"Creo en el amor para toda la vida... mientras dura"

Viene de una familia muy particular. Sus abuelos –Pepe Lloveras, abogados y Marta Gómez Cornejo- fueron cantantes y tuvieron su momento de esplendor con Los Manantiales. Su madre, Alejandra Lloveras, es bailarina y profesora de danza, además de dirigir su academia y la coreografía de la Fiesta Nacional del Sol. Su padre, Ricardo Claudeville, es médico. Pero Emilia Claudeville eligió otro camino. Y con mucho trabajo y esfuerzo hoy ha logrado ser una figura de proyección nacional.


-¿A qué edad descubriste tu camino? Porque tenías varias opciones. Siguiendo la tradición familiar lo más lógico era que Emilia se fuera a Córdoba a estudiar medicina como su papá…
-Sí, era una de las posibilidades. No tengo un momento clave o una edad determinada. Lo concreto es que tomé la decisión y dije esto es lo que quiero. Siento que fue mediante pasos, que de a poco fui descubriendo lo que quería.

-También podrías haber sido bailarina, profesora de danzas, como tu mamá…
-En realidad nosotros venimos de una familia de artistas. El tema de la danza nos marcó muchísimo y fue determinante para estar donde hoy estoy. Yo bailo desde los 3 años, nos criamos en el estudio de mi mamá. Es como que aprendimos a caminar y bailar a la vez. Me recibí de profesora de danza clásica a los 16 y empezamos a viajar a Buenos Aires cuando tenía 13, 14 años por el tema de la danza, para tomar cursos o hacer intercambios con bailarines de acá. Con esto te quiero decir que el tema de los viajes, esa especie de independencia, de poder viajar desde muy joven, nunca me resultó algo ajeno, entonces cuando tuve que decidir de instalarme acá fue algo casi natural…

-¿Y la familia estuvo de acuerdo?
- Yo al igual que mis tres hermanas, recibimos una educación con libertad. Libertad de hacernos cargo de las consecuencias que traen nuestras decisiones. Eso lo viví con el ejemplo de mis abuelos, con el ejemplo de mi mamá, de mi papá. Creo que eso fue determinante a la hora de decidir mi rumbo.

-¿En ese momento pensabas que tu destino estaba ligado a la danza…?
-Yo veía mucho más cercano eso. Pero en uno de los viajes me ofrecen ir a un casting para un comercial y quedo preseleccionada. Aunque no fui seleccionada me ofrecieron modelar. Vi las cifras que se manejaban, ví que podía contar con una independencia económica que me venía muy bien para hacer lo que yo quería que era seguir con el tema de la danza. Al principio el tema del modelaje y de la danza fueron muy de la mano. Siempre digo que tengo como una necesidad de expresar todo el tiempo, estuve toda mi vida acostumbrada a eso y al principio de mi carrera la expresión fue mediante el cuerpo. Entonces el tema del modelaje y de la danza fueron de la mano. Poder transmitir cosas mediante el cuerpo me resultaba fácil, por el lenguaje que trae la danza.

-La danza pasó a ser algo secundario…
-Al principio venía para ser bailarina, después terminé siendo modelo, pero nunca dejé de entrenar, sigo bailando hasta hoy, tomo clases todas las semanas. Es como una necesidad.

-Lo importante es que seguís avanzando, muchas chicas quedan en el camino…
-No se si lo importante es que se llegue. El transcurso de eso es muy interesante. Por ejemplo, yo empiezo a trabajar como modelo desde muy chica, empiezo a descubrir de que se trata, empiezo a viajar, le comienzo a tomar el gusto a cosas de las que no tenía idea. Y todo eso sin ser la hija de… ni la hermana de… Además, soy mujer y soy de lo que en Buenos Aires llaman incorrectamente del interior. Así cuesta mucho hacerse un lugar. Pero creo que tuve mucha suerte, inteligencia a la hora de decidir más que lo que quería ser y también lo que no quería ser. Es como que siempre tuve en claro qué es lo que no quería…

-Por ejemplo, qué es lo que no hubieras hecho…
-Por ejemplo hay ofertas permanentes para ser tapa de revistas o cosas que te condicionan o te limitan, exponerse demasiado al principio, prenderse a uno u otro escándalo… A veces es más fácil o más rápido para llegar a ser conocida, a fortalecer tu nombre.

-¿Vos estudiaste en San Juan…?
-Hice el primario en la Escuela Modelo y el secundario en la Católica. Fui hasta cuarto año en la Católica. Iba y venía y por las faltas terminé quedando libre. Cuarto tuve que rendir libre el segundo semestre y en quinto tuve que tomar una decisión porque no podía hacer ni una cosa ni la otra… Hice Quinto a la distancia.

