Misterio en el caso del Lobizón de Albardón

En el departamento Albardón detuvieron a un extraño de capa verde y torso desnudo. La siguiente nota fue publicada en El Nuevo Diario el 22 de marzo de 1991 en la edición 500

 Una persona extraña, que circulaba por las calles de Albardón con una larga capa verde y torso desnudo introduciéndose en los domicilios con fines de atemorizar a sus moradores y al que los lugareños llaman "el lobizón” o "El zorro”, podría ser el responsable del caso de matanza de animales en el departamento de Albardón sobre lo que informáramos.

Este individuo, “tremendamente loco”, como lo calificaran algunos vecinos de la zona de ”EI Rincón” fue detenido por la seccional 18 y derivado al Hospital Neuropsiquiátrico de Zonda, donde permanece internado. Aunque no se le ha podido comprobar la autoría de los hechos fuentes policiales habrían manifestado que la intención es comprobar si la internación de "El lobizón” termina o no con las matanzas. Las versiones callejeras de quienes dicen conocer la historia aseguran que este personaje, de apellido Marinero, ha sido hace unos años una persona muy inteligente y de buen pasar que estuvo residiendo en Estados Unidos de Norteamérica durante los años 1970 y 1971. Las mismas fuentes indican que este señor vendió su alma al diablo canjeando por unos años de vida placentera, la humillación y la miseria posterior. Aunque la policía confirmó esta detención y posterior derivación al Neuropsiquiátrico se negó a dar mayor información al respecto. ”La investigación sigue su curso —dijeron— no se puede decir aún que esta persona haya sido la autora de tos hechos.” Sin embargo, quienes lo conocen, lo describen como una persona con barba y de mirada muy extraña, que habla rapidísimo de cosas inteligibles pero que "es menos loco de lo que parece”.

La población, en tanto, está esperanzada en que el caso se aclare definitivamente y aunque esta detención ha producido cierto alivio, el temor que mantuvo en vilo a los habitantes de la zona no se ha disipado totalmente. Aunque la policía asegura que no hubieron hechos posteriores a la denuncia del señor Montaña sobre la matanza de sus conejos que aparecieron sin vida y ordenados uno al lado de otro al pie de las conejeras destruidas, fuentes confiables del departamento dijeron telefónicamente a El Nuevo Diario que “habrían más casos que no se han denunciado, como los casos anteriores de cabras y perros, por ese temor de la gente a lo sobrenatural o a lo desconocido”. Es tal la psicosis que se ha creado —dijeron— que “a los chicos se los asusta con la aparición de El Lobizón si no se portan bien y las chicas jóvenes se quejan de que los padres no las dejan salir de noche como antes a raíz de éstos hechos”.

En otro orden, El Nuevo Diario tuvo acceso al informe del médico veterinario que realizó una autopsia a uno de los conejos muertos durante la segunda noche y que pertenecían a la Cooperativa Las Tapias. El profesional indica que presenta una perforación en el pulmón, hemorragia interna y hematomas varios. El peritaje veterinario, al contrario de lo que podía suponerse, no da a la policía mayores pistas sobre el móvil o la identidad del “lobizón".

Pudo saberse, además, que varios fueron los vecinos que intentaron colaborar con la investigación, pero la autoridad policial no dio crédito a los testimonios que coincidieron en hablar de “magia negra”, “brujería” y cosas por el estilo. De todos modos, la seccional pidió que todas aquellas personas que tuvieran algún tipo de información concreta que pudiera contribuir a aclarar el sonado caso, que ha creado gran expectativa en toda la opinión pública provincial, se presentaran personalmente en la comisaría o se comunicaran telefónicamente al 911024.

La semana anterior a la detención del “Lobizón" Marinero, la policía reconoció oficialmente que a raíz de la expectativa que causó la cobertura periodística de nuestro semanario se habían redoblado los esfuerzos en procura de aclarar el caso. Los pobladores esperan que las muertes no vuelvan a repetirse. Sin embargo, si vuelve a suceder, el desconcierto será absoluto.

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Un extraño personaje de capa verde. (Ilustración: Jorge Rodríguez)