Obreros del Porvenir. La historia de la mutual que creó una legendaria escuela de oficios

El siguiente artículo de Pablo Zama, fue publicado en El Nuevo Diario, edición 2150 del 28 de junio de 2025


La Escuela Obreros del Porvenir con su segundo piso construido antes de 1970.

Fue pensada para ayudar a la inserción laboral de los inmigrantes que llegaban a San Juan, principalmente de Italia y España. Pero el proyecto se expandió hacia distintos grupos sociales durante más de un siglo. La legendaria escuela de oficios de la provincia surgió de la idea del artesano Juan Onofre Aubone, quien hace 150 años fundó la Sociedad de Socorros Mutuos Obreros del Porvenir.
La mutual creada el 20 de junio de 1875 sigue vigente en la actualidad. Y en medio de otra crisis económica vuelve a ser faro para los desesperados que buscan una rápida salida laboral. En su mayoría, las carreras de la escuela Obreros del Porvenir tienen una duración de dos años. Los directivos notaron un importante incremento de inscriptos durante el 2025.
Además de aquella intención educativa, Aubone quiso “brindarles a los socios otras prestaciones: tenían distintos beneficios sociales, como servicios fúnebres o préstamos”, le explicó a El Nuevo Diario el presidente de la mutual, Alfio Berardinelli (39).
“Cuarenta años más tarde, en 1915 (10 de agosto), vio la necesidad de fundar la escuela anexa de capacitación laboral”, aclaró quien fue elegido al frente de la sociedad el sábado 14 de junio, en un año histórico para la institución (como secretario asumió Lucas Moncunil). Su antecesor fue Juan Rodríguez, que estuvo dos años.
La única especialidad que sobrevivió de aquellos tiempos fue carpintería. También tenían corte y confección. Con el tiempo “las especialidades fueron evolucionando acorde a los avances de la actualidad”.
Juan Enrique Güell (69), un socio vitalicio que fue presidente de la mutual, recordó que estudió y enseñó “radio y televisión” (reparación de los aparatos) y que “ahora enseñan electrónica general e industrial”. “Antes daban clases de telegrafía y teletipo. Después pasó a ser computación”, dijo.

El gobernador Américo García y su vice Alberto Correa Moyano de visita en el curso de Dibujo Arquitectónico, en 1958.


Cómo se financian

Tanto la mutual (que está un escalón más arriba en la línea de conducción) como la escuela se nutren del pago de la cuota de los alumnos. Pero la primera también recibe una cuota societaria de los docentes, porque todos los profesores son socios de la institución.
“A los alumnos se les cobra una inscripción de unos 30 mil pesos, que se paga una sola vez. Las cuotas son mensuales y rondan los 17 mil pesos. Los aumentos se hacen cuando los aprueba el Ministerio de Educación de la provincia”, explicó Ricardo Echegaray (61), director de la escuela que depende de la Dirección de Educación Privada. El vicedirector es Rubén Martínez.

Mientras que la cuota societaria es cercana a los $7000, indicó Berardinelli. Actualmente hay 42 docentes y a principios del 2025 se inscribieron más de 650 alumnos (en los últimos años notaron que empiezan casi 700 y terminan unos 500). “Normalmente casi todas las carreras tienen alrededor de 50 alumnos por curso”, apuntó Echegaray. La sociedad también recibe dinero de donaciones y su finalidad “es sostener a la escuela anexa”.
Güell contó que en los primeros años hubo hasta 5000 socios que colaboraron con la institución. Además, recordó que en 1978, cuando empezó a estudiar, hubo récord de inscriptos: 1200 alumnos. Cuando fue presidente (también se desempeñó como director interino y vicedirector de la escuela), en la peor época que le tocó se anotaron solo 350 alumnos.
Con la cuota de los estudiantes realizan el mantenimiento del edificio, compran herramientas, reparan las maquinarias y pagan el sueldo al personal de maestranza y administración. Los docentes cobran su salario del Estado.

Clase de Dibujo Lineal en la Escuela Obreros del Porvenir, en 1953.