-¿Eras buen alumna?
-La verdad nunca tuve problemas, al contrario siempre tuve mucha facilidad. En realidad fui la típica chanta, hacía de todo, salía de joda, me divertía y después leyendo una sola vez las cosas me alcanzaba.

-Hoy si le preguntamos a un padre que prefiere, un hijo profesional o un hijo Messi, todos eligen Messi y las madres eligen una hija actriz o modelo. El paradigma del hijo doctor, medio como que va quedando de lado…
-Puede ser que eso sea así, por ese exitismo que tiene la sociedad hoy. A mí me pasa que por ahí muchas chiquitas que te dicen “yo quiero ser modelo cuando sea grande”.

-¿Y qué les contestas?
-Lo que hago es preguntarles por qué querés ser modelo, porque también podés ser presidenta de la Nación o encontrar la cura de alguna enfermedad. Pienso que hay una cosa de esto que yo llamo exitismo. Nos gusta el reconocimiento y a veces los padres impulsan a sus hijos o nietos a hacer algo que les hubiera gustado a ellos. No estoy a favor de impulsar u obligar a un hijo a ser algo o a ser alguien o hacer determinada cosa. Con todo lo que ofrece la comunicación, internet, la facilidad que tenemos para viajar, con el acceso a tanta información, ya no solamente tenemos tres carreras en mente como puede ser la medicina, la abogacía y las ciencias económicas. Es más, esas carreras en muchos casos están saturadas. Muchos chicos salen de la facultad de Medicina después de estudiar 12 años y no tienen un puesto asegurado. Pasa acá y en cualquier lugar del mundo. Por todo esto creo que han surgido un montón de carreras nuevas y eso está bueno…

- En la época de tus abuelos, por ejemplo, en muchos casos la mujer tenía una carrera principal, que era casarse. Hoy en día la mujer optó por ser primero ella y su realización profesional. ¿Tuviste que renunciar a muchas cosas para llegar a donde estás…?
-No se si he tenido que renunciar a muchas cosas… Yo tengo el modelo de mi madre. Ella se casó a los 19. Pero mi mamá es una mina que no paró de laburar nunca y vengo con ese modelo de mujer bastante inculcado, de armar su propia empresa, de empezar de cero, de que las cosas no llegan solas sino laburando. Me marcó mucho eso, la ví trabajando toda la vida y yo no podría ser de otra manera.

-En alguna época eso no fue fácil para una mujer…
-Creo que todavía la mujer sigue siendo víctima del machismo que tenemos todos, incluso las mujeres somos muy machistas para todo. Hay muchos discursos misóginos en la tele, en los diarios, en la fotografía, en las cosas que hacen 40 puntos de raiting. Pero de a poco y gracias a grandes mujeres, se ha avanzado un montón. Pero me parece que la lucha sigue estando, se sigue viendo todavía a la mujer como mujer…

-Como un objeto muy lindo…
-A las mujeres lindas nos viven elogiando o felicitando por algo que no hicimos. Yo no tengo responsabilidad alguna por ser linda; si me saqué la lotería genética es por mis viejos, no por mí. De repente como que la gente se queda con eso, como que es un mérito el hecho de ser linda. Es entonces cuando uno dice: “mierda, felicítame por todo lo demás, por cómo me la jugué, por donde estoy, por la responsabilidad que tengo hoy en día, por el laburo, porque me rompo el lomo. No me felicites por ser linda y sin embargo pasa y pasa todo el tiempo…

-¿Y cómo te está preparando para cuando ya no seas tan linda…? ¿Estudias?
-Sígo bailando, sigo tomando mis tres clases por semana, hago teatro dos veces a la semana, hice locución todo un año y medio, inglés… Un montón de cosas que te aclaro no son para prepararme para cuando no sea linda. Son un montón de herramientas a las que siento necesarias para poder encarar con responsabilidad el lugar donde estoy. Es como que me siento más cómoda encarándolas, teniendo estas herramientas que estar simplemente arreglada…

-Y terminar con ese mito, las rubias lindas son tontas, por ejemplo…
-La belleza es un poder, la imagen es un poder. Pero yo no tengo la culpa de ser linda. Si fuese tonta sí sería mi culpa y ahí es donde yo pongo límite. No es que vaya en contra de la belleza, al contrario, lo uso como un poder, sé cómo usarlo, cuando hacerme más la linda y cuando no. Hay un montón de gente a la que sé que primero le entro por lo físico y después tal vez le interese saber si tengo algo para decir. Entonces sí, me hago cargo de que soy linda, de que es un poder, trato de usarlo de la mejor manera posible pero no me quedo sólo con eso, me interesan muchas cosas.

