Salvador Lo Cascio: “Hay que legalizar el aborto porque es una realidad”

Polémico y frontal, el ex ministro de Salud Salvador Lo Cascio opinó sobre temas que dividen a la sociedad como el aborto, el buen morir, el matrimonio gay y las políticas públicas sobre salud sexual. La entrevista al ex ministro de Salud y ex diputado provincial fue publicada en El Nuevo Diario, edición 1439 del 11 de junio de 2010

PERFIL
 -- Nombre: Salvador Lo Cascio
-- Cargos que ocupó: Fue dos veces ministro de Salud y fue diputado provincial. Fue Jefe de Servicio de Cirugía del Hospital Rawson y asesor en la gestión de Gómez Centurión.
-- Casado con: Graciela Ortiz
-- Hijo: Alejandro. Además tiene cuatro hijos adoptivos que son los de su esposa y siete nietos.
-- Hobby: Criar caballos peruanos.

Fue dos veces ministro de Salud de la Provincia. Fue diputado provincial. Es un médico de prestigio y es un referente en materia de Salud Pública.

Salvador Lo Cascio

charló a solas con El Nuevo Diario y dijo cosas que sin duda van a traer honda repercusión. Por ejemplo, que hay que legalizar el aborto porque es una realidad, que hay una medicina deshumanizada que prolonga innecesariamente la vida, que no se hace prevención para la salud, que en San Juan no se aplicó el Plan Nacional de Salud por motivos religiosos y que no existe el tercer sexo. Pero vamos a la nota porque, se comparta o no su opinión, no tiene desperdicio.

—Hay un dato que no conocía: criador de caballos peruanos…
—Es mi hobby. Es un caballo que realiza cabalgatas con un paso elegante, ágil, es muy dócil, es muy buena mascota y muy buen amigo del hombre…

—Hay que criarlo desde chico.
—Hay que criarlo de chico, no castigarlo. Los caballos peruanos en nuestro criadero no reciben nunca un latigazo, reciben cariño, azúcar y de esa manera se convierten en amigo del hombre.

—El apellido Lo Cascio, ¿cuándo llega a San Juan?
—Llega en la década del ’20 del Siglo pasado. Mi padre y mi madre, que se habían casado en Italia, vienen a la Argentina, por la difícil situación económica que atravesaba Europa y se radican en San Juan. Venían de Sicilia, concretamente de un pueblo vecino a la ciudad de Palermo.

—De ahí se vinculan con Cantoni.
—Mi padre conoce a Federico Cantoni y entabla una amistad que dura en el tiempo, porque mi padre tenía tambo y Federico necesitaba de algunos terneros para sacrificarlos en las campañas políticas. Aunque mi padre no votaba porque no era ciudadano argentino, emitía sólo su voto municipal…

—Vamos a los temas médicos, algunos relacionados con la bioética. Por ejemplo, el aborto ¿debe ser legalizado?
—Sí. La legalización del aborto es una medida sanitaria que ha dado muy buenos resultados en muchos países del mundo, o sea no hacemos nada nuevo, legalizamos lo que actualmente se hace. Si fuera que los abortos no se realizan, sería innecesario legalizarlo, pero estos se siguen haciendo.

—Todos los días llegan al Hospital mujeres a las que les realizaron abortos clandestinos.
—Lo hace gente inexperta, sin técnicas de asepsia. Los hospitales están llenos de complicaciones por estas prácticas que realizan personas con técnicas muy precarias, que se complican y debe ser en este momento la primera causa de mortalidad materna en el país.

—¿No sería legalizar el asesinato?
—No. En lo que hace al nacimiento de la vida y al final de la vida, nuestra sociedad se divide, unos consideran que el nacimiento de la vida es la unión del espermatozoide con el paóvulo. Para otros, hay un tercer elemento que es el claustro materno, porque se puede hacer la unión de un espermatozoide con el óvulo, pero si no tiene el claustro materno que lo desarrolle no va a conseguir que ese feto llegue a término. Por lo tanto, hasta ese momento, la vida no existiría.

—¿Aumentarían los abortos al ser legales?
—La legalización del aborto no significa que usted le va dar a cada médico la posibilidad de hacer un aborto en su casa o en algún centro asistencial. Significa que cuando llegue una mujer embarazada al hospital, va a ser sometida a una entrevista psicológica, hablará con un médico especialista y le van a ofrecer todos los medios, incluso ayudas económicas y sustento familiar, para que ese embarazo llegue a feliz término. Si pese a todas estas cosas, esa paciente insiste en que no quiere tener su hijo, el hospital debe facilitarle los medios para que ese aborto sea hecho con la mejor tecnología.

