Movimientos Demográficos en San Juan

    Durante el siglo XX, la provincia de San Juan experimentó un fenómeno demográfico de gran relevancia, marcado por la emigración y la inmigración. Un análisis detallado revela un paisaje poblacional en constante cambio que ha dejado huellas profundas en la historia provincial.
En el transcurso del pasado siglo, nacieron en San Juan 951.448 personas, un reflejo de la vitalidad de la población local. Sin embargo, en ese mismo período, aproximadamente 150.989 habitantes tomaron la decisión de dejar la provincia en busca de nuevas oportunidades en otras regiones de Argentina y en el extranjero. Este éxodo significó que más del 15% de la población sanjuanina abandonó su lugar de origen en los últimos 100 años, marcando uno de los movimientos emigratorios más significativos en la historia de la provincia.
El punto culminante de esta emigración masiva se produjo a finales de la década de los 60 y principios de los 70. En ese período, la industria vitivinícola, uno de los pilares económicos de San Juan, enfrentó una crisis devastadora, con el cierre de grandes bodegas y la pérdida de numerosos empleos. Paralelamente, otras regiones del país experimentaban un aumento en la demanda de mano de obra, lo que explicaría en parte este flujo migratorio. Las cifras indican que más de 24.000 personas abandonaron la provincia en ese momento.
La década de los 80 marcó una corrección en la corriente emigratoria, estabilizándose, y en los años 90, la emigración disminuyó considerablemente a alrededor de 3.500 personas. La mayoría de los sanjuaninos que emigraron lo hicieron hacia ciudades o provincias consideradas más grandes o económicamente más activas, como La Rioja, San Luis y el Sur argentino, especialmente Neuquén, mientras que las provincias del Norte y la Mesopotamia estaban en los últimos puestos de preferencia.
Otro fenómeno destacado en San Juan es la migración interna, donde muchas personas optan por dejar sus departamentos de origen para dirigirse hacia lugares más poblados. Este proceso tuvo un impacto significativo en el siglo pasado, llevando a la despoblación de algunas zonas del interior provincial y, en algunos casos, al desmembramiento de departamentos enteros. Los "pueblos fantasma" son una realidad en San Juan, y ejemplos como Pampa del Chañar, en el departamento de Jáchal, son emblemáticos. Para muchos jachalleros, este lugar es ahora solo una anécdota, recordando una época en la que la zona era rica en producción agrícola y ganadera.
En contraste con la emigración, San Juan también ha sido un destino atractivo para la inmigración. Muchas personas y familias de otras provincias argentinas eligen San Juan como lugar de residencia permanente, atraídos por oportunidades laborales y una universidad prestigiosa. Este flujo migratorio ha transformado a San Juan en un lugar de bienvenida para diversas comunidades, incluyendo chilenos, chinos, nigerianos, venezolanos, peruanos y bolivianos, que contribuyen a enriquecer la diversidad cultural de la provincia.
El trabajo y los estudios han sido las principales causas que han llevado a los oriundos de provincias vecinas y más lejanas a buscar en San Juan su hogar permanente. Muchos de estos inmigrantes se establecen en la ciudad o en departamentos cercanos al centro, aunque algunos eligen destinos menos tradicionales dentro de la provincia.En resumen, el siglo XX dejó una profunda huella demográfica en San Juan, con movimientos migratorios internos y externos que transformaron la geografía poblacional de la provincia. La emigración masiva en las décadas pasadas se ha equilibrado con una creciente inmigración, enriqueciendo la diversidad cultural y económica de San Juan.

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