Los Lucero de Jáchal presentaron su nuevo disco en La Ventana

Los hermanos Lucero presentan su cuarto disco, titulado Tierra Nuestra. Tierra como “caricia de madre pobre que alcanza para adorarla”, cantan. Con producciones que no se agotan en lo jachallero, el trabajo vuelve a mostrar la versatilidad creativa del dúo.

Los Lucero de Jáchal estuvieron en La Ventana y presentaron su nuevo disco que lanzaron y en la que continúan con la la tradición folclórica que los caracteriza.

La crítica del disco la hizo el reconocido Fabián Rojas y que a continuación podés leer completa: 


El tercer disco de Los Lucero de Jáchal, Retratos Pueblo Natal, fue, en gran medida, una pintura de vivencias y memorias de San Roque, terruño jachallero de los hermanos Javier y Fernando Lucero. Ahora el dúo lanza su cuarta producción discográfica con un hilo que lo conecta con aquel álbum, porque Los Lucero vuelven a cantarle a su tierra. Sin embargo, en este nuevo disco, Tierra Nuestra, la literatura y los ritmos también van más allá.

Grabado en San Juan, el disco tiene músicos y recitadores invitados y presenta diez temas de los cuales la mitad pertenece a Javier Lucero. Así, abre con una sentida chacarera de Javier que le da nombre al CD (“Mortaja para mi cuerpo tras el último suspiro; cubrime vos tierra nuestra, no dejes que me haga olvido”), y en la que ambos hermanos con sus guitarras junto al técnico Germán Arroyo dotan de bellos arreglos al intermedio de la pieza musical. Luego inicia un set de otros autores con la cueca Del que se va y no vuelve, del gran mendocino Félix Dardo Palorma, en que aparece el cajón de José Heredia. Después entra el gato Si fuera un pajarito, de Julio Tello, donde la justeza del ritmo de Fernando le da el mejor soporte a los punteos precisos de Javier. Y llega una joya: la tonada Quien te amaba ya se va, una de las más cantadas desde el Siglo 19. Aquí los recitadores Javier, Juanjo y Pascual Recabarren, sumados a Jorge Maestre, interpretan versos compuestos por Javier Lucero, que son a la vez recorrido histórico y alabanza a la tonada (“Voy al reencuentro elemental de la tonada, a la razón ceremonial de sus palabras”, comienza el recitado). En esta reliquia además aparece en el canto la voz pura cepa cuyana del joven Darío Recabarren. A continuación, Los Lucero se dan el lujo de volar montados en la bella zamba La tempranera, de Benarós y Guastavino, esta vez con el bombo de Héctor Aragón. Y como cierre del bloque de producciones ajenas pero de todos, no podía faltar Don Buena. Allí está Vallecito, con la voz áspera y emocionada de Fernando Lucero en el recitado introductorio y la intervención a tono de su hermano Javier en los versos del medio. El ritmo y el clima cansinos y quejosos elevan esta versión a un sitio muy cercano a la creación de Eusebio de Jesús Dojorti, Don Buenaventura Luna.   

A partir del séptimo corte asoma de nuevo la producción de Javier Lucero. Ahí suena Greda Capayán, zamba jachallera que transporta a orígenes indígenas del norte sanjuanino, con un potente bajo de Tonchy Paredes. Posteriormente, tal vez una de las más hermosas canciones del disco: Tierra Soleada, chaya de origen diaguita que abre con un contundente bombo de Héctor Aragón. Luego, con el huayno El loco de los Trenes, los Lucero no necesitan ser directos: se recuestan en la poesía de Javier para volver a un tiempo de andenes con gente, abolido por los años noventa. Es un tema bien ambientado con la flauta de Ariel Carrizo y el charango de Fredy Páez. El disco cierra con otra perlita que ratifica la extensión territorial del álbum: con arreglos de Germán Arroyo, la chacarera Telar de Soles está dedicada a la gran Herenia Moyano, la solitaria tejedora del desierto de 25 de Mayo. Un acierto de Los Lucero. Todo lo que vive en el disco, incluso su arte de tapa, con manos color greda, es parte de la Tierra Nuestra.

      

 

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Los Lucero de Jáchal en La Ventana