La empresa familiar de los conquistadores

Cinco troncos familiares fundamentales de la historia de Chile y Argentina. Nombres y apellidos que dieron vida a las ciudades. La mayor parte de la descendencia del fundador de San Juan se encuentra en Chile y la de su hermano en Cuyo.

Tal como suele ocurrir entre países vecinos, la historia de Chile y de Argentina está inexorablemente unida, al punto de que resulta imposible escribir de uno prescindiendo del otro. Desde que los dos pueblos nacieron a partir de las expediciones de Pedro de Valdivia y de Juan Núñez del Prado, esa constante ha sido reiterada y, manifiestamente, confirmada a lo largo de cuatro siglos y medio y de más de quince generaciones. Más aún, la conquista de Cuyo surge de la expedición inicial de Valdivia, así como la del Tucumán a partir de la tempestuosa relación de Núñez del Prado con Gabriel y Francisco de Villagra. Después, con Francisco de Aguirre, se moldea y se alinea con aquella en forma por demás complicada y estrecha.
Algo tan evidente resulta comprobable y documentable en forma objetiva al analizar los parentescos entre uno y el otro lado de la cordillera. Para demostrar esta verdad he tomado cinco antepasados troncales fundamentales de la vieja Argentina: Francisco de Aguirre, Alonso de Mercado y Alderete, Rodrigo de Quiroga “El mozo”, Diego Jufré y Cristóbal Luis.

Hagamos primero una ligera recapitulación. Francisco de Aguirre no necesita presentación. Sin embargo, recordamos que Valdivia en su testamento lo deja a cargo del gobierno de La Serena y del Tucumán, en una decisión que tuvo enormes consecuencias. No fundó Santiago del Estero, que ya existía como Ciudad del Barco, pero le puso el nombre con que ha quedado (1553). En 1565, su sobrino carnal, Diego de Villarroel, a quien no incluyo en el grupo de antepasados por cuanto no tuvo relación personal directa con Chile, fundó la ciudad de San Miguel de Tucumán. La hija de Aguirre, doña Costanza de Meneses, se casó a su vez con Juan Jufré, fundador de San Juan (1562) cuyo hijo Luis fundó San Luis (1594). Igualmente Juan Jufré trasladó la ciudad de Mendoza, fundada en 1561 y le puso el nuevo nombre de Resurrección que no prendió. Mercado Alderete era hermano del adelantado Jerónimo de Alderete, en cuya persona se definieron los límites de Chile (aunque no en la forma en que funcionaron efectivamente). El pobre Alonso murió en la destrucción de La Serena (1549) y su primo hermano Diego Mazo de Alderete llegó a la Patagonia en la frustrada expedición del obispo de Plasencia (1540) para ser después vecino fundador de Castro en la isla de Chiloé (1567).
En una digresión muy ligera, podemos recordar que don García Hurtado de Mendoza, como gobernador de Chile, mandó a fundar una ciudad en Cuyo, que lleva su apellido. También envió a Tucumán a Juan Pérez de Zurita, gran personaje olvidado cuya obra fundacional en la comarca, totalmente arruinada por su sucesor, pudo haber cambiado la historia. Don García era cercanísimo de Jerónimo Luis de Cabrera, fundador de Córdoba y algo más lejano de los Quiroga.
En esta rápida visión, he omitido los proyectos que todos estos personajes no alcanzaron a concretar en vida y que son tanto o más valiosos e importantes para nuestro país que los que lo hicieron con éxito.

Existe otra digresión geográfica española de cierta originalidad. Tanto Argentina como Chile surgieron de la oleada conquistadora de Andalucía –de la cuenca del Guadalquivir más exactamente- y Extremadura. Sin embargo, ninguno de los cinco grandes antepasados troncales fueron andaluces o extremeños. Tanto los Alderete como los Jufré eran respectivamente de Olmedo y de Medina de Rioseco, ambas localidades situadas en Valladolid, en Castilla La Vieja. Aguirre era de Talavera de la Reina, en Toledo, Castilla La Nueva, mientras que Cristóbal Luis era de Chinchón, ubicado en la región de Madrid. En cuanto a los Quiroga, eran mucho más lejanos y excéntricos, puesto que provenían de una comarca cercana a Monforte, en la provincia de Lugo, en Galicia. Esta curiosidad en el origen no es más que una excepción que confirma la regla, pero añade un toque personal a la empresa familiar que fue la conquista de América y el nacimiento de nuestros países en el siglo XVI.
Para referirnos a la descendencia tomemos, para empezar, a Marcelo Alderete. En un orden ligeramente arbitrario al prócer Tomás Godoy Cruz, que representó a Mendoza en el congreso de Tucumán en 1816; al presidente Roberto Marcelo Levingston (1970-1971), cuya abuela paterna era, por otra parte, una Sierralta, del norte chico chileno; a la presidenta María Estela Martínez de Perón (1974-1976), tercera esposa del general Juan Domingo Perón; al ministro cubano Ernesto Guevara Lynch, llamado “El Che”; al presidente Jorge Rafael Videla (1976-1980); al Dr. José Santos Ortíz, dos veces gobernador de San Luis, muerto por Facundo Quiroga en Barranca Yaco (1835); a Fray Mamerto Esquiú, “Santo de la Constitución”, obispo de Córdoba y al último de los grandes caudillos, Angel Vicente Peñaloza, llamado “el Chacho”.

