JUAN MANUEL CABOT: El ala derecha de San Martín

El militar tucumano llegó a la cúspide de su carrera cuando dirigió la columna con soldados sanjuaninos en el Cruce de los Andes






San Juan tuvo activa participación en un momento clave de la campaña libertadora de José de San Martín. El cruce de los Andes era una odisea para liberar al suelo chileno del dominio español y desde San Juan no sólo hubo ayuda en el aporte económico para equipar a los soldados, sino que también partió una columna que contribuyó en la emancipación. El hombre de confianza de San Martín para dirigir esa columna fue Juan Manuel Cabot.

 

Nació en Tucumán el 23 de marzo de 1784 y de niño se trasladó con su familia a Buenos Aires. En 1806 se sumó al Batallón de Voluntarios Urbanos cuando la ciudad resistió las invasiones inglesas y ahí despertó su vocación por la carrera militar. El 25 de mayo de 1810 se inclinó por el movimiento revolucionario y fue nombrado teniente. Fue logrando ascensos mientras combatía al mando de Belgrano en la campaña del Alto Perú. En 1815 pasó al Ejercito de los Andes y ya demostraba una férrea disciplina, cualidad imprescindible para adiestrar a los soldados que partirían a Chile. Un año más tarde San Martín lo designó Comandante de Armas de San Juan, es decir la autoridad máxima militar del lugar, con el grado de teniente coronel.

 

Así formó y adiestró el Batallón N° 1, Cazadores de los Andes, integrado exclusivamente por sanjuaninos y también instruyó parte del Batallón N° 8, constituido por negros libertos.

 

Hasta que en enero de 1817, llegó la orden de invadir Chile y Cabot encabezó el ala derecha a la columna central que comandaba el propio San Martín.

 

En el camino a Pismanta las proclamas sumaban a más hombres a la 4ta. División del Ejercito de los Andes, que atravesó la Cordillera por el paso de Guana con 800 combatientes, aunque solamente 60 de ellos eran soldados "profesionales".

 

Uno de los objetivos principales de Cabot en el plan total del Cruce era confundir al enemigo sobre el avance del grueso del ejército (simultáneamente actuaba otra ala al Sur) e insurreccionar a las poblaciones chilenas contra el domino de los reales.

 

Los españoles hicieron una tibia resistencia en la batalla de Salalá, pero se retiraron rápidamente. Así Cabot, luego de 700 kilómetros de recorrido en total, ocupó Coquimbo y La Serena el 11 de febrero y la confusión ya estaba instalada en las fuerzas españolas. Un día más tarde, San Martín vencía en la batalla de Chacabuco y la operación resultaba de un completo éxito.

 

Cabot nunca regresó a la provincia. Se retiró por invalidez, ya que fue herido en su mano izquierda y perdió su movilidad. En Chile conoció a una dama con la que se casó y se dedicó al comercio de trigo y animales durante el resto de sus días.

 

Además de la calle que lo recuerda, el Regimiento de Infantería de Montaña N° 22, con asiento en Marquesado, adoptó su nombre en 1997.

Fuente: Diario de Cuyo. 13 de junio de 2007

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Infografia sobre la calle Cabot
Sobre la calle Cabot
Infografía sobre la calle Ceresto
Sobre la calle Cereseto