Es sobreviviente del terremoto del ‘44 y muestra por primera vez su tesoro fotográfico sobre la tragedia. Nota publicada en El Nuevo Diario, edición 2143 del 10 de mayo de 2025
Su familia no sabía nada sobre el tesoro que guardaba
en silencio. Hasta que el hombre de 94 años decidió mostrar las históricas
fotos a los suyos y después compartirlas en exclusiva con El Nuevo Diario,
con el pedido que se agreguen copias a la Fundación Bataller.
Son imágenes de un pasado que todavía le duele: la
destrucción de San Juan y recuerdos de muerte en la catástrofe que significó el
terremoto de 1944.
Domingo Balmaceda tiene 94 años.
Hace algunas semanas sorprendió a su familia cuando sacó de un escondite las
fotografías que guardaba desde hacía medio siglo. El recuerdo del hombre que
vio morir gente en la parroquia de Concepción y conoció a Eva Duarte
post-terremoto.
> > >
En esa época Domingo Victorino Balmaceda tenía
14 años. El hombre cuenta que escuchó los últimos suspiros de la gente a la que
se le cayó encima lo que en la actualidad es el Santuario de la Inmaculada
Concepción y San José, en Capital.
Balmaceda tiene cerca de 20 imágenes impresas que
fueron capturadas por un apasionado fotógrafo. Un hijo de ese fotógrafo le
regaló las copias “hace más de 50 años”. Desde ese día él las atesora en un
rincón de su casa que no revela. Casi todas las fotos tienen, a modo de
epígrafe en la parte posterior, el nombre de cada edificio caído o calle
retratada tras el gran sismo.
Cuando ocurrió la tragedia, Balmaceda hacía poco tiempo
que había salido de la escuela Bernardino Rivadavia. Al año siguiente (cuando
tenía 15) ya trabajaba en la bodega La Superiora, “Hacía embotellado. Estudié
para telegrafista y así entré al Correo Argentino, en donde fui jefe”, explica.
Colegio Santa Rosa de Lima, en una foto luego del terremoto de 1944
Terremoto
en primera persona
“En la iglesia de Concepción no quedó casi ninguno de
los que se estaban por casar (habían varias parejas). Murió un padrino, el
cura. Un hombre falleció descogotado, pero unos segundos antes escuché cómo se
quejaba de dolor. Los hombres que estaban ahí me decían ‘¡andate pendejo!’. Yo tenía 14 años”, recuerda.
Casi como en un viaje en el tiempo repasa: “Yo estaba
cerca de la iglesia (vivía en lo que hoy es Juan Jufré y Aberastain). Había ido
a la casa de mis abuelos paternos, a pocas cuadras. Mi tío era telegrafista y
estaba afuera enseñándole el telégrafo a un hombre. Me puse a escucharlo y
empezó el terremoto. Mi abuela me había enseñado que gritara cuando tiemble.
Entonces escuché que venía el temblor, porque antes se escuchaba un zumbido muy
fuerte, y grité “¡tiembla tío!” y
fui a la otra vereda. Vinieron conmigo mi tío y el otro hombre. Se cayó toda la
casa al suelo. Cuando fuimos a buscar a mi abuela vimos que se había salvado
porque estaba en el fondo juntando los pollos. Por eso no quedó abajo de los
escombros”.
“Murió un niño cerca de mi casa, el más chico de tres
hermanos que eran amigos míos”, dice sobre uno de los hechos que más lo golpeó
tras el gran terremoto que hoy revive en fotos.
Hubo casas con daños y otras totalmente destruidas
Evita
en el recuerdo
La reconstrucción de San Juan después de la tragedia
de 1944 no hubiera sido posible sin el pedido de acción de Juan Domingo Perón.
Seguramente eso marcó a Domingo Balmaceda, quien después forjó una vida de
continua militancia.
Domingo era el mayor de 11 hermanos. “Los cuatro que me siguieron en edad
quedaron inválidos por un problema congénito y Evita ayudó a mi papá con dos
pensiones y las mejores sillas para inválidos”, dice el hombre.
Balmaceda viajó en 1949 en tren a Buenos Aires con su
papá para recibir las sillas para sus hermanos. “Antes de que nos fuéramos nos
dijo que estaba conmovida con un cantante sanjuanino, que era Alberto Podestá,
a quien había escuchado interpretar ‘El bazar de los juguetes. Nos pidió que le
transmitiéramos su agradecimiento. Podestá era de Concepción. Fuimos a buscarlo
y cuando mi papá se lo contó se le corrió una lágrima”.
Estas historias marcaron para siempre a Balmaceda y lo
hicieron militar toda su vida en el peronismo.
La imagen
es elocuente. Así quedó la Parroquia de Concepción
La foto muestra el local de Confitería El Águila, que en 1944 estaba en calle Rivadavia.
Días de duelo, Una escena que se repitió infinitamente.
El frente de la Casa de Sarmiento, apuntalada con palos luego del terremoto de 1944
La Legislatura y la Casa de Gobierno ubicadas frente a Plaza 25 de Mayo
Estado en el que quedó la tribuna oficial del velódromo del Parque de Mayo.
Imagen que muestra la destrucción en el Cementerio de Capital.