De saberes de la Real Academia Española

Las nuevas reglas y recomendaciones incluidas en la edición de la Ortografía de la lengua española, editada en  el 2011 por la Real Academia Española (RAE), comenzaron a regir y a generar, al mismo  tiempo, dudas y polémicas. Aclaramos  que la mayoría de las modificaciones anunciadas por los medios como cambios impuestos por esa institución, solo son simples recomendaciones, mientras que las alteraciones más radicales "sólo obedecen a la consolidación de reglas" que en la edición anterior de la Ortografía, publicada en 1999 con 577 páginas menos que la actual, presentaban alternativas en su empleo o aparecían como recomendaciones. A pesar de las aclaraciones, en esa última categoría es donde aparecen los cambios más profundos.

Palabras como "guión", "huí", "Sión", "truhán" o "fié",  deben escribirse obligatoriamente sin tilde, a no ser que sean empleadas, como en esta columna, para dar cuenta de la modificación de la regla. Pero desde la RAE se insistió en que el uso de las nuevas formas prescindentes de acentuación ortográfica ya habían sido aprobadas  años atrás, por lo que tal supresión representa, apenas, la ratificación de una regla preexistente que no fue debidamente acatada tras su presentación.

Se  anunció también  la muerte de la tilde en la conjunción disyuntiva “o” cuando es escrita entre números, lo que originalmente se recomendaba para que la letra "o" no fuera confundida con el número "0". Pero ya no estará bien escribir "4 ó 5". La única forma aceptada será "4 o 5". Además, ya no existen más los ex presidentes ni los ex maridos, aunque sólo nominalmente, porque luego de las modificaciones publicadas en la Ortografía de la lengua..., pasaron a ser "expresidentes" y "exmaridos". Tan sólo las expresiones compuestas, como alto comisionado o capitán general, podrán utilizar el prefijo "ex" en forma separada.

La supresión del acento ortográfico en el adverbio "sólo" y los pronombres "éste", "ése" y "aquél" no será obligatoria, ya que, tras arduas discusiones entre académicos, se decidió mantener el uso de ambas formas. A partir de ahora se podrá prescindir de la tilde, incluso en casos de doble interpretación. El empleo opcional de las modificaciones también se extiende a una de las reglas que más polémicas despertaron: el reemplazo de la "b" corta por la más castiza "uve" para denominar a la letra "v", o la desaparición del nombre "i griega" para designar a la "y", que la RAE, fundada en 1713, prefiere llamar "ye" por resultar su uso "el único recomendado para todo el ámbito hispánico, por ser más simple y distinguirse directamente, sin más necesidad de especificadores, del nombre de la vocal i.

Vivimos  el cambio de fue, vio, dio, que antes se escribían con tilde. Pero la nueva generación no ha tenido ese problema. Al principio se nos irá una tilde, por ejemplo,  en guión, será inevitable, seguramente para todos los habitantes de  los países hispanohablantes, pero con el tiempo...todo se acomoda.

(*) Aida Elisa González de Ortiz, directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ.

Publicado en La Pericana, edición 134 que integra la edición de El Nuevo Diario del 16 de noviembre de 2018


 

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De saberes de la Real Academia Española. (Ilustración: Miguel Camporro)