Lo que ayer parecía una posibilidad concreta hoy parece ser cosa del pasado: la definición de la Libertadores parece disputarse entre Medellín y Miami, aunque Río de Janeiro también se mete como opción. En España se habla de Madrid por pedido de la FIFA, pero Conmebol no tiene intenciones de ir a Europa.
El abanico de posibilidades para la sede de la revancha entre River y Boca en la definición de la Copa Libertadores volvió a mostrar un cambio fuerte. Es que Doha, que ayer estaba a un paso de confirmarse como ciudad que albergaría la definición de la Superfinal -con una fuerte inversión para Conmebol y los clubes- ahora parece haber quedado relegada y surgieron lugares más cercanos.
Medellín y Miami entraron en una puja entre los deseos de la Conmebol -prefiere la ciudad colombiana- y la empresa que tiene los derechos televisivos -se inclina por la opción de Estados Unidos-, aunque también entra en la discusión Río de Janeiro con su mítico Maracaná.
Pero más allá de las negociaciones que lleva a cabo la entidad sudamericana, también se metió la FIFA: desde Zúrich llamaron a Madrid consultando por el Bernabéu, que se habría puesto a disposición del partido. Sin embargo, esta opción es la menos tentadora para Conmebol, que no quiere que el partido se juegue en Europa.