Una fuga con rehenes que conmocionó la provincia

Un juez, un cortista, cinco periodistas, funcionarios y gardiacárceles, fueron tomados como rehenes por un grupo de peligrosos delincuentes que finalmente huyó del penal de Chimbas. La inseguridad se vivió como nunca en la calles de San Juan y el temor que se Inició en Chimbas en la tarde del miércoles continuó de madrugada con un despliegue policial pocas veces visto, en las inmediaciones del barrio Aramburu.

El mes de diciembre es particularmente caluroso en San Juan. Poca gente se atreve a salir a la calle en las horas de la siesta. Nadie imaginaba que aquel 3 de diciembre de 1.999 sería un día especial. Mucho menos las autoridades provinciales que tras ocho años de gobierno peronista se aprestaban a entregar el poder al electo gobierno de la Alianza.

En la redacción de Radio Sarmiento la periodista Patricia Moreno recibió un llamado telefónico. Similares llamado se recibirían luego en las redacciones de Canal 8 y Diario de Cuyo. Relato de Patricia.

15.30:
Familiares de los reclusos llaman a los medios de comunicación para avisar del motín en el Penal de Chimbas y que ya habían tomado como rehenes a 3 guardiacárceles. Se conectan con LV5 en primer lugar, y posteriormente con Canal 8 y Diario de Cuyo.

Un gravísimo motín se produjo en las primeras horas de la tarde del 3 de diciembre de 1.999 en el Servicio Penitenciario Provincial, cuando un grupo de internos fuertemente armado con granadas de mano, pistolas y fusiles FAL, decidió amotinarse en el interior del recinto, reclamando la presencia de las autoridades del lugar para exigir celeridad en los trámites judiciales.

La situación se tornó en extremo peligrosa cuando los reos tomaron como rehenes a un grupo de periodistas, entre los que se encontraba los periodistas Patricia Moreno de El Nuevo Diario y Radio Sarmiento, María Silvia Martín de Canal 8, su camarógrafo, Carlos Taillant, el cronista policial Eduardo Manrique y el fotógrafo Orlando Arias, ambos de Diario de Cuyo.

Los incidentes comenzaron sobre las 14.30. Un relato de los mismos internos dice que las protestas comenzaron ante la indiferencia de los guardiacárceles cuando un preso fue herido con una punta. Los internos decidieron entonces retener en el pabellón a los custodios. No sólo les quitaron las armas sino que además, intentaron huir en masa por los fondos. Allí se produjo un tiroteo del que resultaron heridos no menos de cinco presos y tres custodios.

Los internos se replegaron y a través de los equipos de comunicación de los guardiacárceles o de celulares, solicitaron la presencia del juez de turno.

Algunos familiares recibieron llamadas desde adentro del penal para que se comuniquen con la prensa.

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Sobre las 17 arribó el juez de instrucción Agustín Lanciani. Al lugar también llegó el procurador Luis Salcedo Garay. Los presos dijeron que querían reclamar por sus causas y entregarle al juez las armas. Esperaron unos minutos porque hasta ese momento la única periodista que había llegado era Patricia Moreno. Cuando ingresaron Lanciani, Patricia Moreno, María Silvia Martín, Taillant, Manrique y Arias, los presos los dirigieron al sector de enfermería donde les informaron que serían tomados de rehenes.

A partir de ese momento se inició una serie de transmisiones radiales, que tuvieron como principal protagonista a Patricia Moreno, en ese momento trabajando para Radio Sarmiento. Luego sabríamos que algunas de las transmisiones se habían hecho con pistolas apuntando al cuello.

Los presos solicitaban más armas y una movilidad tipo Traffic con combustible para darse a la fuga.

Los rebeldes estaban comandados por un grupo de 12 reos apoyados por el resto de la población carcelaria, quienes portaban todo tipo de puntas y elementos cortantes. A esa altura se estaban agolpando en las puertas del penal los familiares de los presos y una gran cantidad de periodistas.

Alejandro Romero, uno de los voceros rebeldes, manifestaba a viva voz a los periodistas apresados, “no tenemos nada que perder, queremos una movilidad para irnos con los rehenes... después los vamos a soltar… pero si vemos un solo patrullero explotamos todos porque tengo una granada”, sembrando el pánico y la angustia entre los presentes y los que, prendidos a sus radios, estaban escuchando.

