La celebración del Día de la Minería en Veladero y hechos importantes que se están produciendo en Calingasta e Iglesia hablan de un San Juan montañés

Están
pasando cosas que si uno las enmarca adecuadamente adquieren su real magnitud.
Una ha sido, sin duda, que este año, por primera vez, la celebración oficial del Día de la Minería se realizó en la mina Veladero, en un acto presidido por el gobernador. Que se haya dejado de lado el tradicional e insípido acto casi escolar de festejar el día de la minería en la Casa de Sarmiento, con discursos de funcionarios y la banda de Policía ejecutando el himno y en su lugar celebrarlo junto a centenares de obreros mineros a 4.500 metros de altura es de por si un cambio muy significativo.
> >
>
Pero, además, no es menor que la fecha coincidiera con el vigésimo aniversario de la puesta en producción de la mina.
Veladero significó un antes y un después para la provincia con la llegada de la gran minería metalífera. Hoy, como lo remarcó Orrego, sigue dando trabajo a más de 3.700 trabajadores y a 290 empresas locales
También es significativo que el director ejecutivo de Barrick para Sudamérica, señalara que Veladero ha logrado exportar 16.000 millones de dólares en las últimas dos décadas, y que el 85% de todo ese valor quedó en el país, en Argentina, en salarios, impuestos y pagos a proveedores. Y más aun que la empresa con el RIGI está planteándose nuevas expansiones de la mina.
A esto sumemos los anuncios sobre nuevos descubrimientos en Vicuña, la creciente inversión en hoteles, bodegas de altura, astronomía y aromáticas en Calingasta e Iglesia, más las posibilidades de intentar nuevas rutas al Pacífico, son también hechos auspiciantes.
>>>
Y llegamos acá al meollo de la cuestión. La importancia de esto es que todo confluye para que de una buena vez los sanjuaninos advirtamos definitivamente que somos montañeses.
No es lo mismo un montañés que un llanero o un vallisto. El hombre que habita las montañas nace sabiendo mirar al mundo desde arriba.
Hay una hermosa samba de Jaime Dávalo y Eduardo Falú llamada La nostalgiosa que habla precisamente del alma del montañés y dice:
Nostalgiosa llevo el alma,
por las calles de la ciudad:
Busco al fondo de la calle un cerro;
pero encuentro el cielo y nada más.
> > >
Los sanjuaninos durante demasiado tiempo hemos vivido enamorados
del valle. Hemos llenado el valle de cemento, de oficinas públicas, de empleos
estatales, de comercios, mientras la
riqueza quedaba adormecida en las alturas.
Es indispensable cambiar ese concepto. Y estos que hemos reseñado son pasos importantes.
Fuente:
Publicado en El Nuevo Diario, edición 2143 del 10
de mayo de 2025