Los oficios más elegidos

El director de la escuela reveló que las carreras más buscadas son principalmente “Mecánica del automotor y Refrigeración y aire acondicionado, que hoy es la vedette”. También tienen buena matrícula en “Electricidad domiciliaria e industrial, Electrónica y Gastronomía”, entre las 12 especialidades con las que cuentan.
También dijo que “muchos de los egresados” que los van a visitar les cuentan que “consiguen trabajo rápidamente en algunas empresas”. Además, apuntó que tuvieron “muchísimos alumnos que estaban cursando en la facultad y llegaban a la escuela”. Principalmente lo que buscaban los universitarios eran “las prácticas más amplias”, como un complemento a sus carreras de “Ingeniería Electromecánica, Electrónica o Eléctrica”.

Estudiantes y docentes junto a los materiales en un aula taller.


Estudiantes en plena clase teórica


El edificio

La casona en la que funcionan, en avenida Alem entre Córdoba y General Paz, fue donada por una persona en los inicios de la escuela que tiene 110 años. Hoy ese edificio tiene 80 espacios para la enseñanza, entre talleres y aulas, informó Echegaray. Además, cuenta con un patio central y uno más chico, un salón de actos, una biblioteca, un kiosco con buffet, un sector de sanitarios para hombres y dos para mujeres. “Todavía hay espejos que tienen más de 120 años”, contó Güell.
“La sociedad ocupaba casi toda la manzana. Pero con el devenir de los tiempos, como se crearon tantas mutuales y aparecieron tantos gremios, se fue mermando la cantidad de socios y fueron perdieron terreno. Todo lo que hoy es Goldstein antes era de la sociedad”, recordó el docente jubilado que ingresó a trabajar en la escuela en reemplazo de Felipe De Los Ríos, que después fue ministro de Educación.
El profesional estimó, además, que la institución tuvo más de 50 presidentes a lo largo de su historia y aseguró que en los comienzos hasta había una orquesta de Obreros del Porvenir.
El hombre que estuvo 10 años como presidente (se eligen cada dos años pero la reelección es indefinida y hubo casos como el de Juan Miguel Siri que estuvieron dos décadas en el cargo) contó que en los comienzos “la escuela abarcaba hasta la mitad de la calle Alem, donde está el boulevard”. Pero en el terremoto de 1944 “se cayeron muchas estructuras”. Entonces consiguieron dinero y antes de 1970 reconstruyeron la parte dañada y agregaron una planta alta.

Los socios Marcos Turchetti y Segundo González izan la Bandera en el 20 de junio de 1975 en la Escuela Obreros del Porvenir


De todas las edades

En la escuela Obreros del Porvenir cursan de lunes a viernes de 21:30 a 22:40. Ese horario fue puesto para que puedan acceder los trabajadores cuando terminan con su jornada laboral. Algunos piden permiso para entrar un poco más tarde, una vez que finalizan con sus tareas diarias. “Últimamente hubo un incremento de mujeres. Hay un 70% de hombres y 30% de mujeres estudiando”, estimó Echegaray.
Para ingresar solo piden que los alumnos tengan la escuela primaria completa. Entonces hay estudiantes que tienen 12 años y otros que son ancianos. “Tuvimos hasta gente jubilada, de 60 o 70 años”, aseguró el director.
“Hubo egresados que habían sido jueces, ya jubilados con 70 años, en carpintería”, recordó Güell. En un tiempo también fue a estudiar un importante empresario automotriz, que eligió el perfil bajo para no difundir el cargo que ocupaba, contaron.
“En un principio, cuando se formó la sociedad querían participar en política. Uno de los primeros diputados obreros fue Pedro Salvatierra. Después tuvimos al diputado -Luis- Quito Martínez y a Juan Carlos Rojas, que fue docente y después gobernador de San Juan”, detalló el expresidente, quien además explicó que “en un principio la mayoría de los integrantes de la comisión eran de origen socialista”.

Estudiantes en el desfile por la “Semana de la enseñanza privada”, el 17 de septiembre de 1974.

