Claudia Pirán: Una pequeña gigante contra toda adversidad

La cantante y arquitecta Claudia Pirán fue entrevistada por Juan Carlos Bataller para el ciclo Qué hiciste con tu vida a fines de 2017

 —¿Cuál fue la primera canción que cantaste y a qué edad?
—Fue “Chiquitita” del grupo Abba y me la cantaba mi papá. 

—La imagen de tu papá fue muy fuerte para vos...
—Mucho y hasta hoy. Todo el tiempo me acuerdo de él, me pongo en su lugar y digo ¿qué haría sin mi papá? 

—Recuerdo a tu papá, era un tipo calmo, contador de profesión...
—Sí, doctor en Ciencias Económicas. Cinco veces abanderado, porque fue la primera promoción de la Universidad Católica y todos los años él fue el abanderado. 

—Recuerdo el día que tu padre llego a tu casamiento ya muy deteriorado de salud. 
—Y falleció a los dos meses... Casó a la nena y se fue. 

—La historia de tu vida es interesante desde distintos puntos de vista, tanto desde tus comienzos como hoy. ¿Vos fuiste adoptada junto con tus hermanos?
—Nosotros somos adoptivos de mi madre y mi padre. No somos hermanos entre nosotros, somos tres y yo soy la del medio. Uno de mis recuerdos de infancia es cuando fui yo con mis padres a buscar a mi hermano más chico; ya tenía 2 años.

—¿Alguna vez investigaste tus orígenes?
—No, no tengo resentimiento ni nada. Simplemente tengo una madre tan cálida, tan especial para mí, que no quisiera que ella sienta que puede perder una parte de su hija. A mi ella me enseño a rezar por mi madre biológica. Siempre me dijeron la verdad. Recuerdo que tenía cuatro años, me sentaron en un sillón y me lo confesaron. Yo les respondí “¿para eso me llaman?... estoy jugando” (risas), era tan natural que hasta hoy se habla de la adopción. 

—¿Y con tus hermanos fue así o fue una historia distinta?
—Antes, de la adopción se hablaba de una forma diferente. Mis papás fueron muy visionarios a la hora de contar la verdad. Yo tenía una tía que se sacó fotos con un almohadón. La adopción era vista como un fracaso. 

—Pero cuando uno ve tantos chicos criándose en la calle, tanta necesidad de protección y que sea tan difícil la adopción, que el trámite sea tan burocrático...
—Yo lo he podido vivir desde adentro con mis mellis y sí, es difícil. Es un camino muy largo. Yo opté por la misma filosofía de mis padres, que fue amor por sobre todas las cosas y la verdad. Yo a mis hijos mellis les llevo como un diario con fotografías desde el primer día que los fuimos a visitar al hogar.

—Pero también tuviste que enfrentar problemas porque siempre aparece alguien que quiere negociar. 
—Sí, pasa y más cuando sos conocido. Creo que el nombre de los papás adoptivos no debería estar en un  expediente, tendríamos que tener un poco de protección porque no todas las familias son iguales, no todas las mamas biológicas pasan por una situación de decisión personal, a veces la justicia es la que actúa. Pasamos a ser las mamás adoptivas como un enemigo y en realidad no lo somos. 

Hay que tener en cuenta que este país tiene una historia y esa historia fue difícil, lógicamente quedaron ciertos resabios y ahora hasta lo que tiene que ser natural es difícil.
—Totalmente, uno parece ser un secuestrador y no un padre en búsqueda de dar amor y de recibirlo. De hecho con Martín, mi esposo hicimos todo en la justicia. Yo no iba a poder tener hijos biológicos, lo supe siempre pero nunca perdí la esperanza. Era un diagnóstico médico, no una cuestión que a mí se me había ocurrido. Cuando nos casamos con Martín en el 2002 armamos la carpeta de adopción que transitó todos estos años hasta llegar a la situación que nos tocó. En ese momento yo me quedó embarazada contra todos los pronósticos y con todos los riesgos que implicaba. Yo sabía que el embarazo llegó porque Dios quería que así fuera e iba a estar todo bien. 

—Yo le comentaba a amigos, “hay que tener mucho valor para lo que hace Claudia”, por que estabas arriesgando mucho.
—Sí, pero valió la pena arriesgarme. Mi hijo ama a sus hermanos y es un sol. Hay que dejar que la vida también haga lo suyo.

—¿Cómo fue la unión entre tus hermanos?
—Bien, la vida a veces nos juega unas situaciones incómodas, con mi hermana por ejemplo. Pero sé que es pasajero, cuando nos necesitamos estamos.

