TTE. FRANCISCO IBÁÑEZ: Todo por ir al techo del mundo

Un teniente sanjuanino fue designado por Perón para liderar la expedición a uno de los 14 montes del Himalaya que superan los 8.000 metros. Fue el primero en superar esa altura.







Tras alcanzar una gran afinidad con el presidente Juan Domingo Perón, el robusto sanjuanino Francisco "Paco" Ibáñez pasó a ser un héroe del deporte mundial por su anhelado sueño de tocar el llamado "techo del mundo", en 1954.

 

Como teniente primero en el Ejército Argentino, Ibáñez lideró en aquel entonces el primer grupo de montañistas argentinos que superó los 8.000 metros de altura en una expedición al monte Dhaulagiri, de la cordillera del Himalaya, en Nepal.

 

Aunque no llegaron a la cima, lograron por primera vez escalar en su totalidad la Faz Norte del Dhaulagiri. Pero esa travesía le costó la vida a Ibáñez, que falleció con 26 años por el congelamiento de los pies, entre otros motivos.

 

Murió el 30 de junio de 1954. Llevaba tres años de casado y, en plena agonía, se enteró del nacimiento de su hijo Guillermo Francisco.

 

Aunque medía casi dos metros y pesaba 80 kilos, su figura colosal no le ayudó a sobrevivir en aquella mortal expedición que suponía riesgos tales como soportar temperaturas de 30 grados bajo cero.

 

Desde muy joven soñaba con escalar el Himalaya, a tal punto que con 10 años ya practicaba escaladas. En Mendoza, el regimiento de Artillería de Montaña fue su primer destino cuando en 1949 se graduó como subteniente de Artillería en el Colegio Militar de la Nación.

 

Ante fallidos intentos a nivel internacional de hacer cumbre, en 1953 el Gobierno de Perón comenzaba a esbozar la posibilidad de lograr la hazaña. De ahí comenzaría una simpatía mutua entre Ibáñez y el presidente, que puso al sanjuanino al frente de la expedición integrada por los mejores escaladores del país. El 26 de enero de 1954, Perón le apretó las manos a Ibáñez con la misma fuerza con que le deseaba suerte en la travesía.

 

Así comenzaba el primer intento argentino para llegar a la cumbre del Dhaulagiri, de 8167 metros, la séptima montaña más alta del mundo y uno de los catorce montes del Himalaya que superan los ocho mil metros.

 

A poco más de 100 metros de llegar a la cima, la expedición se frustró cuando a Ibáñez se le congelaron los pies. Tras ser socorrido, al sanjuanino debieron amputarle el pie izquierdo. Mientras, sus pulmones se iban debilitando. A los días de nacer su hijo, sin posibilidades de sobreponerse, murió en Nepal. Sus restos fueron recibidos con honores por Perón.

 

Si bien no logró hacer cumbre consiguió por primera vez escalar en su totalidad la Faz Norte del Dhaulagiri, abriendo con ello la nueva y compleja ruta de La Pera o Argentina.

 

 

Fuente: Diario de Cuyo. 13 de junio de 2007

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Sobre la calle Tte. Ibáñez