Karina Palacio: La profe sanjuanina por la que se ratonean los hombres

En sus clases de gimnasia en TV, y en sus actividades diarias Karina Palacio se destaca por su físico y su personalidad extrovertida. Muchos la señalan como una "come hombres" pero la profe dice que eso es parte de un personaje.

En los diccionarios la palabra “personaje” tiene la siguiente definición: “persona que por sus cualidades, conocimientos u otras actitudes, destaca o sobresale en una determinada actividad o ambiente social”. Cuando habla sobre sí misma Karina Palacio utiliza seguido la palabra “personaje”, y siempre lo hace para definir la imagen que ha construido a lo largo de sus años de exposición mediática. Karina tiene 43 años, es separada, tiene tres hijos y un cuerpo escultural que trabaja gracias a su diaria actividad como profesora de diferentes ramas de la aeróbica. Todo eso se suma a su alta exposición mediática (ha trabajado en diferentes programas de televisión locales y nacional, y hoy se desempeña en el programa A Media Mañana). Ese cuerpo, más su actitud la ubican en el prototipo de mujer “come hombre”, pero ella se define como todo lo contrario y afirma que esa imagen es parte del personaje que ha construido y con el que le encanta convivir más allá de que le ha traído problemas. En esta nota Karina Palacio cuenta como es su vida, y como le dio vida a esa imagen que ya es parte de la sociedad sanjuanina.

—Buena parte de tu vida la hiciste afuera de la provincia pero hace unos años volviste a trabajar, ¿cómo fue ese retorno?
—Lo primero que me llamó la atención es que tenía más reconocimiento afuera que en mi provincia. Acá me costó encontrar un lugar y eso que durante 15 años me había preparado en mi especialidad haciendo diferentes cursos. Cuando volví quería compartir lo que sabía y me costó hacerme un lugar, pero gracias a gente como Pablo Saavedra (ex jugador de fútbol y profesor de educación física) empecé a trabajar en las colonias de verano de la provincia. Eso me costó un poco porque en esa época yo dictaba cursos en Córdoba y Buenos Aires y acá tenía que trabajar en las colonias. En ese momento pensé que mi carrera como instructora estaba terminada. Pero ahora puedo decir que fue una experiencia impresionante porque me fortaleció trabajar con chicos carecientes, con ancianos y en los municipios. Después llegué hasta a dar clases en la cárcel de mujeres. Ese fue otro momento que marcó mi vida.

—Cuando aparecés en televisión tenés una imagen fuerte, ¿eso te ha traído problemas en una sociedad como la sanjuanina?
—Sí porque cuando empecé con la tele (en el programa Mujer 2000 con Marcela Podda) muchos me veían como una vedette del fitness y además yo rompía la regla del estrato social del que vengo, que es una clase media—alta. Soy una transgresora a la que le gusta ir a los lugares donde nadie va, o tocar lo que nadie toca. Me gusta ir en contra de la corriente. Yo quiero comprobar cómo se hacen las cosas por mí misma. En el estrato social donde me crié esa actitud chocó pero después muchas mujeres de clase alta fueron a mis clases gratuitas en el Parque.

—Tu contexto familiar te habría permitido seguir otro camino o haber buscado otro tipo de vida, ¿por qué no lo hiciste?
—Me aburro. En ese nivel estuve mucho tiempo y no me generaba más que estar conectada con gente linda o con gente que te puede abrir puertas, pero cuando volví a San Juan la gente de mi ambiente me dio la espalada. A partir de ahí empecé a estar más expuesta a nivel medios y se generó un personaje que la gente compró. Y en el nivel en el que me movía esos personajes son tomados con pinzas y muchos piensas que son como una clase de payaso. Pero en otros ámbitos las cosas no son así. Yo por ejemplo dicto clases en centros de mujeres golpeadas, en el hogar de ancianos o barrios carenciados y ahí me hicieron sentir más cómoda que en el lugar en el que nací y me moví. Ahí puedo hablar el mismo idioma con la gente que trato.
—¿A raíz de eso cambió tu vida social?
—Sí. En general he cambiado la gante con la que convivo.

—¿Te importa lo que dice la gente?
—No. Mis padres sufren un poco mi forma de ser. Mi papá es más conservador pero además es una persona pública y me pide por favor que resguarde la imagen y lo haga por mis hijos. Pero yo voy a morir así y ellos ya se acostumbraron. Mi viejo por ejemplo va a los eventos en los que trabajo y saca fotos, lo que significa un apoyo tremendo para mí. Siempre estuvieron cerca en los momentos duros como por ejemplo en mi separación.

—Tenés una imagen de “come hombres”, ¿eso forma parte de tu personaje?
—En esto hay que poner una parte importante de seducción. Hay que seducir al que ve el espectáculo que doy mientras enseño gimnasia o bailo. Y por eso muchos piensan que soy una “come hombres”. Cuando me di cuenta de eso decidí seducir también a las mujeres que van a mis clases. Me gusta eso porque soy lo que muchas quisieran ser pero no se animan. A nadie le tiene que importar lo que uno dice o hace, pero hay gente que se queda siempre igual por cuestiones sociales o familiares. Por eso hay mujeres que valoran lo que hago, tanto que creo que a veces seduzco más a las mujeres que a los hombres. Es más, creo que los hombres me tienen miedo.

—¿Pensás que sos mal vista?
—Yo desde que me separé no tengo compromisos y eso te da libertad, pero no significa que uno salga a la calle con un cartel que diga: “busco un hombre”. Igual la gente te pone ese cartel por el simple hecho de que estas sola.