—¿Todos llevan el mismo apellido?
—Todos somos de apellido Pirán, cuando a mi madre le pasa algo estamos los tres. Somos familia por sobre todas las cosas. 

—Vos desde chica enfrentas un problema físico, ¿cómo se llama la enfermedad?
—Osteogénesis imperfecta y es llamada la enfermedad de los huesos de cristal. La conformación del hueso es como un vidrio. Tiene que ver con una deficiencia de recambio de colágeno en el hueso que es lo que lo hace elástico. Por eso el hueso tiene cierta elasticidad ante un golpe. Las personas con osteogénesis no tienen capacidad de absorber un golpe, de poder acompañarlo y entonces se quiebra.  Hay distintos grados, yo tuve mucha suerte porque es uno de los grados más leves a pesar de tener ya 21 fracturas. Mi primera fractura fue al año y cuatro meses, cuando empecé a caminar. 

—Has tenido que luchar con muchas cosas
—Sí, todos los días. Todo me cuesta, nada es fácil, no soy una mujer de suerte. Pero si soy una mujer de fe y una mujer de mucho laburo de todos los días. 

Tenés una voz espectacular
—Dios siempre compensa. Por eso la gente que dice “no yo no tengo nada”, hay que ver algún potencial que por ahí no le hemos visto. Siempre la balanza se equilibra. Con el trabajo, con los dones y la fuerza de voluntad. 

—Las alternativas también se presentan, una alternativa es decir “yo no puedo, tengo tal problema” y la otra es decir “yo sí puedo y voy a enfrentar esto”
—Es cierto. Problemas tenemos todos en mayor o menor medida. Tenemos lo más valioso que es la vida, yo amo la vida. 

—¿Cómo fue tu niñez?
 —Y... difícil. Iba a la escuela Pérez Hernández, siempre me gusto estudiar, leer. Fui muy buena alumna y tenía mucho tiempo libre, no hacia otra cosa.

—¿Pero podías jugar con todos los niños?
—No, mi madre desde jardín de infante hasta séptimo grado, me llevaba a la escuela y se iba al auto a tejer. Luego sonaba la campana, entraba de vuelta a la escuela y me sacaba al recreo para que yo viera jugar a los demás chicos y me volvía al aula. Todos los días, todos los años hice esto y me ayudaban a caminar por un tropiezo o un empujón en el recreo. Un día me pegaron con un guante y me quebré el dedo meñique. Con los años y con los cambios hormonales de las edades, la enfermedad avanza o se estanca y se fortalece el sistema óseo. A mí se me fortaleció un poco. Además uno aprende a vivir y a cuidarse. 

—La fuerza de voluntad la vi cuando fuiste jurado del concurso de “La Ventana”. Ibas con andador, muletas, pero ibas. No te quedabas en tu casa, seguías haciendo tus cosas.
—Yo a mi tesis de Arquitectura la rendí sentada.

—¿A qué escuelas fuiste en el secundario?
—Al Central Universitario. Me gustaba mucho leer, eso lo que yo fomento en toda la gente. Creo que la base de cualquier cosa que uno elija hacer en la vida tiene un cimiento en lo que leyó. Yo estaba de novia con un chico de la secundaria con quien armamos una feria del libro dentro del Central y creo que todavía esta. No era nada quieta, hacia cosas.

—¿En primer año ya estabas de novia?
—Sí, con 13 años. 

—¿Cuál fue tu arma de seducción?
—No sé, yo siempre fui igual, nunca fui resentida ni callada, cantaba y estaba en los coros. El canto para mí era la manera de comunicarme y de decir hola. 

—¿Cuándo conociste a tu marido?
—Lo conocí en un coro, él canta. 

Hay que bancarse vivir con una artista que tiene que viajar, cantar, que tiene que compartir escenario con Jorge Rojas, no debe ser fácil para él
—Sí, hemos compartido mucho. Creo que ahí radica la situación de pareja, poder acompañarse y hoy por hoy a mis hijos les encanta la música.

—¿Con tu esposo cantás?
—No, teníamos un grupo de casamiento, Cantábamos los fines de semana cuando se casaba la gente en las iglesias. Nos conocimos en el coro de José Domingo Petracchini.

—Yo recuerdo tu casamiento. Hicimos una gran cobertura para El Nuevo Diario y fue un casamiento emotivo. Me imagino antes de haberse casado, hablaron de tus problemas de salud, de la posibilidad o no de tener hijos.
 —Sí, siempre. 