Rasgo solidario

Tanto Berardinelli como Güell destacaron la solidaridad que hay en la mutual. “Los socios pintan la escuela cuando es necesario y si se rompe una puerta el carpintero la arregla. Los alumnos de electricidad estudian mejorando las instalaciones”, resaltó el joven ingeniero civil.
Güell, por su parte, contó que en el grupo de artesanos que empezó con la mutual “cada uno tenía su oficio. Eran gente muy solidaria y se ayudaban entre ellos para que todos tuvieran casa y un buen pasar”. “El que era albañil le ayudaba al otro a construir su casita, el electricista colaboraba con esa parte y el carpintero con lo suyo”, aseguró.
“Cuando entré a trabajar, la gente más grande me contó que antes cuando ingresaba un docente nuevo y todavía no era reconocido por el ministerio (estaba tres o cuatro meses sin cobrar) entre todos ponían unos pesos y le pagaban el sueldo. Después, cuando cobraba, el docente empezaba a devolverlo de a poco”, narró el jubilado.

De traje. Así iban a estudiar a la escuela en otra época.

Las carreras y sus duraciones

-Administración contable - auxiliar administrativo, liquidador de sueldos e impuestos, operador de pc (2 años).
-Dibujo publicitario (2 años). 
-Gastronomía profesional (2 años).
-Industria de la madera - carpintería general (2 años).
-Especialización en revestimiento, lustrado y torneado de la madera (1 año).
-Curso de reparador de pc (1 año).
-Electricidad domiciliaria e industrial (2 años).
-Electrónica general e industrial - especialización en audio y video - mantenimiento de pc (2 años).
-Mecánica del automotor (3 años).
-Metal mecánica (1 año).
-Tornería mecánica (2 años).
-Refrigeración y aire acondicionado (2 años).


El cuadro de Juan Onofre Aubone que guardan en la Escuela Obreros del Porvenir.

Quién fue Juan Onofre Aubone

El fundador de la Sociedad de Socorros Mutuos Obreros del Porvenir, Juan Onofre Aubone, fue un carpintero ebanista. Un artesano nacido en San Juan pero de ascendencia italiana que puso el ojo en los inmigrantes para darles una oportunidad en suelo argentino.
“Tenía el objetivo de capacitar a las personas en distintos oficios”, aseguró el presidente de la mutual, Alfio Berardinelli. Mientras que el socio vitalicio Juan Güell describió a Aubone como miembro de “una familia humilde y trabajadora”. “La primera comisión se armó en su casa, que estaba por avenida Córdoba, en Capital”, aclaró.

Todos los socios vitalicios
César Juan Bustamante, Pablo Eusebio Rodríguez, José Antonio Guzmán, Roberto Alejandro Díaz, Nelson Nicolás Díaz, Roberto Jorge Cicchetti, Juan Carlos López, Juan Enrique Güell, Susana Isabel Mamoni, Víctor Horacio Lucero.

La organización

La comisión directiva de la Sociedad de Socorros Mutuos Obreros del Porvenir está compuesta por un presidente, un secretario, un tesorero, un vocal primero, un vocal segundo y dos suplentes. Además, hay una comisión de revisores de cuentas, que tiene tres titulares y tres suplentes, para controlar la labor de la comisión directiva.


“Este año y el año anterior hemos tenido una explosión de alumnos. En el inicio del 2025, cuando arrancaron las inscripciones, casi todas las especialidades estaban llenas”. Ricardo Echegaray - director de la Escuela Obreros del Porvenir.

“Somos una mutual de muy bajos recursos. Pero lo que nos ha mantenido es el espíritu obrero. Todo lo que se ve en la institución es gracias a los socios y a las generaciones que han ido pasando”. Alfio Berardinelli, presidente de la mutual.

“Era estudiante cuando se enfermó mi papá. En abril de 1981 entré como docente y en diciembre falleció. Para mí fue una salvación la escuela, porque en ese momento yo no tenía otra cosa para defenderme”. Juan Güell, expresidente de la mutual.

“Yo soy de la primera promoción de la carrera de Refrigeración. Estudié ahí entre 2014 y 2015. Me ayudó mucho la escuela, porque trabajé en eso desde que iba a primero hasta hace un par de años. Gracias a eso pude ponerme un negocio”. Juan Oyola, egresado de la escuela.