—Pero vos tenés una imagen que contribuye con eso.
—Yo juego con eso y la verdad es que a veces me trae complicaciones. En San Juan los hombres son machistas y en sus cabezas está la estructura de la mamá y la señora de la casa entonces para es difícil que ellos puedan convivir con alguien que tiene una imagen como la mía que es de una mujer dominante. Pero eso también es parte del personaje porque en realidad soy una persona muy sensible que ama lo más natural o sencillo que hay en el mundo. Más que una cena lujosa prefiero que me inviten a tomar mate. Lo simple es lo que me hace feliz.

—Pero el que te ve piensa que te sobran los hombres.
—Nada que ver. Yo me considero una mujer rústica, como más de campo. Siempre me comparo con un arado que va para adelante y cuando siento algo lo digo y eso a veces complica las cosas. Además, tengo claro que en mi simpleza me gustaría llegar al final de mi vida con una pareja.

—¿Las mujeres que van a tus clases se identifican con vos?
—Lo que me ha pasado a nivel personal con el tema de la separación hace que se identifiquen. Yo no me considero un ejemplo a seguir, pero creo que pertenezco al grupo de las mujeres “cabronas”, que son ese tipo de mujeres que se las tuvieron que arreglar solas y hacerle frente a la vida para trabajar y mantener su casa. Ser hombre y mujer al mismo tiempo.

—¿Cómo fue rearmar tu vida sola?
—Una vez que te separas hay gente que te dejan de lado porque a partir de ese momento estás solas y te consideran un peligro para su pareja. Por ejemplo, cuando estaba casada salíamos con amigos a comer pero después esos mismos amigos dejaron de llamarme porque una mujer sola es una tentación.

—¿Cuánto de importancia tiene tu cuerpo en tu vida?
—Es un 80% porque es mi herramienta de trabajo. Si no tengo el cuerpo en condiciones no podría trabajar. Gran parte de mi vida fue el deporte y la danza, que es una actividad muy exigente. Toda mi vida me miré en un espejo por esas actividades. Convivo con eso, pero igual lo que me da miedo es envejecer. Cuando me abandone el cuerpo no me van a ver nunca más en la calle (se ríe). Por ahora no estoy preparada para enfrentar ese momento por eso ya estoy buscando actividades para cuando llegue el momento estar preparada y disfrutar la vejez. No hay nada más lindo que una arruga porque eso significa que viviste y si borras tus arrugas también borras tu pasado.



Su vida
Desde chica, Karina siempre fue chica inquieta. A los 4 años comenzó con los estudios de danza que siguió hasta los 17. A partir de ahí cambió y se dedicó a la actividad física, inclinada al fitness que en ese momento comenzaba a crecer como actividad física. Dos años más tarde comenzó a dar clases de gimnasia localizada y luego comenzó a participar en cursos sobre aeróbica.

En ese momento su familia emigró a Buenos Aires y allí siguió preparando su carrera. Un par de años después ella y su familia regresaron a San Juan y en ese momento conoció a Omar Flores, un futbolista mendocino que atajaba en Atlético Alianza. A los 21 años se casó con el arquero que era conocido como el Oso y con él tuvo 3 hijos (Macarena, Sol y Felipe). Durante sus años de matrimonio acompañó a su marido por las diferentes provincias a las éste fue a jugar y también vivió en Chile.

En total estuvo cerca de 15 años viviendo fuera de San Juan hasta que retornó algunos años atrás para afincarse nuevamente en la provincia. El matrimonio finalizó hace dos años y hoy Karina vive con el hijo más pequeño de la pareja.


Su familia
Karina Palacio nació en el seno de una conocida familia sanjuanina. Su papá Orlando Víctor Palacio, más conocido como Pato, es contador público, y combinó su actividad como funcionario público con el arte ya que fue un destacado folklorista. Durante su vida pública fue secretario de planificación y también gerente de OSSE. Además, en la década del ’70 fue candidato a gobernador por el partido de Alvaro Alsogaray. También trabajó en Buenos Aires en la gestión pública. En la década del ’60 formó parte del popular grupo de folklore Los Tulducos. Pato se casó con María Edith de Palacio con quien tuvo cuatro hijas, una de ellas fue Karina.

Sanjuanina al frente del mejor spa más grande del mundo Sha es una clínica de bienestar pionera a nivel mundial dedicada a mejorar y prolongar notablemente la salud y el bienestar de las personas mediante la fusión de las mejores terapias naturales, provenientes principalmente de conocimientos orientales milenarios  y las más avanzadas técnicas occidentales. Ubicada en Altea (Alicante, España), un lugar paradisíaco, y propiedad de la familia de Alfredo Bataller, obtuvo el pasado 10 de marzo en Berlín el premio al “Mejor SPA Médico y de Belleza” en los Premios FIT Health & Wellness Award 2011. Este galardón, basado en las opiniones de los consumidores, fue entregado en la feria de turismo más importante del mundo, la ITB.

Además, ya tiene 15 solicitudes de licencia a nivel internacional, para repetir la experiencia de la clínica en otros países.


Publicado el 20 de mayo de 2011

GALERIA MULTIMEDIA
Sin prejuicios, Karina posó con el trabajo que realizó el Artista Alejandro Damián. Foto de El Nuevo Diario.
Karina Palacio mostró su cuerpo en un body paint que se pudo ver en el Programa A Media Mañana conducido por Mariano Bataller y Nina Galván. Foto de El Nuevo Diario.
Cada vez que Karina Palacio da clases en los departamentos, muchas personas se acercan para seguir el ritmo de la Profesora. Foto de El Nuevo Diario.
Todas las semanas Karina da clases en diferentes plazas departamentales ante una gran cantidad de mujeres que siguen atentas su instrucciones de fitness. Foto de El Nuevo Diario