-¿Y entre esas cosas te interesa algún día formar una familia…?
-¡Qué pregunta! Sí, supongo que sí, vengo de familia muy numerosa, de valor familiar muy presente. Me gustaría, pero lo veo muy lejano. Supongo que cuando tenga que llegar, llegará. Hoy me resulta muy difícil imaginar el modelo de mi familia. Por una cuestión de la edad, me ha pasado que un montón de amigas se están quedando embarazadas, se casan. Si a mi me pasara algo así diría: qué hago, me tengo que ir volando a San Juan, pedirle ayuda a mi mamá, porque no sabría qué hacer, acá estoy sola. Pero, bueno, a largo plazo me encantaría. Veo a las mujeres de mi familia, son todas madrazas. Me gustaría, pero lo veo muy lejano, tengo ganas de hacer un montón de cosas antes…

-Vamos hablar de Emilia y la actualidad. ¿Cuáles son tus miedos hoy, viviendo en una gran capital y en un ambiente especial…?
-Los miedos que tiene cualquier chica de mi edad, me da miedo que me rompan el corazón, miedo de salir desilusionada del amor y todo ese tipo de cosas. En cuanto al resto…

-Pero por ejemplo, vos tomás un diario y podés ser noticia en cualquier momento. Y a lo mejor esas noticias no te gustan. Hablan de vos, te inventan romances o te inventan sexualidades incorrectas…
-Eso no me da miedo. Cuando una se expone –y yo estoy en un programa que va todos los días- pasa a ser un personaje público y por más que el ambiente de la televisión me resulte ajeno todavía pasás a formar parte de eso. La gente va a hablar de vos, siempre. El tema es no volverse loco por eso, porque es una especie de sicopatía de la gente…

-¿Cómo es eso?
-El argentino es muy de ponerse a criticar a un comentarista de fútbol, a un relator y se lo encuentran en el bar de la esquina, lo ven, lo abrazan y le dicen sos un capo, realmente es así. Por ahí la gente que te critica, te abraza y te dice “loca sos una genia”, son así, y si no te lo tomás un poco con calma, podés llegar a volverte loco. Yo trato de tomármelo con calma, incluso con humor. Esas cosas no me dan miedo, he aprendido a convivir con eso, a tratar de manejarlo, me considero una persona que tiene humor, me considero una persona que usa la ironía, el sarcasmo, hay muchas cosas que pueden ser malentendidas, es mi lenguaje, es mi forma de ser…

-Hace poco fuistes noticia en San Juan porque dijiste que una mujer te resultaba atractiva…
-Te cuento. A mí me preguntaron con humor por el hecho de que no estoy en pareja: “si tuvieses que elegir una pareja dentro del panel a quién eligirías?” Digo: “sin duda Julia Mengolini”, por no decirle a mis compañeros “muchachos a ustedes no los toco ni con una caña”. De ahí en más salieron a decir de todo. Me lo tomé con muchísimo humor y en San Juan fue todo una explosión. De repente me llamaban por teléfono y yo les decía, muchachos, aprendan un poquito a manejar la ironía, a manejar el sarcasmo…

-Me imagino que la primer llamada debe haber sido de Ricardo, tu papá…
-Sí, pero fijate que mi papá fue el que menos se enroscó. A mi mamá sí creo que le dio un poco de calor, como “hija salí a aclarar que no sos lesbiana”, y yo “mamá, no tengo que aclarar nada, el que quiera pensar que soy lesbiana que piense”, primero que no es absolutamente nada malo, porque no es que estoy hablando mal de la gente o que soy una drogadicta perdida. No sé, digo, a esta altura, estamos en el 2013, que yo diga que me parece atractiva una chica no creo que sea noticia y segundo remarco el tema, los que me conocen saben que soy irónica, que soy sarcástica. Tampoco me voy a volver loca aclarando todo eso…

-¿Te interesa la política…?
-Sí, me interesa, desde el lado de la juventud y de ver la explosión de militancia juvenil que hay. Me siento comprometida y apoyo un montón de cosas de este modelo que me hacen sentir que vamos por el camino correcto. Desde el lado de la juventud me parece grandioso. Por ejemplo me pasó hace unas semanas con el tema de las inundaciones, además de haber habido una explosión de solidaridad, una explosión de militancia juvenil que la gente no la ve en el día a día, pero que está. A los jóvenes les interesa la política, tienen ganas de formar parte. Y esto es clave, somos el futuro…

-¿El matrimonio tiene vigencia hoy en día?
-No creo en las instituciones entonces el matrimonio a mí hoy en día no me es ni un objetivo, ni una meta, de verdad, no me significa nada. Sí creo en el amor para toda la vida…

-¿Toda la vida?
-No hablo en cuanto a duración. Creo en enamorarme para toda la vida. Me pasa que cuando me enamoro, lo hago para toda la vida. Después dura un mes, dos, dos años, lo que sea, pero el sentimiento o el hecho de enamorarse, de elegir a alguien me parece que es parte de la idea que sea para toda la vida.