—Suena muy frío…
—En este momento tenemos muchas muertes de mujeres muy jóvenes que ya tienen tres o cuatro hijos en la casa, no tienen marido, no tienen sustento familiar y van a tener un alto riesgo de mortalidad infantil, porque la madre no puede ocuparse de sus hijos y un alto riesgo de mortalidad materna, porque la madre va a acudir a evacuar su útero en la primera oportunidad que tenga.

—En el aborto terapéutico, donde hay que cumplir con determinados requisitos, ¿la justicia debe intervenir para que autorice?
—Es un tema médico, no legal. El Código Penal establece cuándo el médico puede optar por la evacuación del útero, pero para hacerlo en el ámbito hospitalario, el médico solicita la autorización judicial.

—Hay familias con muy bajos ingresos y con más de 10 hijos, ¿debe existir una planificación familiar organizada desde los estamentos de la salud pública?
—Es elemental planificar la vida familiar y en el país se avanzó notablemente con la aprobación en el 2002 de la ley de salud sexual reproductiva, en la cual el Estado ayudado por el Banco Mundial, facilita a todas las provincias la posibilidad de planificar su vida familiar a través de la distribución de preservativos, anticonceptivos y colocación de Diu.

—No siempre se aplicó ese plan…
—Cuando estuvimos al frente del Ministerio de Salud en la gestión de Wbaldino Acosta, hicimos un plan provincial que se llama Plan Mujer, que todavía está en vigencia, en la cual le agregamos una mamografía, un examen ginecológico con un papanicolau y aprovechamos esa entrevista con la madre o la mujer embarazada para facilitarle su planificación familiar. Después este plan fue parado por otros principios no médicos…

—Religiosos…
—Creo que fueron por principios religiosos. Esto no quiere decir que yo no sea católico, pero tengo que gobernar para católicos y no católicos y tengo que elegir las medidas sanitarias que son mejores o que producen la menor cantidad de muertes.

—Hay cuestiones que deben debatirse: por ejemplo, el plan incluye el reparto de la pastilla del día después y no se entrega…
—En eso, San Juan todavía está en deuda con la sociedad. San Juan es una provincia muy especial en la aplicación de todas estas medidas por problemas religiosos que creo que han sido los que han movilizado a muchas voluntades para que esto no se haga. Espero que algún día nosotros equiparemos nuestra casuística de plan de mortalidad materna—infantil al resto de las provincias argentinas.

—También es muy difícil acceder en los hospitales a la vasectomía y la ligadura de trompas, a pesar que están autorizadas estas prácticas.
—En este momento en Mendoza, usted va a un hospital público y le hacen la vasectomía o ligadura de trompas con el solo pedido y firma del paciente. Acá no se hace…

 —Un médico sanjuanino con mucha experiencia comentaba que cuando era joven hacía todo lo posible por salvar la vida, hasta más allá de lo que era lógico y que la experiencia le fue indicando que no siempre hay que hacer todo lo posible para alargar una vida cuando no hay dignidad…
—Todos los ciudadanos tenemos derecho al buen morir y sobre todo vivir y morir en nuestro ámbito familiar, rodeado de nuestros seres queridos, no sufrir ni la asfixia ni el dolor. El médico debe ayudar a curar y ayudar a vivir a toda persona que sea recuperable. Hoy en día desgraciadamente se han extralimitado porque no existe legislación que limite todas estas prácticas. Hoy puede entrar a la terapia intensiva un paciente de más de 80 años, con un problema oncológico complicado y van a hacer todo lo posible para continuar su agonía…

—Claro pero son 1500 pesos por día la terapia intensiva…
—Exactamente, y son cubiertos generalmente por su obra social. Estas son las cosas que hay que limitar, porque en cualquier país donde se evalúe la parte económica y se evalúe también la vida útil de la persona, vamos a encontrarnos con sorpresas, como por ejemplo que los americanos tienen sus límites de admisión en los distintos ámbitos del hospital.

—¿Por ejemplo?
—Por ejemplo hay primas de seguros de salud que cubren desde 5 días hasta 10 días de terapia intensiva, a personas no mayores de 60 o no mayores de 70 y de esta manera limitan mucho la entrada a terapia intensiva. Indudablemente es muy rescatable la posibilidad de que este paciente se recupere, pero hay que evaluar si conviene hacer un trasplante a una persona de 80 años si la expectativa de vida que tiene es muy poca o su problema oncológico le limita la posibilidad de curación.

