Desde las calles de Marquesado, San Juan, hasta las frías tierras de las Islas Feroe, Florencia Mercau ha recorrido un camino lleno de esfuerzo, sacrificio y superación personal. A sus 30 años, se ha consolidado como una pionera del fútbol femenino sanjuanino, dejando una huella imborrable en la historia del deporte argentino y abriendo puertas en el escenario internacional.
Nacida el 28 de abril de 1994, Florencia comenzó a forjar su destino inspirada por su hermana melliza, Daniela, quien era arquera. A los siete años se unió al Club Atlético Marquesado, donde inicialmente jugó como delantera. Su transición al arco llegó casi por casualidad, cuando representó a la Selección Sanjuanina en los Juegos Binacionales y asumió el puesto de arquera, que nunca más abandonaría.
Su actuación en aquel torneo llamó la atención de un entrenador de River Plate, marcando el inicio de un viaje que la llevaría a cumplir uno de sus mayores sueños: defender los colores del "Millonario".
En 2014, con solo 20 años, Florencia dejó su tierra natal para unirse a River Plate. Aunque enfrentó desafíos como la exigencia de los entrenamientos y la competencia interna, logró debutar en un partido memorable contra Nueva Chicago, donde su equipo ganó por 10-0.
Después de dos años en Núñez, llegó a Racing Club, donde se destacó como titular. Su momento de gloria llegó en el Torneo Reducido 2017-18, cuando atajó dos penales clave en una semifinal, asegurando el ascenso de la "Academia" a la Primera División.
La profesionalización del fútbol femenino en Argentina en 2019 fue un hito para Florencia. Ese año, se unió a Independiente, convirtiéndose en la primera futbolista profesional de San Juan. Aunque significó cambiar de equipo rival, la oportunidad de recibir un contrato profesional marcó un antes y un después en su carrera.
“Todo lo que estoy logrando se lo debo a mi familia y amigos del barrio, que siempre apostaron por mí. Empecé de abajo y llegué a cumplir sueños”, reflexionó.
En 2022, Florencia decidió expandir sus horizontes y aceptó una oferta para jugar en la liga femenina de las Islas Feroe, representando al TB/FCS/Royn, un club formado por la fusión de tres equipos locales. Aunque el fútbol en las islas es menos competitivo que en Argentina, la experiencia ha sido transformadora.
“La vida aquí es distinta, pero estoy viviendo un sueño. Esto no es solo fútbol, es un paso importante para crecer como persona y arquera”, expresó Florencia, quien se ha adaptado rápidamente a su nueva vida en el archipiélago atlántico.
Florencia atribuye su éxito a los valores inculcados por su madre, Paula, quien trabajó incansablemente para criar a sus seis hijos. Desde su infancia, Florencia aprendió a enfrentar las adversidades con determinación, apoyándose en su pasión por el fútbol y el apoyo de su comunidad.
Aunque Florencia ha alcanzado logros notables, su ambición no se detiene. Sueña con representar a la Selección Argentina, un objetivo que considera alcanzable gracias a su dedicación y humildad.
La historia de Florencia Mercau es un ejemplo de cómo la perseverancia, el trabajo duro y el amor por el deporte pueden superar cualquier barrera. Desde San Juan hasta Europa, sigue demostrando que los sueños se alcanzan con esfuerzo y pasión.