Nuevas “pastillas lingüísticas”

 La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) en la Argentina, que trabaja asesorada por la Academia Argentina de Letras, nos acerca nuevamente sus pastillas lingüísticas para cuidar nuestra lengua.

Obispa-o
Es preferible emplear obispa como femenino de obispo en lugar de mujer obispo, obispo mujer o la obispo, tal y como recogen el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos o el de Usos y dudas del español actual, de Martínez de Sousa.

En los medios de comunicación aparecen informaciones en las que se emplean diferentes formas para referirse a las mujeres que reciben este cargo eclesiástico, como: «Dimite la primera mujer obispo luterana tras un caso de pederastia», «Christina Odenberg (nació el 26 de marzo de 1940) es la obispo de la diócesis de Lund en Suecia».

Lo recomendable habría sido: «Dimite la primera obispa luterana tras un caso de pederastia…».

Ductilidad
La palabra ductilidad es el sustantivo que expresa la cualidad de dúctil, y no ductibilidad.

Sin embargo, a menudo se puede ver esta última forma en los medios, con sentido literal o figurado: «El brangus tiene el mismo grado de ductibilidad que un novillo británico».

Según indica la Gramática académica, normalmente los adjetivos terminados en -il forman derivados con -idad (fértil>fertilidad, hábil>habilidad), mientras que los que terminan en -ble lo hacen con -bilidad (ama>amabilidad, permeable>permeabilidad).

Cáncer
El término cáncer se emplea para designar una enfermedad llamada también tumor maligno, por lo que la expresión cáncer maligno es redundante.

Sin embargo, en algunas noticias relacionadas con esta enfermedad se encuentran ejemplos como «A Lula Da Silva le diagnosticaron un cáncer maligno de laringe».

De acuerdo con la definición que recoge el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina, la palabra cáncer es sinónima de tumor maligno o neoplasia maligna, de modo que un tumor maligno es un cáncer, no un cáncer maligno, por lo que esta expresión resulta redundante.

Por tanto, en el ejemplo anterior, lo apropiado habría sido escribir: «A Lula Da Silva le diagnosticaron un cáncer de laringe».

(*) Aida Elisa González de Ortiz, directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ.
Publicado en La Pericana, edición 187 que integra la edición de El Nuevo Diario del 20 de diciembre de 2019

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Nuevas “pastillas lingüísticas”. (Ilustración: Miguel Camporro)