Instrumentos de percusión en la orquesta

Hace tiempo, en 2020 creo, escribí una columna donde ponía de relieve que ser percusionista (de cualquier tipo) no era cosa fácil sino, por el contrario, había que ser músico y de los buenos. En aquella oportunidad mencioné algunos instrumentos, los más conocidos por todos según mi entender, tanto de música popular como sinfónica. Nombrar los instrumentos de una sinfónica es más sencillo, pero enumerar los instrumentos de percusión en la música popular, considerando el mundo entero, sería casi imposible. Hoy quisiera detenerme un poco más en algunos de los instrumentos de una orquesta sinfónica.

Existen instrumentos de afinación indeterminada y afinación determinada. En el primer grupo, aquellos que no emiten una nota en forma precisa, se encuentran, el triángulo, los platillos, el gong, el tambor, la pandereta, el aro con sonajas, la caja, caja china, la Gran casa, las tumbadoras, las maracas, etc. y, en algunos casos, “instrumentos inusuales” como un silbato, una matraca o hasta una máquina de escribir.

Entre los instrumentos de afinación determinada se encuentran los membranófonos, como los timbales (el sonido se produce al percutir una membrana) y los idiófonos como el glockenspiel, la celesta, las campanas tubulares, el xilofón, y la marimba.

TIMBAL

Se suele decir “los timbales” por que generalmente se utilizan dos o más. Actualmente es como una gran olla de cobre recubierta por una membrana (parche) que el ejecutante percute con una baqueta. Se afina de acuerdo a la obra que se va a ejecutar estirando o desajustando el parche mediante distintos mecanismos. Antiguamente se hacía mediante llaves, pero hoy lo más habitual es por un sistema de pedales. Habitualmente el que ejecuta los timbales en un concierto, llamado timbalero o timbalista, no ejecuta otros instrumentos, aunque está capacitado para hacerlo. Hoy es muy extraño pensar en una obra sinfónica sin timbales, pero el que les dio preponderancia fue Lully en el s. XVII.

CAMPANAS TUBULARES

Tienen un sonido similar a las campanas de la iglesia. Se crearon para evitar el trastorno que era utilizar campanas de verdad. Generalmente son 18 tubos metálicos en un armazón. Se tocan golpeando la parte superior de los tubos y se apaga el sonido mediante un pedal.

GLOCKENSPIEL

En alemán sería juego de campanas, pero no confundir con las tubulares. Son láminas metálicas que se percuten con una baqueta y tienen un sonido parecido a un triángulo, pero, a diferencia de este, estas láminas se pueden afinar.

CELESTA

También son láminas metálicas, pero se percuten por un mecanismo de martillos activados por una tecla. Las láminas están sobre resonadores de madera y su apariencia es la de un armonio o un piano vertical. Otra similitud con el piano es que su sonido se puede apagar mediante un pedal. Su nombre se debe a que su sonido es “celestial”.

XILOFÓN

Las láminas son de madera y están dispuestas de la misma forma que el teclado de un piano. Siguiendo con la comparación, las “teclas negras” están en un nivel más alto que las demás. Su extensión suele ser de tres octavas. Rara vez se usa como instrumento solista, pero sí en el orgánico de la orquesta. Saint- Saëns le da un papel protagónico en su Danza Macabra.

MARIMBA

Tiene láminas de madera como el xilofón, pero todas se encuentran al mismo nivel y cada una tiene su propia caja de resonancia, lo que le da un sonido mucho más potente. Su extensión también es más amplia. Si bien se usa como instrumento de orquesta también se lo usa como solista.

Existen instrumentos similares como el metalofón, con láminas metálicas que era muy utilizado por Orff con fines didácticos y el vibráfono, muy similar a la marimba, pero con láminas metálicas, que se utiliza principalmente en el Jazz.

(*) Director del Coro Vocacional de la UNSJ

Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 438 del 3 de marzo de 2022

 

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