La misión de diseñar los caminos de San Martín

José Antonio Álvarez Condarco, un teniente de artillería nacido en 1780, se destacó por su ingenio e inteligencia en múltiples áreas. Su contribución más notable se desarrolló en la fábrica de pólvora bajo su dirección, donde su iniciativa revolucionó el proceso de producción. Ideó y construyó un molino que transformó el método manual de producción de pólvora, aumentando significativamente tanto la cantidad como la calidad del explosivo. De apenas dos quintales diarios, logró elevar la producción a cerca de 400 libras, superando la calidad de la pólvora importada de otros países.

Además de sus habilidades ingenieriles, Condarco tenía conocimientos en física y química, lo que le permitió aprovechar la fuerza motriz del agua para mejorar la refinación del salitre, supliendo la falta de mano de obra en el proceso.

Su rol no se limitó a la producción de pólvora. Fue responsable de implementar medidas de seguridad en la fábrica, como la orden de no permitir el ingreso con espuelas al depósito de explosivos, previniendo así riesgos de explosiones.

Más allá de su destacada labor en la fábrica, Condarco se convirtió en una pieza clave en las estrategias y misiones de San Martín durante el proceso independentista. Gracias a su excepcional memoria y habilidades estratégicas, fue encargado de misiones delicadas y estratégicas. Recorrió la cordillera en misiones parlamentarias, actuó como espía y mensajero, desempeñando un papel crucial en el logro de la independencia.

Participó activamente en importantes batallas de la época y jugó un papel clave en la negociación de buques para la campaña libertadora del Perú. A pesar de su valiosa contribución a la causa independentista, su final fue humilde. Falleció en Chile en 1855, y sus amigos tuvieron que recaudar fondos para otorgarle un sepelio digno, un acto de reconocimiento a quien, a pesar de sus logros notables, había enfrentado la carencia de recursos personales.

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Batalla de Chacabuco
alvarez condarco