El ministro de Gobierno, Tulio Del Bono, hizo su aparición después de tres horas de iniciado el suceso, pasadas las 19, ante el desesperado pedido del juez Lanciani por apurar los trámites para que llegara la Traffic solicitada por los reos, ya que los ánimos se estaban recalentando.

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Si algo demostró el motín fue lo poco organizado que estaban las diferentes fuerzas de seguridad para afrontar un situación extrema. Sólo estaba clara la instrucción de facilitar la huida para que nadie salga herido. Pero en cuanto a la negociación cada uno intervino como pudo.

Lanciani trataba de ofrecerse a cambio de los periodistas, algunos guardias también se pusieron a disposición. Salcedo Garay advertía sobre la demora. Marinero esperaba la decisión de Del Bono y el ministro aparentemente no respondía sobre cómo harían con la movilidad.

De las negociaciones participaron primero Lanciani, el prefecto Rafael Rojo, del servicio penitenciario y Luis Salcedo Garay, todos rehenes. También estuvieron el arzobispo, el cortista Carlos Eduardo Balaguer y hasta el ex interventor del servicio penitenciario, Rodolfo Torres.

Finalmente llegaron los chalecos, más tarde las armas, una ametralladora, dos Itaka y algunas 9 milímetros. También se movilizó Ia Traffic y un Falcon. Hasta el último minuto no se sabía con quiénes huirían los presos.

Tan al extremo llegó la situación que mientras algunos amotinados les ordenaban subir a los periodistas, Torres les ordenó correr hacia el portón, cosa que hicieron, tras lo cual sólo Lanciani, Rojo y Balaguer quedaron como rehenes al momento de la salida:


Barrio tomado: pánico en el Aramburu
La salida de los rehenes fue cinematográfica. Policías que gritaban e imploraban que no tomaran fotos y apagaran las luces de las cámaras, para evitar que un destello sea confundido con un disparo. Periodistas, familiares de presos, policías y curiosos agazapados tras los árboles y los autos. Los presos salían fuertemente armados y nadie podía predecir cómo reaccionarían.

Entre la multitud, una angustiada Sonia Fanton también se hizo presente “para solidarse con los periodistas y rezar por ellos”, según dijo luego. Dirigiéndose a toda velocidad hacia el este, finalmente a las 21.10 Ia Traffic y el Falcon del servicio penitenciario salieron por avenida Benavídez. Nadie los seguía y la policía se limitaba a cubrir sigilosamente los puntos estratégicos de circulación en espera de una señal que orientara la búsqueda posterior. La señal llegó desde el barrio Aramburu. Allí los presos dejaron a los rehenes y las movilidades y se dispersaron.

Evidentemente la rebelión interna había sido planificada. Pero los auxilios externos no. Unos robaron un Renault 12 para continuar la fuga. Otros robaron un Polo. Uno fue atrapado escapando en bicicleta y dos negociaron su entrega reteniendo a una familia del barrio.

Al filo de la medianoche llegaba otra sorpresa. Los presos que escaparon no eran 12, como en principio se creía ya que ese era el número de los que estuvieron con los rehenes. El recuento oficial indicaba 26 presos menos en el penal.

EI resto se esparció por todos lados y muchos a pie. El pánico se adueñó de tal modo de los habitantes del barrio Aramburu que los teléfonos de las radios y de la policía se saturaron de desesperados llamados de vecinos dando cuenta de más datos o bien preguntado qué tenían que hacer. Hasta algunos se preocuparon de saber si en la escuela del lugar se dictaría clases.

El mensaje de Escobar
A las 20,20 el gobernador Jorge Escobar envió un mensaje a través de la radio en el que señalaba que “he dado instrucciones precisas de que se les entregue la movilidad Trafic que han solicitado para que puedan salir. El Consejo de Seguridad ha avalado esta decisión y también la Corte de Justicia. Quiero decirles que asimismo el obispo Italo Di Stéfano va a conversar con los internos, porque aparte de la movilidad han pedido chalecos antibalas y armas, entonces el obispo quiere hablar y me parece muy importante que lo haga, para interceder, porque también va con un ministro de la Corte de Justicia… así que si me están escuchando adentro del penal, por favor, que reine la calma, ... y que una o dos o tres personas salgan a hablar con monseñor, ya que les va a transmitir algunas cosas que personalmente he hablado con él...”


