La casa fundacional de la ciudad del futuro

Es la que perteneció a Domingo Krause, quien fundó la villa que lleva su nombre y es la cabecera del departamento Rawson. Hoy allí funciona un comedor

 Detrás del techo de la casona asoma el molino que supo sacar agua de las entrañas de la tierra para suministrar a los primeros vecinos y a los animales que llevaban las carretas hacia el Sur de la provincia. La añeja madera de las puertas y las ventanas, como sus bisagras y las rejas, son originales de la casa ubicada sobre la avenida Mendoza al 4357, metros al Sur de Boulevard Sarmiento. Allí resaltaba el cartel “La Negrita Argentina” que daba nombre al comedor que funcionaba en esa vivienda que perteneció al mismísimo Domingo Krause, quien donó el terreno de 175 hectáreas y planificó a Villa Krause con su Stadium –hoy club Unión-, la iglesia, la policía, la escuela y la llamó la “Ciudad del Futuro”.

Debajo del cartel del comedor, arriba de la puerta doble de la entrada a la casa, estaba el cartel labrado a martillo y fragua que rezaba: “1855 – Buen retiro de Domingo Krause”, el cual supo ser un emblema de la Ciudad de Rawson. El cartel estaba protegido con un techo de madera que protegía la entrada, el cual estaba decorado con molduras de madera talladas a mano.

Esa puerta de entrada, con un tradicional llamador de bronce en lugar de un timbre, marcaba la distribución de la emblemática casona: un hall del que cuelga una antiquísima araña de hierro, una habitación a cada uno de sus lados, con los ventanales que daban al frente, un baño y una cocina. Cada uno de esos ambientes tenía mesas y sillas en el que servían lomitos, pastas y pizzas.

Esos ambientes estaban decorados con cuadros y detalles de colección. Uno de ellos era un “aviso de la policía”, publicado por un diario porteño el 8 de marzo de 1836, el cual decía lo que estaba, y lo que no, permitido. Otro que llamaba la atención es el que rezaba “Los 10 mandamientos del vino”. Además, en el lugar había antigüedades, como una vieja plancha de hierro que se calentaba con brazas, faroles de luz a combustible y una vieja máquina registradora.

Los ambientes estaban iluminados con arañas de hierro, madera y candelabros. Y todo el fondo de la casona se conectaba con esos ambientes con una gran abertura. En esa parte trasera supo funcionar una especie de comedor de verano.

Sin embargo, en ese fondo hay un tesoro de los rawsinos: el molino que proveyó de agua a los primeros habitantes de la Villa Krause. Sus aspas dan la sensación de esperar su momento de gloria abandonada a un costado del pie del molino.

Contrastando esa imagen de antaño, por encima del techo de la casona, compitiendo en protagonismo con el molino, asomaba una pequeña caja plástica: es la antena de internet que se conectaba al sistema gratuito que proveía el  municipio de Rawson y le permitía una conexión wi fi para los clientes del comedor “La Negrita Argentina” que funcionaba en las habitaciones que supo vivir Domingo Krause.


 El ahijado de Sarmiento que trajo el tren desde Serrezuela
Hijo de un inmigrante alemán, Domingo Krause llegó a la provincia en el primer ferrocarril proyectado y construido por técnicos argentinos, ya que el existente hasta ese momento en la provincia era una línea concesionada a los ingleses, la Buenos Aires al Pacífico. Lo hizo el 20 de marzo de 1904, en una locomotora cubierta con la bandera argentina que provenía desde Serrezuela, Córdoba.

Los estudios del trazado habían estado a cargo de Domingo Krause y se habían iniciado en 1899. Posteriormente fue designado Director de Construcción de estas obras y Perito del Gobierno para materializar las expropiaciones necesarias para el tendido de las vías.

Incluso Krause proyectó una variante para hacer pasar el tren por Valle Fértil, lo que finalmente no se concretó. Mientras hizo ese estudio, proyectó la construcción del dique que hoy se conoce como San Agustín.

Domingo y su hermano Faustino eran ahijados de Domingo F. Sarmiento. Una vez instalado en San Juan, Domingo Krause compró las 175 hectáreas que en ese momento se ubicaban en el departamento Pocito. En esa tierra proyectó la creación de lo que él llamaba la “ciudad del futuro”. El 12 de octubre de 1913 vio concretada esa idea que tenía en planos con un edificio administrativo –la municipalidad-, una plaza, una iglesia, el stadium, un edificio para el correo, una escuela y la comisaría, entre otras cosas.

En 1942 en la provincia se hizo una reforma político-administrativa y se creó el departamento Rawson y recién ahí se cumplió el sueño de Domingo Krause: se designó a la Villa Krause que él fundó como la cabecera de ese departamento. Pero él no lo vio: falleció en 1941 cuando Villa Krause era una parte de Pocito.

Fuente: tiempodesanjuan.com
Redacción Periodística: Gustavo Martínez Puga.  Fotografía: Raúl Iturrieta

Ver artículo de Fundación Bataller:
- Krause, una familia de origen sajón fundadora de Villa Krause
      

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Buen retiro de Domingo Krause. Esa es la leyenda que tenía sobre la puerta de ingreso a la residencia. (Fuente: tiempodesanjuan.com)