—¿Cuándo decidiste que el canto era tu destino?
—Todo comienza en Albardón. Yo estudié arquitectura para no hacer de mi profesión el canto. Yo quería cantar cuando tuviera ganas, esas cosas de hippie. Un amigo, Joaquín Basanta, me convence de participar en la Fiesta de la Juventud en Albardón y cantamos a dúo los dos. La rompimos y el premio era un viaje en un colectivo de línea a Mendoza, al que nos fuimos con toda mi familia. Ahí decidí que mi lugar en el mundo fueran los escenarios. En el año 98 me presento en el Pre—Cosquín.

Una de las cosas que escuché de críticas es “Claudia Pirán es una cantante nacional, pero viene a San Juan y baja su cachet, y a todos los cantantes les bajan un poco.”
—Yo en San Juan actuó casi gratis. Pero no porque bajo mi cachet, vos me llevas a una peña y se llena. ¿Y cómo va a hacer esa peña para pagarme mi cachet? Hay que ver el otro lado, yo podría cobrar en San Juan lo que cobro afuera, pero mi intención es el apoyo, no el vivir como si lo hiciera afuera. 

—La otra crítica es que no cantás todo cuyano. 
—La crítica va a estar siempre y el folklore cuyano tiene un largo camino para imponerse. Hoy cierro un Cosquín con mi “Romance de mi niñez” y todo el mundo aplaude y llora pero me costó 20 años poder hacer eso. Yo no pretendo que todo el mundo entienda, esto es prueba y error también, podría haber salido mal. No hay un camino exacto, es pura experiencia.

—Me imagino que un cantante canta todo, escuché tangos por Joan Manuel Serrat y me han encantado. 
—Uno de los iconos del folklore nacional es Mercedes Sosa y es la intérprete más diversa que existe y que existió. La música tiene esa virtud de ser universal, si hay una manera de decir te quiero en muchos idiomas es con la música. Es muy significativa como para enfrascarla en situaciones que la exceden, como el sos de acá o de allá. La música no es de ningún lado. 

—Claudia ¿hay muchos celos en el ambiente artístico?
—Hay mucha necesidad de echarle la culpa a alguien.

Por ejemplo, vos entrás a youtube y pones un recital de Jorge Rojas y Claudia Pirán en un teatro. Jorge Rojas te anuncia y cuando vos aparecés en escena sentís la ovación de la gente. Eso es muy “groso”
—En el Ópera cuando canté “Honrar la vida” con Jorge, año 2005, Sergio Chapur, que es uno de los técnicos más importante del país, grabó un aplauso de 2 minutos treinta. 

—¿Cuál es la canción que más satisfacción te ha dado?
 —Honrar la Vida y el Ave María, que es uno de mis clásicos. La versión del Ave María fue hecha especialmente para Jesús María, para la apertura del año 2010. Jairo cantó el Himno y yo el Ave María. 

—Y un día decidiste cambiar la imagen, ser delgada
—Adelgacé muchos kilos. Lo que peso ahora, lo debo hacer pesado cuando nací (risas). Es una cuestión de salud. 

—Uno piensa que un artista ya reconocido vive en la abundancia, por ejemplo no tiene que pensar en hacer de comer, en lavar la ropa, etc
—No tengo ni lavavajillas, no porque las circunstancias han sido siempre de reinversión. 

—Una de las críticas que la gente te hace, algunos anónimos, es “Claudia no le pagó a los músicos” y hay veces que has tenido que bancar todo vos de tu bolsillo.
—Todos mis músicos saben dónde vivo, al que no le pagué lo invito a que vaya a mi casa. Mucha gente habla por desconocimiento. Soy una persona muy frontal, me equivoco mucho, sé pedir perdón y he cometido muchos errores por desconocimiento o ignorancia, pero no por hijaputez. He entregado hasta vehículos para poder hacer mis discos.

—También sos arquitecta, ¿sabes hacer una obra?
—Sí, apareció un clienta que me dijo: ”quiero que vos me hagas mi casa”. Llevaba 15 días de recibida y le digo ¿por qué? Me respondió: “porque siento que puedo confiar en vos”. Sobre todo a mí me gusta la parte de vivienda social, porque no todas las casas deberían ser iguales. La casas que uno copia y pega, son familias que no son copie y pegue. Generalmente son las más diversas, donde hay un discapacitado que no le entra la silla por la puerta, donde hay un abuelito, cosas tan simples. Nos enseñan en la facultad que tenemos un cliente que tiene una necesidad y debemos captar esa necesidad. Hubo una época que eso no se hizo. 