Cronología de los hechos
15.30:
Familiares de los reclusos llaman a los medios de comunicación para avisar del motín en el Penal de Chimbas y que ya habían tomado como rehenes a 3 guardiacárceles. Se conectan con LV5 en primer lugar, y posteriormente con Canal 8 y Diario de Cuyo.

17.30:
Ingresan al penal, el, juez Agustín Lanciani, los periodistas Patricia Moreno, María Silvia Martín y Eduardo Manrique, el camarógrafo Carlos Taillant y el fotógrafo Orlando Arias como también Rafael Rojo, jefe de los guardiacárceles, y Luis Salcedo Garay. Se dirigen al pabellón donde se encuentran los amotinados. Los presos piden “garantías” y manifiestan que tienen armas.

18.00:
Piden una Trafic para salir del penal tomando como rehenes a las personas que habían ingresado con Lanciani. Amenazan con que si los sigue un patrullero policial hacen volar todo.

18.15:
El juez Agustín Lanciani se comunica con el jefe de policía, Dante Marinero, quien se compromete a enviarle de inmediato la movilidad, las armas y los chalecos antibalas solicitados y la garantía de que no los van a seguir… EI reclamo de los reclusos es por “las demoras judiciales” en sus respectivos procesos. El gobernador Escobar y el Consejo de Seguridad deciden preservar la integridad física de los rehenes y aceptar las condiciones de los presos. 19.00: Los rehenes se encuentran en buenas condiciones y siguen esperando el arribo de la movilidad y las armas. El doctor Lanciani pide en forma urgente la Trafic para calmar los ánimos dentro del penal.

19.10:
Llega a la penitenciaría el ministro de Gobierno, Tulio del Bono después de casi 3 horas de iniciado el motín. 19.35: Siguen esperando la movilidad para salir y los rehenes se comunican para informar que están en buen estado. 20.00: El gobernador Escobar manifiesta que “hay que preservar la vida de los rehenes” y a solicitud del primer mandatario, el arzobispo Italo Di Stéfano toma contacto y dialoga con los presos. También fue decisiva la intervención del ex interventor del penal Rodolfo Torres, para liberar a los primeros rehenes. Además llegan a la penitenciaría algunos miembros de la Corte, entre ellos Carlos Balaguer.

20.30:
Es inminente la salida del penal en la movilidad solicitada. 20.55: Salen del pabellón del penal Patricia Moreno y María Silvia Martín, quienes son utilizadas como escudos humanos para que uno de los reclusos tome las armas solicitadas. Posteriormente, liberan a Orlando Arias, fotógrafo de Diario de Cuyo; a Eduardo Manrique y a Carlos Taillant, camarógrafo de canal 8.

21.10:
Sale Ia Trafic del penal y un Falcon gris con rumbo desconocido llevando como rehenes a Agustín Lanciani, Rafael Rojo y el miembro de la Corte, Carlos Balaguer. Los reos salen con armas de grueso calibre.

21.30:
Liberan a los últimos 3 rehenes.

21.40:
Comienza una verdadera cacería en el barrio Aramburu, donde los reos se habían dispersado.

23.30:Se confirma que los presos que huyeron son 26.


Qué pasó tras la toma
>A cinco kilómetros al este del penal abandonaron la Trafic y algunos de ellos abordaron un Volkswagen Polo rojo cuyo conductor sería un cómplice. Otros huyeron a campo traviesa. Los investigadores creyeron entonces estar ante un elaborado plan de fuga.

>En la medida en que se alejaban del penal en esos dos vehículos, los fugados dejaron en el camino a sus rehenes, los que fueron encontrados por la policía, en la ruta, sanos y salvos.

>Tras una espectacular persecución por las afueras de la ciudad, en la que hubo tiroteos y escenas de pánico entre los vecinos, la policía logró recapturar a siete de los 26 evadidos.

>Uno de los recapturados  intentó huir en bicicleta.

