El pueblo Entre Ríos, de Jáchal

   El potrero que está al pie del cerro Mogotes de Paulino es un cable a tierra y la razón por la que buscan mejorar. Allí despuntan el gusto por el fútbol. Es por eso que el pueblo vive por y para el club que nació en 1935. En la misma sede humilde del Club Central Norte, funciona la Unión Vecinal que lucha para que la gente deje de quedarse aislada cada vez que crecen los ríos. Así, Entre Ríos, la localidad jachallera ubicada a unos 20 kilómetros de la villa cabecera del departamento, se resiste a desaparecer. Esto, a pesar de que hay cada vez menos pobladores.

La vida no es fácil allí, pero la tranquilidad da envidia. El viento Zonda se siente más que en otras regiones y el tiempo parece avanzar en cámara lenta. El pueblo se extiende a lo largo de un kilómetro y medio ni bien se pasa Villa Mercedes, casi en el límite con La Rioja. Todas las casas son de adobe y sólo una mínima porción del pueblo tiene asfalto. Un logro del que se enorgullecen los integrantes de la Vecinal.

Son poco más de 40 familias las que aún quedan de las 500 que hubo en algún momento. Como el éxodo es inevitable, sobre todo para los jóvenes, los pobladores se la rebuscan y dejan el alma en el intento de sobrevivir, para que Entre Ríos no desaparezca, aun cuando ni siquiera aparece en el mapa sanjuanino.

Con nombre de provincia litoraleña, el Entre Ríos local debe su denominación a dos caudales de agua que lo rodean: el río Grande y el río La Carreta. El agua le da al lugar un toque pintoresco. Mucha vegetación que contrasta con el potrero desierto. Pero lo que para la tierra puede ser una bendición, para los pobladores se transforma en el peor enemigo. Cuando las aguas crecen, ellos quedan totalmente aislados, los niños no pueden ir a la escuela y ni los médicos llegan al pueblo. Este paraje no tiene escuela. Para poder estudiar hay que ir a los pueblos vecinos, si el agua lo permite. Los chicos están acostumbrados a caminar varios kilómetros, casi de madrugada para poder aprender a leer y escribir. Ninguno tiene la posibilidad económica de continuar los estudios universitarios.


Entre Ríos comenzó a poblarse a principios del 1800. Según Andrés Matías Herrera, el presidente de la Vecinal y el que más conoce la historia de esa comunidad, el pueblo recibió ese nombre cuando Domingo Faustino Sarmiento era gobernador de San Juan.


La época de oro de ese distrito jachallero fue cuando poco antes del siglo XX, las plantaciones de trigo y de alfalfa hizo del lugar un sitio próspero. Llegaron a habitar el pueblo más de 500 familias. Luego del trigo y el pasto le tocó el auge a la cebolla. Fue en la década del ‘40. Después de eso, la economía local se vino en picada. La gente comenzó a buscar otros horizontes y ahora no hay más de 40 familias que son las que se resisten a que el pueblo se convierta en un lugar fantasma, tal como sucedió con Punta del Agua, también en Jáchal, donde la escuela abandonada es mucho más que un símbolo del éxodo.


La gente de Entre Ríos vive de lo que puede. Algunos están en las minas (los menos), otros hacen changas. A pesar de las nubes negras, siembre encuentran un motivo para celebrar. Es por eso que para los lugareños, enero y octubre se transforman en las fechas más esperadas. El 6 de enero se festeja la patronal de la Virgen de Andacollo, la patrona del pueblo. Mientras que el 22 de octubre es el cumpleaños del club. Estas fiestas se esperan con ansias durante todo el año. Esta es otra de las razones para desear que los días pasen.

Lo que hay

En esta localidad hay una capilla en honor a la Virgen de Andacollo. No hay puestos de salud y cada lunes, una enfermera y un médico van hasta el lugar y atienden en el templo. Está la Unión Vecinal y el club, además de un par de pequeños almacenes. No hay escuela.
 

Como se llega

Al pueblo de Entre Ríos se llega circulando por la calle principal de Villa Mercedes. A dos kilómetros de ese pueblo jachallero se encuentra la calle que atraviesa los ríos. Todo este trayecto está señalizado y pavimentado. Está casi en el límite con la provincia de La Rioja.

(Fuente: nota publicada en Diario de Cuyo el 9 de septiembre de 2017)