La Quinta Normal

La forestación del país y en especial de San Juan fue una de las preocupaciones de Sarmiento; a fin de aclimatar especies y propagarlas, creó la Quinta Normal, que inauguró siendo gobernador dela provincia el 4 de septiembre de 1862. Para ese fin gobierno adquirió el fundo llamado de Ortega, de tres cuadras y media; por feliz coincidencia la Escuela Normal Sarmiento se levanta en parte de ese solar. Los planos de nivelación y el plantel de la quinta fue hecho por un ingeniero y se designó director al agrónomo alemán Enrique Rovedor.

El 29 de agosto de 1862 el gobernador anticipándose a la parte legal, se apresuró a nombrar una comisión para que colaborara con el director de la organización del acto inaugural. Don Julián Mazo, D. Eliseo Shieroni, D. Santiago Lloveras, D. Anacleto Gil, D. Santiago Cortínez, D. Hipñolito Pastoriza, D. Juan Albarracín, D. Abraham Quiroga, D. Marco Marcó, D. José María de Carril, D. Francisco T. Coll, D. Andrés Herrera, D. Matías Sánchez, D. Antonio Sánchez, D. Benedicto Correa, D. Lorenzo Jofré, D. Vicente Álvarez, D. Camilo Rojo, Domingo  S. Sarmiento y D. Saturnino de la Precilla integraban tal comisión, el acto debía realizarse a las 4 de la tarde del día mencionado con asistencia del Sr. Gobernador, los empleados del Departamento Topográfico, de la Inspección General de Policía e Inspección de Agricultura; debía  invitarse muy especialmente a los agricultores. Habló el Gobernador.

“Conciudadanos: He tenido el honor de invitaros a sancionar con vuestra presencia la apertura del primer surco, que de estas pampas estériles hará el primer plantel teórico-práctico de la ciencia que hoy honran todos los pueblos civilizados, la agricultura, la cultura de la tierra, que sin ciencia es, sin embargo, la fuente hasta hoy única de riqueza en San Juan.

Sin este terreno, la Quinta Normal no hubiera podido realizarse y mucho debe San Juan, si esta institución ha de ser fecundada en bienes, al presbítero Cano que ha allanado dificultades para concurrir a mi propósito. La Quinta Normal será el campo de ensayo. Ella nos dotará desde luego con las plantas que nos faltan…

Mañana, ramas nuevas de industrias agrícolas, nuevas simientes, nuevas culturas, ofrecerán medios de riqueza. No quiero citar sino un ejemplo. La veterraga (veteraba) que sólo destinamos para ensaladas es hoy la materia de que en los climas templados se extrae el azúcar, y en San Juan el azúcar nos llega con un recargo de fletes, que haría provechosa esta industria.

Amigos míos y del progreso se ocupan en Buenos Aires de recolectar semillas de pinos, del hermoso eucalipto de Australia y otros árboles para dotar esta Quinta”.

Así su discurso informativo, una lección de historia, un mensaje de esperanza. Subrayó como motivación lo que fue ese solar, del que sólo quedaba como testimonio un soto de naranjales y limones. Rápido en las realizaciones quiso volverlo a la vida consagrándolo a la educación, conocimientos empíricos primero para luego complementarla con la Escuela de Agricultura”. La escuela como ambiente. Analizaba en detalle las ventajas que reportaría la fundación, cuanto ha visto en sus viajes sobre aclimatación de plantas; sobre variedades que pueden obtenerse. Un poco de historia del ciprés, del álamo, del eucalipto, del pino, que podían verse en ese momento.

Reclamó apoyo y cariño para la Quinta Normal, relación del concepto de desarrollo con el de educación. “Todos los progresos se dan la mano: Para mejorar el arado es preciso mejorar el peón. Mañana ramas nuevas de industria agrícola, nuevas simientes, nuevas culturas, ofrecerán medios de riqueza…”.

Solicitó dedicación y trabajo: “nada hay más digno de celebrarse que los progresos que hacen los pueblos en mejorar su condición y en aumentar la esfera de su actividad...".

Fue tal su apuro, que después de la inauguración se dictó la ley (19 de septiembre de 1862) que autorizaba los fondos para la expropiación, creación y sostén de la Quinta Normal.

Fuente: “Historia de San Juan” de los autores, Carmen P . Varese y Héctor D. Arias. Editorial Spadoni S.A., 1966


Nota publicada en “La Nueva Revista” de “El Nuevo Diario” el 2 de septiembre de 1994, edición 671.

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Durante la gobernación de Domingo Faustino Sarmiento, se inauguró la Quinta Normal.