>Otros dos cubrieron su fuga a balazos frente a la Casa de Gobierno, pero debieron entregarse tras un prolongado intercambio de disparos.

>Uno de los momentos de mayor tensión se vivió en una modesta vivienda del barrio Aramburu, cuando otros dos evadidos ingresaron a punta de pistola y tomaron como rehenes a sus ocupantes. El episodio duró allí casi una hora, luego de lo cual los malhechores se entregaron.

>La psicosis había ganado a la población de San Juan desde que se conoció la fuga masiva.

>En varios edificios escolares se vivieron tensas situaciones. En el colegio situado en San Miguel e Irigoyen, departamento Rivadavia, los alumnos observaron una actitud sospechosa de dos individuos y avisaron a la policía. Cuando llegó un patrullero, los sospechosos escaparon hacia una villa. Hubo un tiroteo. Uno de los delincuentes fue apresado, pero no se trataba de un evadido de la cárcel de Chimbas. Quedó detenido por averiguación de antecedentes.

>Episodios parecidos, aunque menos violentos, se generaron en las escuelas Alas Argentinas y Monseñor Orzali, ambas de Rawson, y en la Escuela Superior Sarmiento, de esta ciudad.

>La policía mantuvo la recomendación a la gente para que tenga las puertas de sus casas cerradas todo el día y advierta a la comisaría más cercana ante cualquier acto extraño.

>Osvaldo Masman y Ernesto Galleguillo fueron recapturados por la fuerza de seguridad en la localidad de Quinto Cuartel, a unos 35 kilómetros de la capital provincial. Era de madrugada y se entregaron sin luchar, según fuentes policiales.

>Al mediodía llegó la comisión policial sanjuanina que trasladó a los seis delincuentes atrapados en la localidad fronteriza de San Gabriel, departamento Lavalle, en la provincia de Mendoza.

>El titular de la policía local destacó la acción de los policías colegas del Nuevo Cuyo. Mendoza movilizó más de un centenar de efectivos en las tres entradas de la provincia: Jocolí, El Puerto y la ruta Calingasta-Uspallata, desde San Juan. En San Luis se dispuso reforzar con casi cien efectivos el puesto fronterizo de Las Trancas. Se trataba de Lucio Brizuela, Jorge Ibáñez, Alberto Sánchez, Matías Bigorano, Oscar Naveda y Juan Manuel Ortiz, que fueron trasladados en una Trafic con cinco custodias en su interior.

>El jefe de policía, comisario Dante Marinero, exhibió a los periodistas los elementos secuestrados a los delincuentes por la policía de Mendoza. Se observó una ametralladora, tres fusiles FAL, un revólver pequeño, dos cargadores, "puntas" fabricadas en el penal y chalecos antibalas. Marinero dijo que no les encontraron drogas ni psicotrópicos.

>En el Servicio Penitenciario Provincial se vivieron momentos de confusión a la hora de las visitas, pues un grupo de casi treinta mujeres exigía ingresar a ver a sus maridos o novios, mientras unos cuarenta guardiacárceles efectuaban una minuciosa requisa entre los internos.

>Encontraron 25 "puntas" de distinto tamaño, que llegaban hasta los cuarenta centímetros de largo. En un verdadero trabajo artesanal, los presos se las arreglaron para darles filo y hasta hacer ranuras en las hojas, para provocar heridas cortantes en caso de algún enfrentamiento.

>Se secuestraron cables, cordones de calzados y tiras para sujetarlas. Un par de "puntas" tenían como mango encendedores de plástico.

>El director del instituto, Eleodoro Cortés, suspendió algunos beneficios, como los televisores y los radiograbadores que solían tener los internos.

>Pero todavía quedaban otros delincuentes en fuga.  Entre los nueve fugados que aún estaban en libertad, había varios considerados de extrema peligrosidad, como Miguel Angel "El Taza" Albornoz, Alberto Peiretti, Fabricio Salinas y Rodolfo Toledo.

>Se sabía que los fugados estaban armados con escopetas y ametralladoras y la policía presumía que se escondieron en algún "aguantadero" del Gran San Juan. También seguian en libertad Pablo Ferrer Kuic, Carlos Bruzzotti, Gustavo Herrera, José Luis Pastén y Víctor Riveros.
 
