Con el atardecer (Vals)


Fue una tarde de alegre primavera 
tardecita que nunca ha de volver. 
Un suspiro de amor por vez primera 
escapó de tu pecho de mujer. 
  
Y en la cálida noche, amada mía, 
de lejanas estrellas, a la luz, 
juramento tu boca me pedía 
y en tus labios mi beso se hizo cruz. 
  
Desde entonces las aves viajeras 
con las flores del atardecer 
de aquel árbol de ardientes esperas 
testigos han sido de nuestro querer. 
  
Enjoyado de estrellas y flores 
en la vaga caricia lunar 
cuántas veces nos dimos amores 
en tanto el arroyo cantaba al pasar. 
  
Si ya diste al olvido mis amores 
y no tienes ternura, para mí 
hoy me abruma el recuerdo de tus flores 
y el sabor de los besos que te di. 
  
Si promesas de amor tú me pedías 
y en la cruz de tus labios yo juré, 
cómo duele el saber amada mía, 
que está muerta en tu alma aquella fe. 
  
Muerto el árbol de nuestras esperas 
ya no hay flores al atardecer 
ya no vuelven las aves viajeras 
y el claro arroyito no canta al correr. 
  
Y al pensar en el bien ya perdido. 
si no tienes piedad ni perdón, 
volverá como un llanto a tu oído 
la música triste de mi corazón.




Letra: Buenaventura Luna


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