Uno de los mayores atractivos históricos
de Calingasta es la antigua Capilla de Catalve.
La parroquia fue construida por las órdenes jesuitas en el año
1739, como parte de las 11 históricas doctrinas que mandó a erigir Don Juan
Pérez de Espinosa, Obispo de Santiago de Chile.
Con el objetivo de convertir al cristianismo a los indígenas de
Cuyo, a la parroquia se le encargó una importante misión: introducir la
civilización española en América y lograr una progresiva integración cultural.
Hoy el templo exhibe elementos típicos de la religión católica al tiempo que
guarda valiosas huellas de antepasados indígenas.
La arquitectura de la Capilla se caracteriza por su única, angosta
y prolongada nave. El espacio interior es rectangular y el pórtico se encuentra
enmarcado por tres arcos. El techo está hecho de tirantería de madera y sobre
ella se apoya el cañizo y una cubierta de barro y paja. Los muros son de adobe
y se asientan sobre cimientos de piedra. Están revocados con barro y pintados a
la cal.
La foto, reciente, muestra una nueva cara luego de ser restaurada por la parte
exterior para su mantenimiento.
Otro detalle de esta capilla es que el ingreso es por la parte trasera, ya que antiguamente
por ese costado era donde pasaba el camino.
En esta capilla se alojó Domingo Faustino Sarmiento en su viaje al exilio a Chile.
(Foto y texto
proporcionado por Nelio Espínola)
Fuente: Publicado en Nuevo
Mundo, edición 1213 del 14 de agosto de 2025