                 

GALERIA MULTIMEDIA
Portada del suplemento de El Nuevo Diario del 4 de noviembre de 1999. Edición 931
El juez Lanziani, fue uno de los rehenes tomados en el motín.
Luis Salcedo Garay, ex director del Penal de Chimbas y actual Procurador del Instituto. Fue uno de los rehenes negociadores.
Por momentos, la única comunicación entre los internos y la policía era la radial. La gente se agolpó a escuchar el relato de Patricia Moreno a través de LV 5.
Este vehículo habría sido el que transportaba las armas solicitadas por los reclusos para darse a la fuga.
Llega el ministro de gobierno. Pasadas las 19, el ministro de Gobierno Tulio Del Bono, arribó al Penal de Chimbas, ante la gravedad de los hechos que a esa hora se habían hech
La presencia del arzobispo. Monseñor Italo Di Stréfano accedió a la petición del gobernador Escobar y acudió al Penal para hablar con los internos amotinados. Sus oficios destrabaron las negociaciones para la libertad de los rehenes.
Los diputados también estuvieron. El momento en que la diputada provincial Delia Pappano se hace presente en las instalaciones del Servicio Penitenciario para tomar conocimiento de la situación. Dijo que “hace mucho que venimos diciendo lo mismo, que esta situación era una bomba a punto de estallar y así ocurrió”
El Defensor del Pueblo, Julio César Orihuela, llegó al penal por iniciativa propia. Señaló que quería interiorizarse de la situación porque la semana pasada recibió el pedido de 27 reclusos para que interviniera por las demoras en sus respectivas causas judiciales.
“Lo único que me preocupó mucho durante todos los momentos que pasé allí fue mi padre, porque está delicado de salud y no quería que se enterara que yo era una de las rehenes. Era lo único que pasaba por mi cabeza”, dijo Patricia Moreno, periodista de El Nuevo Diario
María Silvia Martín, Canal 8: Luego de ser liberada, la periodista de Canal 8 manifestó “disculpen la agitación… hemos pasado momentos muy difíciles y tensos, pero estamos bien… por suerte accedieron a soltarnos primero a las chicas y ellos han agarrado las armas y los chalecos antibalas… en los próximos minutos va a salir la Trafic con los otros rehenes”. María Silvia agregó que “lamentablemente adentro ha quedado nuestro camarógrafo Carlos Taillant, Eduardo Manrique, está Salcedo Garay con los internos, el juez Lanciani y Rodolfo Torres el ex interventor del Penal, creo que hay un policía también…”.
Orlando Arias, fotógrafo: El fotógrafo de Diario de Cuyo se confunde en un emotivo abrazo con sus familiares, al reencontrarse después de más de cuatro horas de estar “retenidos” como rehenes por los 13 delincuentes del Penal de Chimbas. Dijo que “en el lugar donde yo estuve no pude ver ningún herido… no sentí temor, ya que los internos me transmitieron tranquilidad”. Agregó que “en estos momentos están subiendo a la Trafic… les quiero decir que todos están bien…”.
Eduardo Manrique, Diario de Cuyo: El cronista de la sección policial fue uno de los periodistas que también fue tomado de rehén, en medio de la gran situación de tensión que se vivía en el Penal. Tras ser liberado dijo que: “me trataron bien… se escucharon algunos disparos… me parece que los mismos amotinados decían que habían heridos, pero yo no los he visto”. El periodista fue uno de los más avezados, ya que pidió continuar de rehén mientras liberaban a los demás “porque habían prometido eso, que nos iban a liberar a todos mientras terminaba la negociación, que fue lo que finalmente pasó”.
Ocurrido en 1.999. Hubo 26 evadidos y numerosos rehenes entre ellos un juez, jefes del penal, varios periodistas y hasta un cortista. El gobierno tuvo que entregarles movilidades, armas y chalecos antibalas.
Adelante un preso conduce a los rehenes. Detrás Rojo, el ex jefe de los penitenciarios. Y, de izquierda a derecha, María Silvia Martín, Eduardo Manrique, Juan Agustín Lanciani y Patricia Moreno transmitiendo en vivo para LV5 Radio Sarmiento