-Hay gente que en serio se enamora para toda la vida…
-Es como la lotería. Hay muchas chicas de mi edad que están eligiendo casarse, algo que me pone contenta, me gustan los casamientos, lo que genera, la buena onda, me gusta la fiesta, pero no me veo casándome…

-Mucha gente se casa y mucha también se separa…
-Me parece que lo natural es estar solo. A mí me sorprende más hoy en día ver un matrimonio que lleva un montón de años que ver una persona que tiene uno o dos divorcios. No lo veo mal, al contrario, me parece que es totalmente natural, sano que si uno no está bien con alguien tenga la posibilidad de divorciarse. Debe ser muy difícil estar con la misma persona toda la vida. Quiero creer en eso. Vuelvo al ejemplo de mi familia, lo veo a mi abuelo y a mi abuela, veo a mis viejos, 30 años de matrimonio… Pero te soy sincera, me encantaría, pero la verdad que la veo muy difícil, por mi personalidad, por lo que decía antes, el acceso y las posibilidades que tenemos hoy en día tanto la mujer como el hombre, a la información, a los viajes… Es otra cosa a la época de mis viejos.

-Una chica linda como vos, ¿sufre por amor o hace sufrir…?
-Sufro por amor todo el tiempo. Pero en realidad porque a mí me gusta. En realidad soy dramática, me gusta el drama. Como decía antes, cuando me enamoro me enamoro para toda la vida, después vemos…

-¿Alguna vez pasó del año el amor para toda la vida…?
-Sí, sì por supuesto… pasó un año y medio. Pero me parece que hay que amigarse con el dolor, no veo como algo malo sufrir, al contrario, creo que uno aprende y se enriquece muchísimo más sufriendo. El dolor educa, uno rescata un montón de cosas y también creo que las grandes historias de amor siempre terminan mal.

-¿Crees que cuando estás enamorada y estás en pareja la exclusividad debe ser total…?
-Sí, pero no me gusta la palabra exclusividad…

-Se habla de la media naranja, de que sos mi complemento… ¿Estás de acuerdo?
-Eso es medio difícil. Imaginate todas las personas que somos en el mundo, encontrar tu media naranja es una estupidez y una pérdida de tiempo. Creo que también vamos mutando, vamos creciendo y en determinado momento necesitamos determinada cosa de una persona y después determinada cosa de otro, me parece que nunca queremos lo mismo. Encontrar tu media naranja es como sacarse la lotería…

-Y que siempre sea tu media naranja toda la vida…
-Claro, que siempre quieras lo mismo de esa persona. Si ya es muy difícil convivir con uno todos los días, si un día querés una cosa del otro y otro día otra, imaginate. Me parece que es un desafío super interesante, que uno aprende mucho en las relaciones, me encantan las relaciones. Soy pro a conocer y aprender de otra persona, a poder compartir lo que sea, a las cosas que nacen de las relaciones. Pero veo mucho más lejano el hecho de encontrar una media naranja…

-¿Qué pasa cuando volvés a San Juan? Estás unos días, ves a tus antiguos amigos, conocidos… Me imagino que con tu experiencia acá, se va creando una brecha…
-No hay una brecha porque me parece que mis amigos siguen estando presentes de distintas maneras y yo trato de estarlo con ellos. Hay diferencias, por supuesto, estamos viviendo en lugares diferentes, tenemos vidas diferentes, me estoy rodeando de determinada gente y ellos de determinada gente. Ni uno es mejor que el otro ni más sabio pero me parece enriquecedor. cuando nos juntamos, cuando vienen mis amigas o yo voy para allá, son grandiosas las conversaciones, porque podemos tener distintos puntos de vista sobre un mismo tema pero al final se sacan lindas conclusiones.

-¿Y de qué hablan?
-Yo voy a lo de una amiga a tomar mate y de lo que menos quiero hablar es de laburo. Les digo: “Cuenten, quien está con quien, quien se embarazó, quien se casa ahora, hablenme de mi ex novio, de zapatos, no sé hablemos de cualquier cosa. Al final terminás con las mismas conversaciones que tenían antes de irme.

-¿Cómo te llevas con la religión?
-Bueno, soy bautizada pero no soy una practicante.

-¿Pero te alegró que el Papa sea argentino?
-Más que por mi me alegró porque vi a mucha gente contenta. A mi no me cambia la vida.


NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 31 DE MAYO DE 2013.

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“A las mujeres lindas nos viven elogiando o felicitando por algo que no hicimos. Si me saqué la lotería genética es por mis viejos” afirma Emilia Claudeville.