FRANCISCO TRISTÁN COLL: Conductor de tempestades

La calle Coll en Rivadavia recuerda a un ex gobernador que estuvo poco más de un mes al frente de la provincia en uno de los momentos más convulsionados de la historia. Fue el único gobernador que sobrevivió al cargo en 1860.





A Francisco Tristán Coll le tocó conducir la provincia en uno de los momentos más difíciles y peligrosos, una época de fuertes peleas por el control del gobierno local. La efervescencia política se llevaba la vida de cualquiera en esos años, por más gobernador que fuera. De hecho Coll fue el único que sobrevivió al cargo entre los tres personajes que dirigieron los destinos de la provincia en 1860. 

Su mandato duró poco más de un mes, 39 días de agite constante. Todo comenzó con José Antonio Virasoro, un jefe correntino ajeno a la provincia, puesto para dirigir aquel San Juan del siglo XIX. 

El gobierno del correntino había sido considerado desde Buenos Aires y por los propios sanjuaninos como una delegación encubierta del gobierno federal y una continuación de la anterior Comisión Interventora.

En su mandato, Virasoro tomó varias medidas polémicas, como la destitución de la Cámara de Justicia y la expulsión de 7 miembros de la Legislatura. Como si fuera poco, también restringió el libre sufragio.

El descontento era cada vez mayor y al tener conocimiento de un posible motín, Virasoro recorrió cuarteles y ordenó vigilar las casas de sus adversarios. 

En una refriega promovida por la gente que quería terminar con su gobierno fue asesinado salvajemente: Había salido al patio del cuartel escudándose con su pequeño hijo en brazos. Así y todo lo mataron a balazos. 

El jefe revolucionario, Pedro Nolasco Cobo, convocó al pueblo a reunirse en la plaza y por medio de un acta firmada por 319 ciudadanos, asumió la responsabilidad del movimiento popular que había derrocado a Virasoro. Para reemplazarlo llamó a un plebiscito. Así, el 17 de noviembre de 1860, fue nombrado gobernador interino Francisco Tristán Coll, quien asumió el 19. Al hacerse cargo de la jefatura de gobierno, designó ministro a Antonino Aberastain, quien se encontraba desterrado en Mendoza, y a Valentín Videla.

Mientras tanto, en Buenos Aires, al conocerse el asesinato de Virasoro, el presidente Derqui decretó el 26 de noviembre de 1860 la intervención a la provincia, designando para el cargo al gobernador de San Luis, coronel Juan Saa.

El puntano, pariente y amigo del gobernador de Mendoza, Laureano Nazar, se puso en contacto para imponer sus ideas federales en San Juan.

Hubo varios intentos desde la provincia para frenar esta intervención. Entre ellos se destaca el envío de dos comisiones negociadoras enviadas por Coll. Frente a la imposibilidad de un arreglo, Coll llamó a elecciones, dando una señal de pacificación. De esas elecciones, que se realizaron el 2 de diciembre, resultó ganador Antonino Aberastain, quien asumió el 29 del mismo mes. Pero la intervención decretada por Derqui avanzó con tropas desde San Luis.

Aberastain, amigo y sucesor de Coll, fue hecho prisionero y, luego de ser obligado a caminar casi desnudo, fusilado por la espalda en un lugar llamado Alamos de Barbosa.

Coll murió años después, pero al menos sobrevivió al cargo.

 

 

 

 

 

Su vida

 

Coll había nacido en San Juan el 12 de febrero de 1817, hijo de Francisco Coll y Mallol y de Gertrudis Pastoriza, según recuerda en su libro en preparación, "Gobernantes Argentinos", Carlos Ciro Maturano. Estaba casado con Librada Irene Rufino. Murió en San Juan el 10 de diciembre de 1871.

 

 

 

 

FUENTE: Diario de Cuyo. 13 de Junio de 2007

 

 

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Sobre la calle Coll
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