La epidemia que arrasó con los sanjuaninos y el error que hoy se repite con el coronavirus

Fue el cólera y se cobró muchas vidas en la provincia en 1868. De la mano del historiador Eduardo Carelli, conocé las increíbles coincidencias entre el pasado y el presente con dos enfermedades que marcaron y marcan la hsistoria mundial. Este artículo fue publicado en Tiempo de San Juan, el 31 de marzo de 2020. Foto: Fundación Bataller

 En el siglo XIX, una enfermedad también saltó de Asia a Europa y se cobró la vida de miles de personas en el mundo: el cólera. Esta pandemia bacteriológica puso en jaque a muchos países europeos, ayudó a crear los primeros esfuerzos internacionales en materia de salud y, en ese contexto, San Juan no estuvo exenta a su propagación y al desastre que a su paso dejó.
A pesar de los 152 años que transcurrieron desde aquella epidemia mortal que arrasó con los sanjuaninos en 1868 y de los avances médicos que hubo, un mismo error se repite en estos tiempos con el coronavirus como nuevo protagonista del caos mundial: la ignorancia que promueve el contagio.

Es que mientras el COVID-19 se expande por el territorio nacional y registra 26 muertes, la provincia cuenta con un caso confirmado. El virus que resulta letal para un sector de la población presenta una alta tasa de contagio. Sin embargo, a más de uno le cuesta entender la gravedad de los hechos y no toma real conciencia de los efectos que puede provocar si no se respeta la cuarentena obligatoria, que frena de cierto modo la expansión de la enfermedad. Sobradas muestras de la irresponsabilidad que se observa en el territorio local son las filas con gente aglomerada en los cajeros automáticos del centro sanjuanino, al igual que lo es la gran cantidad de detenidos que hay todos los días por violar el aislamiento social.


Según detalla el historiador Eduardo Carelli, en el pasado, la equivocación no la cometió la gente como sucede ahora sino las autoridades que gobernaban la provincia en aquellas épocas, dado el poco conocimiento que se tenía sobre la enfermedad pues se actuaba como se podía y con los recursos que había. “El cólera surgió en la zona de Trinidad, en lo que era conocido como Medanito, pero no se hizo un cordón sanitario, es decir que no se aisló a los contagiados que vivían en ese lugar, y la enfermedad se propagó”, cuenta.
Tras la irrupción del virus y la sorpresa que generó en la población local, se construyeron de urgencia hospitales de campaña. "Uno se emplazó en las inmediaciones de lo que ahora es la Plaza Aberastain. En ese momento estaba la Capilla de Dolores. Lamentablemente, por esa acción la enfermedad se esparció en la provincia", detalla. A partir de esa experiencia, como ocurrió en otras latitudes, Carelli asegura que los médicos del mundo entendieron las consecuencias de no activar una cuarentena.

Entre los puntos en común que el especialista reconoce, se destacan las medidas de prevención que se adoptaron, muchas de ellas relacionadas estrictamente con la higiene: "Se promovió la desinfección de las casas, escuelas y de todos los lugares públicos, como está pasando ahora. Con cal, se pintaron los frentes de las viviendas ya que se sabía que acababa con los gérmenes; se prohibió que las personas se bañaran en las acequias porque a través del agua se propagaba el contagio".
Acorde a su relato, Carelli detalla que a partir de ese momento se comenzó con la construcción de letrinas en los domicilios para evitar las infecciones, al igual que se inició con la recolección de residuos como consecuencia, algo novedoso por aquellos tiempos. "Se incentivó el lavado de manos también por aquel entonces. No se sabe exactamente cuántos muertos hubo a causa del cólera porque no se llevaban ese tipo de registros, pero sí fue devastador", aseguró.
Del mismo modo que hoy actúa un Comité de Crisis, compuesto por los funcionarios del gobierno, en esa oportunidad se creó una Junta de Higiene que reunía a médicos y al jefe de la Policía, quienes determinaban acciones para contener el avance de la epidemia. "Facundo Larrosa y Francisco Albarracín fueron los médicos sanjuaninos que participaron de manera activa, con la ayuda de Eduardo Keller -de origen alemán- y de William Alexander -de Estados Unidos-. Ese grupo de profesionales le hizo frente al cólera. 

Como a una buena parte de la sociedad le costaba cumplir con las reglas establecidas y la Policía de ese momento no daba abasto, se conformaron juntas vecinales para un mayor control. Así, el ciudadano tomó un protagonismo importante, así como ahora interviene con los llamados al 911 para denunciar violaciones de cuarentena.
Del mismo modo en que sucede ahora, las farmacias adoptaron un rol importante. "Había una ubicada en Mendoza antes de llegar a Rivadavia, que estuvo abierta las 24 horas para vender los medicamentos a la población", aseveró el historiador, quien destacó que los tratamientos para combatir con la enfermedad eran con infusiones de hierbas con ron o coñac, con canela. "Se aplicaban cataplasmas con hierbas de Ullum y se ponían en el pecho o el estómago", agregó.  
Las fronteras se cerraron aunque, a diferencia de la actualidad que fue San Juan la que solicitó el cierre del Paso de Agua Negra, fue el gobierno chileno el que tomó la decisión de impedir el paso de personas provenientes de Argentina. Es que la enfermedad había llegado de Brasil a Corrientes y de esa provincia se esparció al país: primero fue Rosario (Santa Fe) y luego de Buenos Aires al resto del territorio nacional. "A la región llegó a San Luis, después Mendoza y siguió San Juan", detalla.

Tal y como relata el investigador de la historia, muchos de los hallazgos de restos óseos en la provincia en las construcciones están relacionados con esa época, cuando los muertos se enterraban en fosas comunes en las cercanías de las iglesias, por ejemplo. En 1887, el cólera volvió a atacar en San Juan pero fue menos cruenta que la primera vez cuando sorprendió a todos y desató la tragedia.
Dicen que de la historia se aprende y de los errores del pasado, también. En plena crisis por el crecimiento del coronavirus, es un buen momento para hacer de ello un aprovechamiento.

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1930 - Frente del Hospital Rawson / Esta foto, del frente del edificio del Hospital Rawson, fue tomada en el año 1930. La avenida Rawson se llamaba en aquel entonces San Martín. De imponente arquitectura, el hospital comenzó a funcionar en este lugar en 1908, pero su pabellón principal, luego declarado Monumento Histórico Nacional, se inauguró en 1913. En 1924, durante el gobierno de Federico Cantoni, se construyó el edificio actual del Hospital Rawson, autorizándose a invertir un millón de pesos con ese destino. (Foto publicada en el libro "El San Juan que Ud. no conoció", de Juan Carlos Bataller; proporcionada por Ricardo Prieto)