Los Tranvías de San Juan



Tracción a sangre

Desde 1889 y hasta la segunda mitad de la década del '10, San Juan tuvo servicio de tranvías tirados por caballos.

El 7 de octubre de 1889 se sanciona una ley que establece la concesión, para su explotación, del servicio de tranvías al señor Domingo Igarzábal. Se trataba de un tranvía tracción a sangre, cuyo recorrido abarcó parte de lo que actualmente es Desamparados, Trinidad y Concepción.





La concesión

La ley establecía, además, que la concesión se otorgaba por 25 años, que el concesionario debía aportar los coches, colocar las vías y arreglar la parte del camino que ocupara. También fiaba la tarifa en 0,8 centavos en moneda nacional. Luego en el 1900 la compañía “The Isle de Londres”, cuyo representante era el señor Eugenio Vargas, realizó una nueva propuesta.

Debido a los avances propios del siglo y la necesidad de conectar las zonas suburbanas, que crecían a paso agigantado, con la capital el Poder Ejecutivo se vio en la necesidad de y agilizar el servicio por medio de un tranvía de tracción eléctrica.


Tranvía eléctrico

Luego de varios intentos, el 30 de septiembre de 1910 se le dio la concesión al señor Pedro Nilson para explotar líneas de tranvía eléctrico que unieran Capital con Rivadavia, Concepción, Desamparados, Santa Lucía y Trinidad. Pero ni ésta última, ni las anteriores ni las próximas concesiones prosperaron. En 1913 la concesión se haría por tranvías tracción a sangre nuevamente con vistas a una futura electrificación. Pero el resultado no fue bueno, el servicio de tranvías en todas sus formas no duró más allá de 1915 en la provincia de San Juan.
Fuente:
 Gema Contrera, Profesora de historia e investigadora

GALERIA MULTIMEDIA
La imagen muestra el servicio de tranvía tirado por caballos desde 1889 hasta la segunda mitad de la `10.
Un tranvía como este, tirado por caballos, transitó las calles de San Juan en el 1900.