La descendencia de Juan Jufré se encuentra toda en Chile, pero la de su hermano Diego, teniente gobernador de Cuyo (1562), está en este lado de Los Anfes. Entre sus innumerables descendientes modernos, tenemos a Francisco Narciso Laprida, diputado por San Juan en el Congreso de 1816; a Telésfora Borrego, esposa de Narciso Benavídez, gobernador y caudillo de San Juan (1836-1854); a Antonio Bermejo que fue durante un cuarto de siglo presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (1905-1929); al presidente Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874); a Fray Justo Santa María de Oro y, con otros porteños, a Antonio Sáenz, primer rector de la Universidad de Buenos Aires (1821) y a Juan B. Justo, líder del socialismo argentino.
En cuanto a Cristóbal Luis, secretario de la gobernación de Chile, a donde llegó desde Chinchón, su familia que se conserva por varonía es la del citado Ernesto Guevara Lynch. Otros descendientes son José Ignacio Fernández de Maradona, diputado por San Juan a la “Junta Grande” en 1810; Telésfora Jurado, esposa de Juan Llerena, convencional de 1853, en tanto que Juan Agustín Maza fue diputado al Congreso de 1816.
Más pequeña es la descendencia de Aguirre, pero aún así figura en ésta: Pedro Francisco Uliarte y Marcelino Poblet, ambos diputados de la Junta Grande con el añadido de que Uliarte fue también miembro del congreso de 1816, al igual que Godoy Cruz, ya citado. Otro pariente, Ruperto Godoy, fue convencional en 1853.

Retengamos también, sólo para no omitir parentescos interesantes, que Diego de Villarroel, sobrino de Aguirre, sin participación directa en la empresa trasandina, es uno de los antepasados más importantes de la Argentina. Entre sus descendientes figuran –con cientos más de primer plano- los presidentes Nicolás Avellaneda y Julio A. Roca, además de María Eva Duarte, segunda esposa de Juan Domingo Perón.
La mayoría de los Quiroga vienen de Pedro Garzo de Castillón, II señor de Tor de Galicia , esposo de Emilia Vázquez de Quiroga, y abuelos del adelantado Rodrigo de Quiroga, casado con Inés Suárez, natural de Plasencia, famosa  por su valor y como amante de Pedro de Valdivia. La rama cuyana, que viene de su sobrino ya nombrado Rodrigo “El mozo”, tiene muchos descendientes ya mencionados. Entre los que no lo han sido, hay dos vicepresidentes de la República: Salvador María del Carril (1854-1860), convencional de 1853, Juan Esteban Pedernera (1860-1861) y el gran caudillo federal del interior Juan Facundo Quiroga, asesinado en 1835.
Para terminar este cuadro de múltiples y repetidos lazos de sangre recordaré que al menos cuatro grandes familias de conquistadores de Chile se conservan por varonía aquí y no allá. Dos han sido ya mencionadas: Luis de Guevara y Quiroga. Las otras dos son las de Hernández Pizarro, que ha tenido enorme actuación en la historia de Córdoba desde el siglo XVII y la de Olivos de Aguilera, cuyas ramas han descollado también, desde el siglo XVII, en Catamarca, Córdoba y Tucumán. Su fundador Pedro Olmos de Aguilera, llegado con su familia en 1551, desde Porcuna, murió en la batalla del Río de las Damas en 1599 y fue primo segundo nada menos que de Pedro de Valdivia.

GALERIA MULTIMEDIA
El presidente Domingo Faustimp Sarmiento descendiía del tronco familiar de Diego Jufré.
Juan Martínez de Rozas, un mendocino que tuvo un rol protagónico en Chile.
Valparaiso, antiguo muelle.
Valparaiso, el antiguo muelle Prats inmortalizado por el pintor Thomas Sommerscales.