Club Social San Juan

El Club Social San Juan nació el 31 de marzo de 1888. Y se transformó en un referente de la aristocracia sanjuanina. Un paseo por el interior de su elegante sede, cargada de historia y tradición.

 Desde un baño sauna en el gimnasio hasta las tradicionales mesas de juego; desde el tradicional salón principal del primer piso, donde religiosamente se celebra el Día de la Independencia cada 9 de Julio con la más alta alcurnia sanjuanina, hasta el comedor interno donde cada noche sus socios disfrutan de un café, un buen vino y una charla con amigos al finalizar el día. El Club Social San Juan es una institución de la Ciudad de San Juan, con toda una vida formando parte de su historia.

Tal vez el sitio más simbólico del edificio de la calle Rivadavia sea un pasillo que funciona como un túnel del tiempo en la planta baja. Allí están todos y cada uno de los presidentes de la institución. Desde Ramón Posse, Justo P. Castro, Daniel Aubone y Carlos Doncel, todos en 1888, hasta Tristán Yanzón, el último, pasando por el abogado Fernando “Peluco” Echegaray, quien tiene el récord de haber sido el que más veces lo presidió, desde 1992 hasta el 2009.

“Acá cualquiera puede ser socio. No hace falta tener doble apellido. Lo único que no permitimos es a los delincuentes. Yo soy el vicepresidente y también soy socio de Árbol Verde”, dice Ignacio Sánchez, quien contó que “muchos de los socios del Club Social llegaron a ser gobernadores de San Juan”.

Sin embargo, el historial dice que el linaje del club se conservó desde aquellos socios fundadores hasta hoy en día. Y sus mismos socios se encargan de mantener la tradición viva de generación en generación, llevando a sus hijos desde chicos a tomar un café, a cortarse el cabello en la peluquería propia que durante años estuvo bajo la atención del fallecido Ercole Posattini y celebrando en el salón principal los eventos sociales.

ÉPOCAS DORADAS
 Festejar los 15, casarse por civil en la elegante biblioteca Abraham Vidart y luego celebrarlo en el salón principal, fue durante años un símbolo de prestigio social de difícil acceso económico para el grueso de los sanjuaninos. Aunque hoy en día cambió: hacerse socio del Club Social tiene un costo accesible.

Con eso se puede acceder a todos los beneficios que ofrece el Club Social, con un descuento en el uso del salón principal o el secundario, el cual tiene un fresco único finalizado por el ingeniero Federico Blanco el 26 de mayo del ´55.

 

 

SOPLO VITAL
Toda esta historia comenzó un 31 de marzo de 1888, cuando Pedro Doncel, Modesto Salcedo y Pedro P. Ramírez dejaron plasmado para las futuras generaciones que su intención era la de formar un club para “cambiar ideas sobre la formación de un centro social”. Y resolvieron: “Constituir una comisión”; que “todo el que firme el acta se considere socio fundador” y “el día que hayan 100 suscriptos se convoque a una asamblea para el nombramiento de la comisión directiva y así quede constituido el club”.

Así nació el Club Social San Juan, en una casona que estaba ubicada sobre la actual calle Santa Fe, entre Mendoza y Entre Ríos, donde hoy funciona la Dirección de Defensa Civil. Trece años después, en 1901, se mudaron al lugar donde está actualmente, en calle Rivadavia, frente a la plaza 25 de Mayo.

Recién en 1918 lograron terminar la construcción del nuevo edificio, cuyo frente era mucho más amplio que el actual. Tenía grandes escaleras, hall de entrada, varios pisos y elegantes escaleras con barandas de madera talladas a mano, entre otras finas terminaciones. Pero el terremoto del ´44 lo arruinó: si bien no lo derrumbó, cuentan que los ingenieros sugirieron demolerlo ante las grietas que habían afectado su estructura.

Entonces, y por primera vez en su historia, el Club Social debió mudarse a una sede que no le era propia. Fue a la casa de Isabel Chirino, que data de 1916, donde actualmente funciona la Alianza Francesa. Eso fue desde octubre del ´44 hasta el 8 de julio de 1954, cuando inauguraron el nuevo edificio gracias a la colaboración de sus socios. Hoy solo queda vivo uno de ellos, Carlos “Peluco” Castro.

  

GALERIA MULTIMEDIA
El Club Social / Concepción del arquitecto Molina Civit, este magnífico palacio que abatió el terremoto, era la sede del Club Social, entidad fundada el 31 de marzo de 1888. Ubicado frente a la plaza 25 de Mayo, sobre calle Rivadavia –su actual ubicación- dos columnas corintias a cada lado sostenían su arco en el frontis. Poseía un gran salón de fiestas con paredes revestidas con “panneaux” de seda rosa y una imponente araña de bronce con picos de gas de carburo. Las recepciones del Club Social marcaron toda una época. (Foto publicada en el libro “El San Juan que Ud. no conoció” de Juan Carlos Bataller, proporcionada por Pascual Ruffa)
1929 - Cena y fiesta en el Club Social / Gorritos y elegancia tanto en hombres como mujeres caracterizaron esta fiesta de fin de año en el viejo Club Social, realizada cuando terminaba la década del 20. En la mesa del centro de la foto se observa a Alejandro Gambetta, Chita Bustos de Gambetta, Francisco González, Nydia Aubone de González, Alfredo Romero, Ignacio Sánchez, Joaquín Romero, Pichu Luraschi Graffigna, Francisco Bustelo Barcia, Hilda Graffigna de Bustelo, Benedicto Graffigna y Juan Del Bono. (Foto publicada en el libro “El San Juan que ud. no conoció”, de Juan Carlos Bataller – Foto proporcionada por Nydia Aubone de González; datos aportados por Nydia Aubone, María Luisa González de Marecca, Horacio González Aubone, Hilda Graffigna de Bustelo y la familia del doctor Guido Romero).
El viejo Club Social / Este era el frente del viejo edificio del Club Social San Juan, fundado en 1888 a instancias de una comisión de caballeros encabezada por Pedro P. Ramirez, Modesto Salcedo y Pedro Doncel. La foto es de los años ’10. Este edificio estaba ubicado en calle Santa Fe, entre Mendoza y Rawson (hoy Entre Ríos). Las fiestas del Club –centro de la vida social- eran motivo de tensa expectativa. En su espacioso salón en forma de martillo, con grandes ventanales a la calle se reunía lo más graneado de la sociedad local. Años más tarde el club construiría su suntuoso palacio de la calle Rivadavia, que fuera abatido tras quedar afectado por el terremoto de 1944. (Foto proporcionada por María Ernestina Ruiz Quiroga).