—¿Cuál es su opinión con respecto al video subido a Internet en donde los profesionales de la salud del hospital Marcial Quiroga se ríen de un paciente?
—Es una respuesta a una deshumanización de la medicina. Acá se dan una serie de factores, en primer lugar la gente que estaba en el ámbito quirúrgico no supo respetar las normas de entrada al quirófano, con ropa especial, con asepsia. Debe guardar un respeto que es muy importante, porque el cirujano necesita estar concentrado.

—¿Los profesionales deben ser sancionados severamente?
—Si deben ser sancionados porque han demostrado que no saben comportarse dentro de un ámbito quirúrgico y han faltado el respeto al paciente que estaba dormido y que había acudido a este grupo médico en busca de una solución médica y no para hacer un ridículo como aparentemente se lo juzgaba.

—¿Por qué en el país la prevención en salud sigue siendo un tema pendiente?
—La medicina preventiva es la más barata, es la más eficiente y la que mejor beneficios da. En este país ya no creemos en nadie, tal es así que ya no creemos ni en las vacunas, como las que son contra la gripe A que están en casi todos los centros asistenciales y la gente no concurre a vacunarse. La vacuna ha demostrado a través del tiempo que es el mejor método para trabajar en medicina.

—Pero alguien hizo circular una versión que era inocua…
—En los países totalitarios sus efectos más importantes en materia de salud lo han conseguido a través de la vacuna, porque en Cuba o la Unión Soviética, cuando llegaba al hospital un niño con una poliomielitis, una tos convulsa o una viruela, el niño quedaba internado y la madre iba a la cárcel por no haberlo vacunado.

—El avance de la tecnología médica ha hecho pegar un salto muy importante.
—La medicina en estos últimos 50 años tuvo un avance tecnológico que nunca lo hubiésemos imaginado, no sólo en la parte farmacéutica sino en su tecnología y en la formación de grupos de trabajo. Aumentó la expectativa de vida de todos los ciudadanos, hay cura de muchas enfermedades que antes no se podían diagnosticar. Incluso, con la tecnología podemos descubrir quistes, tumores o malformaciones congénitas.

—Pero a su vez empieza a haber una medicina para quienes puedan pagarla y otra para los que no pueden…
—Eso ha existido y sigue existiendo…

—¿Teme que la ciencia de la medicina avance más rápido de lo que la cultura impone? Hoy la gente hasta puede elegir el sexo del hijo, el color de los ojos, puede pedir un padre por correspondencia…
—Yo no tengo miedo de los tratamientos genéticos, porque son realizados por gente científicamente bien preparada. Ahora, son tratamientos muy costosos, ha costado mucho llegar a determinar los genes trasmisores y determinar el genoma humano y no tengo ningún temor que el día que se realice, va a ser hecho con un fin científico para conseguir objetivos muy claros

—Hoy está en debate el matrimonio gay ¿existe un tercer sexo?
—No, no existe un tercer sexo, directamente no existe. El matrimonio gay está en contra de la naturaleza. Cuando uno afirma esto en público, dicen que uno discrimina pero discriminar es separar sin causa. Yo tengo causas para separar y no admitir el matrimonio gay, porque vamos a perder el objetivo fundamental de la vida que es la procreación. Dicen tener una gran capacidad para dar amor, pueden dar dinero para criar, pero desgraciadamente el niño necesita un ejemplo en la familia donde se va a criar y un niño criado en un matrimonio gay no es un buen ejemplo. Yo los admito, tolero y participo en tareas laborales con personas gay o homosexuales, pero debo reconocer que no son ejemplos para nadie.

—¿La homosexualidad es genética?
—En la época que yo estudié, los libros de psiquiatría decían que era una enfermedad por desviación del sexo. Todos nosotros tenemos genéticamente incorporados una actividad sexual buscando el sexo opuesto, es una transmisión genética, usted no necesita decirle a sus hijos cómo se va a hacer el sexo porque ellos lo van a hacer cuando les llegue el momento y si en algún momento se altera esa inclinación genética, es por una enfermedad o un hábito o trastorno psicológico.


 

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Salvador Lo Cascio, médico, ex Ministro de Salud, en su consultorio.
Salvador Lo Cascio, médico, ex Ministro de Salud, en su consultorio.
Salvador Lo Cascio, médico, ex Ministro de Salud, en su consultorio.