El Volantín de la pluma del Dr. César Quiroga Salcedo

De palabras en nuestros juegos populares (Tercera parte)



Nuestros poetas y cantores de hoy (Hermanos de la Torre) vuelven a él con remembranza en pinceladas de vibración, como de saludo a lo que se fue para siempre.  Sin embargo, la explosión actual por la práctica del volantín se ha producido como una venganza contra el cultismo entre los hombres mayores, los abuelos y los niños, aún dentro de las grandes urbes. Las escenas de los parques de Buenos Aires resultan casos ejemplares.

Pero fue Rómulo Muñoz, un poeta ignorado de Jáchal, quien nos ha dejado cuatro décimas al volantín que bien pudieron estar forjadas para ser cantadas en tonada, con una quinta de despedido o de cogollo. He aquí una estrofa de muestra: “como volantín manejo/ al hombre que me corteja/lo recojo si se aleja/ y si se acerca lo alejo. / De este modo no lo dejo / pensar por un solo instante. / Si es i dueño y si es mi amante / y si se inclina a algún lado, / lo bajo si esta encumbrado / y le acorto ese tirante”. El resto también puja y muerde, pues, como se ve, el poema está urdido desde una astuta sátira feminista que refleja, en las propias barbas de nuestro suelo y siglo, una dura venganza al machismo de siempre (que sin duda hirió bastante al poeta) con imágenes tomadas de la propia piel folklórica de nuestra cultura.

(*) Ex directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ. Miembro de la Academia Argentina de Letras

Fuente: Publicado en La Pericana, edición 430 del 9 de marzo de 2025


 

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El Volantín
jugando con las palabras aída elisa gonzález