto de vista económico sino también desde el aspecto social, por la sorpresa que causa en el resto de la gente, la dificultad de conseguir algunos alimentos y los posibles riesgos para la salud. Quienes llevan años practicando esta filosofía aseguran no tener problemas al suprimir carnes, leche y huevos, aunque los médicos sigan advirtiendo que la falta de hierro, calcio y vitamina B12 puede traer graves consecuencias.

Se afianza en las mujeres de 30 a 40 años
En San Juan el veganismo se extiende especialmente entre las mujeres jóvenes. Según el médico Jorge Castro “las mujeres que tienen entre 30 y 40 años son las que más practican esta filosofía, que no es tan común en los hombres porque por lo general a ellos no les importa tanto ese tipo de cosas”. El pediatra asegura haber sido consultado por madres con hijos pequeños que los educan bajo esta forma de vida y por “adolescentes que se prenden en la onda vegetariana”. “Yo los aconsejo para que no caigan en los extremos porque los chicos pagan los platos rotos de la falta de calcio” dice el médico.

En cuanto a los peligros para la etapa de crecimiento, Marcela Palavecino, presidenta de Especismo Cero, asegura conocer a “mujeres veganas que han llevado su embarazo perfectamente y después crían a sus hijos de esta forma sin problemas”.



Marcela Palavecino, vegana y fundadora de “Espejismo Cero”
“Comer miel es un robo a las abejas”

Tiene 30 años y pasó la mitad de su vida siendo vegana. En el año 2009, fundó “Especismo Cero”, una organización en defensa de los derechos de los animales que ya se extendió a distintas provincias. “No tuvimos nada que ver con las pintadas en las calles” dijo Marcela, quien asegura estar en contra de este tipo de acciones.

-¿Qué significa ser vegano?
-Significa vivir respetando a los animales. El veganismo no es una secta ni una religión sino que apunta a un cambio de paradigma social. Tiene que ver con la evolución de la sociedad, que cada vez se ha hecho menos violenta y más inclusiva. Así como eliminamos el racismo y el sexismo, algún día se eliminará el especismo, que es otra forma de discriminación hacia seres que también sufren. En algún momento la gente dejará de comer productos que impliquen la muerte, uso o explotación de un animal.

-¿Cómo es tu alimentación?
-No comemos, carne, lácteos ni huevos. Tampoco comemos miel porque las abejas la producen para sí mismas y es una forma de robo. Además algunas mueren aplastadas cuando se saca la miel del panal. También es un mito que las vacas no sufran cuando las ordeñan. Son sometidas a sucesivos embarazos, son conectadas a máquinas succionadoras que les ocasionan infecciones dolorosas y cuando no sirven más son llevadas al matadero. Si viéramos pasar a un perro por lo que pasa una vaca o un chancho nos parecería horroroso, pero nos cegamos a ese sufrimiento como sociedad.


Natalia Gómez Navas, ingeniera industrial
“Mi familia al principio no lo podía creer"

Tiene 27 años, se recibió de ingeniera industrial en la UNSJ y trabaja en el proyecto Pascua-Lama. Hasta febrero de 2012, Natalia era “muy carnívora” pero decidió hacerse vegetariana y hoy se encuentra en transición hasta alcanzar el veganismo puro.

-¿Por qué te volcaste hacia el veganismo?
-Siempre tuve afinidad con los animales pero me empecé a sentir culpable al tomar conciencia de su sufrimiento, Así decidí no comer más carne de ningún tipo. Yo tenía muchas dudas sobre el aspecto nutricional pero empecé a ver que se podía reemplazar por otras cosas y vivir saludablemente. Ya dejé de comer huevo y en algún momento dejaré también el queso. Pensé que iba a ser más difícil porque antes pensaba que una comida sin carne no era comida. Pero no me costó porque estaba convencida por una cuestión ética y ya no extraño la carne. De hecho ahora siento el olor y no me gusta porque lo veo como un ser que está muerto.

-¿Qué te dijo tu familia ante este cambio?
-Mi familia al principio no lo podía creer. Mi mamá es muy religiosa y tenía miedo que me estuviera metiendo en una secta pero después se dio cuenta que no tiene nada que ver con eso. Mis amigos al principio dejaron de invitarme a los asados pero ahora voy y llevo papas para poner a la parrilla. Todos se dieron cuenta que me alimento bien e incluso se me fueron los problemas intestinales que tenía. Me he hecho análisis y todo me salió bien y noto los cambios tanto en el pelo como en la piel. Igualmente los que me conocen por primera vez empiezan a preguntar y de repente todos parecen licenciados en nutrición.

Laura Briones, técnica gastronómica
“Los animales son nuestros hermanos”

Laura tiene 24 años y es técnica gastronómica. Nació en Sarmiento y se hizo vegetariana a los 14 años, después de asistir a numerosos carneos y ver el tratamiento que recibían los animales en el campo.
-¿Cómo concebís a los animales?
-Considero que no pueden ser tratados como objetos porque los veo como iguales o como hermanos. Empecé por no comer carne y lo hice de forma natural sin saber qué era ser vegano o vegetariano. Cuando conocí el concepto y todo lo que implica me hice vegana, hace cuatro años. Ahora me siento muy bien y para mí es mucho más fácil comer arroz mientras que para otros es más fácil comer un cadáver.

-¿Nunca tuviste problemas de salud?
-Hace dos años me empecé a sentir mal. Yo pensaba que era hipotiroidismo que es algo común en mi familia pero el médico presumió inmediatamente que era por la alimentación. Finalmente los análisis mostraron que tenía hipotiroidismo y los glóbulos rojos estaban perfectos. Por otro lado mi familia me dice que tengo razón en mis argumentos pero están acostumbrados y no quieren dejar la carne porque es rica. Al principio quería hacerlos cambiar de opinión pero después me di cuenta que si ellos me aceptaban así yo también tenía que aceptar su decisión.


Jorge Castro, médico pediatra
“El principal peligro es la falta de calcio”

-¿Qué ventajas y desventajas tiene el veganismo?
-El vegetarianismo es una concepción filosófica respetable e incluso es más saludable que comer mucha carne. Pero el veganismo estricto puede ser riesgoso sobre todo por la falta de calcio. La alimentación vegana no cubre los requerimientos mínimos de calcio para el crecimiento, que rondan entre los 800 y 1200 miligramos diarios. Para las embarazadas también es un riesgo porque si el cuerpo no incorpora calcio, lo extrae de los huesos y a la larga se debilita la masa ósea de la madre. Como pasa con la anorexia, al principio no se notan las consecuencias pero a largo plazo se ven los resultados.

-¿Es cierto que esta alimentación excluye nutrientes esenciales como la vitamina B12?
-Muchas vitaminas pueden ser suplidas a través de las legumbres y otros nutrientes son incorporados a través de alimentos fortificados. El problema es que los extremos siempre son malos y los principales perjudicados pueden ser los niños. Estas personas tienen que tener una orientación nutricional porque no pueden comer solo lechuga ni cambiar su alimentación de un día para otro sin ayuda.




NOTA PUBLICADA EL 31 DE MAYO DE 2013 EN EL NUEVO DIARIO

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