Hay actitudes buenas y de las otras, de entre las cuales hay una que me interesa más. Es, precisamente, la indiferencia. No tiene tan mala prensa como otras pero, para mí, es de las más perniciosas. Creo que es el desprecio que ni siquiera se toma el trabajo de expresarse. Se puede ser indiferente de muchas formas y hacia muchas cosas o seres. No hay dudas que si no me interesa el fútbol, por más que se juegue la final del mundo, yo estaré indiferente