—Vamos llegando al final de este recorrido, este ciclo se llama ¿Qué hiciste con tu vida? Sobre todo me interesa saber si estas contenta con tu vida
—Sí, estoy contenta con mi vida. Si volviera hacia atrás haría lo mismo. Elegiría la música, el mismo padre para mis hijos, los errores —si tuviera conciencia— no los volvería a cometer. Yo sé que de la  osteogénesis no me voy a morir, pero hay gente que lucha todos los días. Sé que me tengo que cuidar y no caer como bolsa de papas. Voy camino hacia una sordera o  hipoacusia propia de la enfermedad. Por eso estoy estudiando lenguaje a seña.

—¿Y cómo vas a cantar?
—La música, a mí me suena en la cabeza, en el alma no en los oídos. Yo tengo una disminución auditiva de un 80% del oído derecho. Entonces he tratado de darle a la vida lo mejor que he podido y me queda mucho por hacer. 

—¿Con que canción despedís esta entrevista?
—Con Honrar la vida, es mi canción. 



Cómo la vi
 Claudia es una luchadora todo terreno. Tuvo que ganarse el amor de sus padres adoptivos, vencer las limitaciones físicas, sólo con su voz conquistar un lugar en el mundo de la canción, armar una familia, ser madre contra todas las predicciones y hasta superar las miles de celadas que la salud le impuso.

Por eso, no se engañe por su apariencia pequeña o frágil. Ella no pide ni da ventajas. Y como toda luchadora no siempre fue comprendida.

Escúchela. Es Claudia Pirán, la cantante.
JCB



El Perfil psicografológico
de Claudia Pirán
Por
Elizabeth Martínez – Grafoanalista

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 Se observan rasgos de extroversión, de sociabilidad. Es una persona que posee facilidad de interacción con los demás.

»» Se detectan rasgos de una personalidad transparente, espontanea frente a los otros. Es decir no buscaría aparentar. Sin embargo en su esfera más íntima sería más reservada.

»» Se perfila como una persona con una inteligencia mayor que la media, con una agilidad y un ordenamiento mental muy marcado.

»» Hay indicadores de importante creatividad.

»» Se trataría de una persona respetuosa de las normas y de las autoridades de quienes emanan.

»» Se encuentran indicadores de situaciones pasadas que  conllevan un monto de angustia fuerte, sin embargo sería una persona luchadora, con fuerza, motivación, voluntad y  energía para salir airosa de los conflictos.

»» Persona que se propone objetivos y tiende a cumplirlos.

»» Para lo cual reflexionaría con detenimiento para evitar equivocaciones.


-- Entrevistas y textos: Juan Carlos Bataller
-- Edición para TV: Mariano Eiben
-- Mixer:
Luciano Bataller
-- Diseño:
Miguel Camporro
-- Cámaras:
Nicolás Mercado
-- Grafología:
Elisabeth Martinez
-- Caricaturas:
Lucho Velázquez
-- Desgrabación textos:
Joana Icazatti
-- Maquillaje:
Charly Ramos

         

GALERIA MULTIMEDIA
Manuscrito de Claudia Pirán que permitió hacer el estudio grafológico a la profesional Elizabeth Martínez
Claudia Pirán en 1973, cuando cumplió su primer año
El gran casamiento de Claudia Pirán disfrutando junto a sus padres y marido
Honrar la vida, es mi canción, afirma Claudia Pirán
La carismática Claudia Pirán en el escenario del Teatro “La Cañada”, Córdoba, junto a su hijo Emilio
Claudia Pirán recibiendo su título de Arquitecta junto a su esposo e hijos
Un encuentro de grandes artistas, Claudia Pirán y Horacio Guarany en Córdoba, año 2011
Claudia Pirán brilló en la pista del Bailando por un sueño en el 2016. En la foto junto a Marcelo Tinelli
Claudia Pirán fue jurado en el Concurso de Intérpretes del programa “La Ventana”, que conducen Juan Carlos Bataller y Juan Carlos Bataller Plana, junto a Alejandro Segovia y Orlando Balmaceda
Claudia Pirán durante durante el maquillaje realizado por Charly Ramos en el día de la entrevista realizada por Juan Carlos Bataller a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida.
Claudia Pirán durante la entrevista realizada por Juan Carlos Bataller a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida.
Claudia Pirán durante la entrevista realizada por Juan Carlos Bataller a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida.
Claudia Pirán, cacicatura realizada por Lucho Velázquez
Claudia Pirán fue entrevistada por Juan Carlos Bataller a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida
Claudia Pirán durante la entrevista realizada por Juan Carlos Bataller a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida.
Claudia Pirán durante la entrevista realizada por Juan Carlos Bataller a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida.