El Observatorio Astronómico "Félix Aguilar"

Desde su inauguración, en septiembre de 1953, el Observatorio Astronómico "Félix Aguilar" dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, se ha convertido en una de las sedes astronómicas más importantes del país y colabora con numerosos estudios de interés mundial. Parte de su historia. El siguiente artículo fue publicado en la Edición 626 del 1 de octubre de 1993 de El Nuevo Diario en el suplemento Universidad&Sociedad de la Secretaría de Extensión Universitaria - CREACOM

El comienzo de la historia

 La creación de la Universidad Nacional de Cuyo, en 1939, marcó el comienzo de una nueva etapa en el desarrollo cultural de Mendoza, San Luis y San Juan. Al iniciar sus actividades, la nueva universidad comprendía dos facultades: la de Filosofía y Letras y la de Ciencias. De esta última dependían las escuelas de Ciencias Económicas y de Agronomía, con sede en Mendoza; el Instituto Pedagógico, ubicado en San Luis y la Escuela de Ingeniería, con sede en San Juan. Su primer director fue el ingeniero Rogelio Boero, prestigioso profesional sanjuanino. En sus comienzos, la Escuela de Ingeniería dictaba tres carreras: Minas, Hidráulica y Puentes y Caminos, con un ciclo de seis años, y una carrera de tres años, Agrimensura.

En 1942, el entonces profesor de Geodesia de la Escuela de Ingeniería, mayor del Ejército (R) agrimensor Héctor A. Barreiro, tuvo conocimiento de la existencia, en la sucursal Mendoza del Banco de la Nación, de gran parte del instrumental astronómico perteneciente a un aficionado llamado Juan Carullo, miembro fundador de la Asociación Amigos de la Astronomía, quien lo había ofrecido en garantía de operaciones financieras.

Contando con el decidido apoyo del ingeniero Boero y del entonces decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Cuyo, doctor Héctor Crescentino, el mayor Barreiro pudo concretar la compra del valioso instrumental. Se trataba de un telescopio refractor ecuatorial, con óptica Steinheil; un anteojo de pasos Bamberg con sus piezas accesorias; un teodolito universal Bamberg y, finalmente, un péndulo Riefler, un cronómetro Barraud tipo marino y un barómetro Fortín.

Pese a que no tuvo aplicación práctica inmediata, la compra de este instrumental de aficionado fue providencial para el futuro desarrollo de la ciencia astronómica en San Juan.



Llegan los primeros astrónomos

1947 fue otro año promisorio. La Escuela de Ingeniería se convirtió en facultad y comenzó a dictar en San Juan la carrera de Ingeniero Geógrafo.
Su plan de estudios incluía, además de los cursos clásicos de matemática, física y química, cursos específicos de Astronomía Práctica, Astronomía Esférica y Mecánica Celeste, entre otros.
La necesidad de dotar a la nueva especialidad de profesores permanentes y de reconocido nivel académico sobre todo para desarrollar las materias vinculadas con la ciencia astronómica, motivó que se iniciaran gestiones para tratar reclutarlos fuera de San Juan, ya que no existían en la provincia especialistas en estas disciplinas.
Es así como se logró interesar a tres excelentes astrónomos, que hasta 1948 habían pertenecido al Observatorio Astronómico de La Plata: el doctor Bernard H. Dawson, el doctor Juan José Nissen y el doctor Carlos Ulrrico Cesco.
Dawson, norteamerincano, trabajó en San Juan hasta 1956; Nissen y Cesco jamás regresarían y sus restos reposan en nuestra tierra.

La llegada de estos investigadores marca, indiscutiblemente, el nacimiento de Ias actividades astronómicas en San Juan. El hecho histórico tuvo lugar en 1948, un lustro antes de la fundación del Observatorio Astronómico Félix Aguilar del que fueron entusiastas propulsores.


El impulso de Cesco

 Inmediatamente después de su llegada a San Juan, el doctor Cesco se abocó a la tarea de instalar el anteojo de pasos Bamberg, arrumbado en un depósito desde 1942, e indispensable para los cursos de Astronomía Práctica. No fue fácil, pero a Cesco pocas cosas lo detenían. Así, el anteojo fue instalado en uno de los patios de la Facultad de Ingeniería, denntro de una precaria casilla que fue construida utilizando unas hojas de mampara provenientes de una demolición. Cuatro años antes, el terremoto de enero de 1944 había destruido San Juan.
La modesta casilla fue suficiente por varios años. En ella se desarrollaron los trabajos prácticos de la asignatura y se dieron los primeros pasos en la investigación científica.
Antes de su llegada a San Juan, el doctor Cesco había empezado a madurar la idea de montar aquí un observatorio astronómico. Contaba para la empresa con el respaldo de dos astrónomos extraordinarios, como los doctores Nissen y Dawson; con algún instrumental astronómico, escaso pero de excelente calidad; con su dinamismo y creatividad y con un medio ambiente dispuesto, a la menor motivación, a brindarte el máximo apoyo moral y material.

Las arduas etapas que fue necesario cumplir son elocuente testimonio del tesón con que el doctor Cesco, con el invalorable apoyo de las autoridades universitarias, profesores y alumnos, reparticiones y funcionarios nacionales y provinciales, encaró tan trascendente obra, que pudo ver concretada a pocos años de su llegada.


Los primeros pasos

Los primeros pasos consistieron en conseguir, para el naciente observatorio, terrenos y edificios. En octubre de 1948 se concretó lo primero: el gobierno de San Juan cedió un terreno de 5 hectáreas ubicado en Chimbas.
En cuanto al edificio, las gestiones para su construcción fueron realizadas por la Facultad de Ingeniería ante el Consejo de Reconstrucción de San Juan. Una larga serie de trámites culminó cuando en abril de 1949 el Consejo aprobó el proyecto del pabellón y cúpula del observatorio y le asignó una partida presupuestaria.
La obra, iniciada en octubre de 1951, culminó en septiembre de 1953, días antes del acto de inauguración del Observatorio Astronómico Félix Aguilar (OAFA).

El edificio consta de una cúpula para albergue del telescopio refractor, un sótano con cámara para relojes y cuarto oscuro, sala de biblioteca, aula y cuatro oficinas. La obra también incluyó la construcción de una casa-habitación para el astrónomo encargado.
Paralelamente, se construyó una casilla para albergue del anteojo de pasos. Numerosas empresas privadas de la provincia colaboraron en distintas obras complementarias, en tanto que un elemento fundamental, la cúpula del Telescopio Ecuatorial Steinheil, esa semi-esfera metálica y giratoria que le da fisonomía propia al edificio central del observatorio, también fue fruto de un gesto de desprendimiento.
La cúpula fue donada por el sacerdote Juan A. Bussolini, por entonces director del Observatorio de Física Cósmica de San Miguel, en Buenos Aires.


La inauguración y la astrometría

 El Observatorio Astronómico Félix Aguilar fue Inaugurado oficialmente el 28 de septiembre de 1953, exactamente al cumplirse diez años de la muerte de su patrono, el ingeniero geógrafo Félix Aguilar. La imposición de este nombre no fue casual. Sin duda la idea tuvo origen en el doctor Cesco, que guardaba un recuerdo entrañable de quien fuera su maestro y amigo.
La resolución de la Universidad Nacional de Cuyo es elocuente al referirse a la figura de Aguilar en la que destaca al "notable astrónomo y geodesta, nacido en la ciudad de San Juan y propulsor incansable de la formación en el país de estudiosos la astronomía”.
Precisamente el doctor Carlos Cosco fue el primer argentino que egresó con el título de astrónomo en el país, como graduado de la escuela que creó Aguilar en la Universidad Nacional de La Plata.

El doctor Carlos Ulrrico Cesco fue, desde antes de la inauguración, designado director del flamante observatorio. En ese puesto se desempeñaría  ininterrumpidamente hasta 1966, año en el que ya jubilado decidió seguir trabajando como astrónomo en el Observatorio Austral Yale-Columbia, luego “Estación de Altura El Leoncito”.
La orientación que debía darse al trabajo científico a realizar en el OAFA, al menos en su futuro inmediato, aparecía al momento de su inauguración sin alternativas. Diversos factores condicionaron una clara orientación hacia la astrometría, habida cuenta de la formación básica del eventual potencial humano y del tipo de instrumental disponible. La astrometría, llamada también “Astronomía de Posición”, es aquella parte de la astronomía que trata de la posición y movimiento de los cuerpos celestes en el espacio y en el tiempo, mediante medidas efectuadas en observaciones astronómicas.
En esa línea se encuadraron primeros trabajos de investigación, realizados paralelamente a las tareas docentes.


El Leoncito y las estrellas
En 1959 un hecho habría de tener enorme trascendencia en la estructuración y desarrollo del OAFA. Ese año, en virtud de un acuerdo de cooperación entre la Universidad Nacional de Cuyo y las universidades norteamericanas de Yale y Columbia, el OAFA tomó a su cargo la realización de una campaña de observaciones sistemáticas para seleccionar el lugar adecuado para la instalación de una estación astrométrica en el hemisferio sur.
La campaña se había iniciado en Australia, prosiguió en Sudáfrica y pasó después a Chile, antes de culminar en San Juan.
Bajo la dirección del doctor Carlos Cesco se realizaron estudios del cielo de iglesia, Jáchal y Calingasta. Luego de dos años, fue seleccionado como lugar propicio el Cerro Tosca, ubicado en la Estancia El Leoncito, en las estribaciones occidentales de las Sierras de El Tontal, en Barreal, Calingasta, a 207 kilómetros de la ciudad de San Juan.
Una fracción de 40 hectáreas de esta estancia fue cedida en donación a la Universidad Nacional de Cuyo por sus propietarios. Allí se levantaron los edificios del originalmente denominado "Observatorio Austral Yale-Columbia", operado desde el comienzo por estas dos universidades en colaboración con la Universidad Nacional de Cuyo.

Inaugurado en marzo de 1965, en el Observatorio Austral Yale-Columbia una gran cúpula alberga el Telescopio Astrográfico Doble, un anteojo especialmente diseñado para trabajos del "Programa de Movimientos Propios de las Estrellas Australes", complementario de otro similar desarrollado en el hemisferio norte por el Observatorio de Lick en Estados Unidos.
El estudio apunta a la determinación de los movimientos propios de las estrellas australes, con referencia a las galaxias más lejanas y a los objetos cuasi-estelares.
Se concreta fotografiando el cielo en dos épocas, distanciadas entre sí por 20 o 33 años, con el fin de que los movimientos estelares puedan ser medidos. El Telescopio Astrográfico Doble es un elemento óptimo para este trabajo y es todavía uno de los refractores más poderosos con que se cuenta en el país. Como consecuencia del estudio de las placas que se toman para el Programa de Movimiento de las Estrellas, los astrónomos que trabajan en San Juan han descubierto más de medio centenar de asteroides y numerosos cometas.



La década de 1970 y los cambios

Cuando en 1973 al Poder Ejecutivo Nacional creó la Universidad Nacional de San Juan, ésta se organizó sobre la base de prestigiosas instituciones, entre ellas, la Facultad de Ingeniería, Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo. La situación fue así cambiando hasta que el Observatorio Félix Aguilar pasó a depender como lo hace aun en la actualidad, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ.

A mediados de 1972 se tuvo información de que el Observatorio Yale-Columbia dejaría de ser operado una vez que los instrumentos en el instalados dieran por terminadas las observaciones que cumplían para sus programas astronómicos.
En 1974 y gracias a las gestiones del doctor Cesco y del actual director del OAFA, el ingeniero José Augusto López, la UNSJ firmó un convenio con las universidades de Yale y Columbia y así nuestra casa de estudios quedó autorizada para utilizar con propósitos científicos y educacionales las instalaciones de la estación.
Desde la firma de ese convenio, que ya ha sido renovado, el Yale Southem Observatory, paso a ser utilizado y operado por la UNSJ a través del Observatorio Félix Aguilar, primero como su Estación de Altura El Leoncito, y actualmente como “Estación Astronómica de Altura “Doctor Corlos Ulrrico Cesco".
Este nombre le fue impuesto en 1990, en merecido homenaje al maestro y padre de la astronomía sanjuanina fallecido en 1987.


Dos lugares de trabajo

Es así como la actividad del OAFA se cumple en dos lugares. Por una parte, su sede originaria y principal, ubicada en Chimbas y por otra la Estación Astronómica de Altura “Doctor Cesco”, situada en la Estancia El Leoncito, a casi 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Desde los inicios y hasta la actualidad, numeroso e importante ha sido el instrumental incorporado en ambas sedes. En la sede central se encuentran el Círculo Meridiano Repsold, el Astrolabio Impersonal Danjon y el Anteojo de Pasos Bamberg, aplicados a los proyectos de astronomía visual.
En Chimbas también se ubican las oficinas y gabinetes de trabajo, la biblioteca y talleres especializados. También se encuentra allí el anteojo fundador del OAFA, el Telescopio Ecuatorial Steinheil, utilizado ahora para mostrar objetos celestes a los alumnos de escuelas y público en general que visita el instituto. En la sede central también está en funcionamiento, desde 1992, el Astrolabio Fotoeléctrico tipo II que envió desde China el Observatorio de Beijing para desarrollar importantes programas de investigación que lleven a cabo astrónomos chinos y de San Juan.

 

Desde la Estación Astronómica de Altura “Doctor Cesco”, se opera el Telescopio Astrográfico Doble Perkin-Elmer-Rademaker, utilizado en los trabajos de astrometría fotográfica y el Telescopio Reflector, aplicado a los proyectos de tipo astrofísico propios de otros institutos astronómicos argentinos.

En la misma estación se encuentra instalada la Cámara Doble Súper Schmidt, del Instituto Max Planck de Alemania, utilizada para estudios de la alta atmósfera.

Próximamente será instalado allí el Circulo Meridiano Automático del Real Instituto y Observatorio de la Armada de España, que será traído desde San Fernando. Cádiz, por convenio con la UNSJ.

Lo que hacen los astrónomos

Con todo ese equipamiento, quienes trabajan en el Observatorio Félix Aguilar desarrollan importantes programas de investigación.
El trabajo denominado "Astrometría meridiana para la obtención y/o mejoramiento de catálogos estelares” tiene por fin determinar las posiciones y movimientos estelares con el objeto de confeccionar y perfeccionar los catálogos para usos astronómicos, geodésicos o náuticos, entre otros.

Por su parte, el estudio "Determinación sistemática de hora y latitud. Determinación de correcciones individuales y sistemáticas de catálogos estelares" tiene por fin contribuir a programas de colaboración internacional, en particular con el Servicio Internacional de la Hora, de Francia, para el mantenimiento de una escala de tiempos, y con el Servicio Internacional del Movimiento del Polo, de Japón, para el estudio del movimiento de rotación de la Terra.

El programa "Determirtación de posiciones y movimientos de asteroides, cometas y otros objetos celestes” permite contribuir al conocimiento de las posiciones y movimientos de los pequeños planetas, de los cometas conocidos y de los nuevos que se descubran, además de colaborar con el Programa Internacional de Determinación de los Movimientos Propios de las Estrellas del Hemisferio Sur.

Otros de los trabajos son la “Búsqueda de estrellas ráfagas en el Hemisferio Sur”, la “Determinación de abundancias estelares” y la “Evolución dinámica de sistemas de tres o más cuerpos con masas finitas”. En estos casos, como en los anteriores, los conocimientos obtenidos contribuyen a enriquecer la astronomía a nivel mundial.


GALERIA MULTIMEDIA
Instrumental de los obserbatorios Félix Aguilar ubicado en Chimbas y en el ubicado en El Leoncito
Instrumental de los obserbatorios Félix Aguilar ubicado en Chimbas y en el ubicado en El Leoncito
Sala donde se encuentra el telescopio en el Observatorio Félix Aguilar ubicado en Chimbas, San Juan.