De palabras olvidadas...

 Hay palabras que se van a descansar por un tiempo, se relajan, pero están..., y están esperando que las llamen para cumplir su función, y así participar de la vida y de sus quehaceres. Algunas de ellas son:

Payuco. Un payuco es una persona con costumbres, hábitos y forma de ser propios del hombre de campo. Así lo testimoniaban los Maestros de las Escuelas Láinez en 1950 “El lugar. Los habitantes civiles son todos criollos tipo apampados. A los civiles se le llama payucos”.

Pilachar. Cuando una persona se quita toda la ropa o parte de ella, se ha desnudado. Por lo que diremos desnudarse o pilacharse.  Cito otros testimonios de los Maestros de las Escuelas Láinez “La vivienda. Términos y Expresiones: En vez de peinarse, destamparse, desnudarse por lavarse, pilacharse o desnudarse por desvestirse, mudarse de ropa”. Y pilacho se le dirá a la persona desnuda.

Pilcha. Es la prenda del recado de montar. Así lo testimoniaban los maestros de las Escuelas Láinez en 1950 “Muebles y objetos domésticos. En la mayoría de los hogares hay siempre unas camas, reduciéndose en la mayoría a una sola, pues los hombres duermen en pellones y ‘pilchas’ del recado o montura”.  Pilchas son también las prendas de vestir del hombre de campo o de cualquier individuo, si son viejas y gastadas. Citemos otro testimonio del poeta puntano Tobares “Nazareno Luna tenía ya tomada la decisión. Y a los poquitos días, aprovechando que el oficial había salido de recorrida, alzó sus pilchitas y se hizo perdiz buscando los rumbos del Alto Grande”. (Tobares, 2003: 100). Por extensión es la prenda de vestir, pero especialmente si es elegante y cara. “El Tomaso se ha venido a presumir con las pilchas domingueras”.

Rejunte.  Es la acción de reunir el ganado disperso, para cambiarlo de potrero, para señalar, marcar o alguna otra tarea rural. “Y con esas indicaciones, empezaron el rejunte de orejanos en el potrero. El buera, buera, apenas perceptible, lo traía el viento mezclado con el ladrido de los perros llevados ex profeso”. (Borcosque, 1938: 17).

Relauchar.  Es mostrar alegría o satisfacción por algo. “¡Había que verlos relauchar a los culillos de la Evelina la noche de reyes!”. (Rogé, 2000: 367).

Remediero. Se le dice a la persona que, sin ser médico, ejerce prácticas curativas empíricas o rituales. Los Maestros de las Escuelas Láinez en 1950 esto escribieron: “El hombre. Médicos y curanderos. Existe en la localidad una sola curandera que no es oriunda del lugar […] Pero además existen personas hábiles para curar enfermedades comunes, que no les llaman curanderas sino ‘remedieras’. Curan con yuyos, al rastro, de palabras…”; “El Hombre. Médicos y curanderos. […] Estas recetas son confirmadas por numerosas personas de lugar, aún mucho más jóvenes que la mencionada remediera, y es común ver todavía su aplicación…”.

(*) Aida Elisa González de Ortiz, directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ.

Publicado en La Pericana, edición 153 que integra la edición de El Nuevo Diario del 26 de abril de 2019

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De palabras olvidadas.(Ilustración Miguel Camporro)