Los oficios que se llevó el tiempo

Los avances tecnológicos hicieron que muchos oficios fueran desapareciendo. Algunos de ellos eran muy populares y daban trabajo a mucha gente. Quizás aún en un barrio, o un departamento lejano pueden encontrarse todavía algunos de estos trabajadores. Pero son la excepción que confirma la regla. En este artículo, Juan Carlos Bataller nos muestra algunos de los oficios que desaparecieron.



Los carreros

Hasta principios de los años 30 del siglo XX era común la presencia de carreros en la provincia de San Juan. Buena parte del transporte se hacía en carros. Por ejemplo había cuadrillas municipales para recolectar la basura, otros se dedicaban al transporte de uva y hasta había quienes hacían transportes hasta los departamentos y a otras provincias. Esta foto es de los años ‘20 y muestra los carros que traían uva al establecimiento Cinzano.
(Foto de la empresa Cinzano publicada por María Rosa Ridl Ciancio en su libro Cinzano en San Juan)






El cuarteador

Este era un oficio que murió cuando se construyeron los puentes sobre el río San Juan. Anteriormente, y en especial en las épocas de crecidas podía verse a decenas de hombres a caballo que ayudaban a cruzar el río a los vehículos. Por supuesto cobraban unos pesos por la gauchada.








Artistas de radioteatro

La televisión significó el fin de los radioteatros, un género que no sólo tenía gran audiencia a través de la radio sino que convocaba multitudes cuando las compañías se presentaban en distintos lugares de la provincia. En esta foto aparecen Alberto Vallejos y Ernestina Romero en un pasaje de la obra Martina Chapanay.
(Foto proporcionada por el matrimonio de Ernestina Romero y Armando Castro)








El afilador

Otro oficio casi perdido: el afilador de cuchillos y tijeras. Era un trabajo ambulante. La presencia del afilador se anunciaba con el sonido de una armónica. (Foto proporcionada por Ricardo Prieto)












La afeitada

La peluquería, en la primera mitad del siglo XX, tenía un atractivo especial para los hombres. No se hacían modelados ni cortes a navaja, los que vinieron después. Pero la afeitada con paños calientes o fomentos para ablandar la barba, a la que seguía el enjabonado con brocha y la afeitada con navaja, constituía para algunos caballeros un rito diario. Esta foto es de 1924 y aparece don José Di Lorenzo afeitando a un cliente en su peluquería, que estaba ubicada en calle Mendoza entre Mitre y Santa Fe, donde después estaría Casa González. (Foto proporcionada por Arquímides Di Lorenzo)





Los toneleros

Un oficio que se ha perdido y que en las primeras décadas del siglo XX tuvo muchísima importancia en las bodegas sanjuaninas: el de tonelero. En la foto aparece la sección tonelería de la Bodega Colón. En el centro de la foto, de traje y sombrero, se observa a don Santiago Graffigna.
(Foto proporcionada por Belecha Barassi).






Conductores de mateos

Hasta los años 70 del siglo XX se podía ver alguno circulando por las calles, pero con la llegada del automóvil había comenzado una lenta retirada de los mateos o coches de plaza. El colectivo y el taxi suplantaron como medio de transporte al carruaje tirado por caballos y sus conductores debieron cambiar de oficio.











Los linotipistas

Si hubo un sector que cambió radicalmente, ese fue el de las comunicaciones. La radio, la televisión y los diarios modificaron rotundamente sus formas de elaborar contenidos. Es así como muchos oficios desaparecieron o se transformaron. Entre ellos el de linotipista, característico de los diarios de hechura en plomo caliente, hoy suplantado por la composición en frío a través de la computadora. En esta foto aparece Ricardo Bustos, quien hoy cumple el mismo oficio que en sus épocas de linotipista pero utilizando una computadora. (Foto proporcionada por Ricardo Luis Bustos)







Las telefonistas

El teléfono llegó a San Juan en la primera década del siglo XX. En realidad eran unas pocas líneas que se comunicaban a través de telefonistas que conectaban clavijas y a veces demoraban hasta horas para que se concretara la llamada que uno pidió y que se desarrollaba en medio de ruidos e interrupciones. Con el tiempo las conexiones en la ciudad fueron mejorando pero los llamados a larga distancia siguieron haciéndose por medio de operadoras los años 90.




El lechero

El lechero —y en menor medida el panadero— eran visita cotidiana en toda casa. La leche se producía en tambos sanjuaninos o llegaba desde otras zonas del país en el ferrocarril hasta la usina ubicada en la Avenida Córdoba y las vías. Desde allí la sacaban los lecheros en sus característicos tachos y las repartían a los hogares. De aquellos tiempos, antes que se popularizara el sachet quedó en la memoria colectiva aquello de "echarle agua a la leche".







El kerosenero

El kerosene era un combustible muy común en los hogares sanjuaninos antes que llegara el gas. Las estufas, las cocinas, los calentadores, los calefones y hasta alguna heladera funcionaban con kerosene. Y hasta los años 60 podían verse algunos repartidores con sus camiones tanques haciendo el reparto.



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Imágenes y voces de los trabajadores urbanos


GALERIA MULTIMEDIA
Esta foto es de los años ‘20 y muestra los carros que traían uva al establecimiento Cinzano. (Foto de la empresa Cinzano publicada por María Rosa Ridl Ciancio en su libro Cinzano en San Juan)
El cuarteador, oficio que murió cuando se construyeron los puentes sobre el río San Juan.
En esta foto aparecen Alberto Vallejos y Ernestina Romero en un pasaje de la obra Martina Chapanay. (Foto proporcionada por el matrimonio de Ernestina Romero y Armando Castro)
La imagen muestra el afilador de cuchillos y tijeras. (Foto proporcionada por Ricardo Prieto)
Esta foto es de 1924 y aparece don José Di Lorenzo afeitando a un cliente en su peluquería. (Foto proporcionada por Arquímides Di Lorenzo)
En la foto aparece la sección tonelería de la Bodega Colón. En el centro de la foto, de traje y sombrero, se observa a don Santiago Graffigna. (Foto proporcionada por Belecha Barassi).
Conductores de mateos hasta los años 70 del siglo XX se podía ver alguno circulando por las calles.
En esta foto aparece Ricardo Bustos, quien hoy cumple el mismo oficio que en sus épocas de linotipista pero utilizando una computadora. (Foto proporcionada por Ricardo Luis Bustos)
El teléfono llegó a San Juan en la primera década del siglo XX.
El lechero eran visita cotidiana en toda casa.
El kerosene era un combustible muy común en los hogares sanjuaninos antes que llegara el gas.
Esta foto es de 1924 y aparece don José Di Lorenzo afeitando a un cliente en su peluquería,
Los toneleros de la Bodega Colón junto a don Santiago Graffigna, quien está en el centro de la foto.