Autor: Rufino Martínez
Te ando buscando y te ando persiguiendo
para encontrar la paz a mi fatiga,
y te me vas, te vas, mi dulce amiga, como quien no
se va, y se está yendo.
Ya te veo lejana, ya viniendo a
refugiarte en mi, porque te obliga este
cálido amor, que como espiga alimenta tu amor. Te está nutriendo.
Tal vez un día, amor, comprenderemos
—si este juego prosigue sin desmayo—
que de nada entendimos ni entendemos
y que todo fue apenas un ensayo.
Cuando el momento llegue de entregarnos
será tan natural como alejarnos.
Fuente: El Regreso, autor Rufino Martínez. Publicado en el año1971. Ediciones SPAE