Gustaba ser adulado. Era soltero pero tuvo un hijo en Francia. Fue el primer gobernador que juró con banda. En San Juan no se lo recuerda por sus obras sino por su bárbara muerte.
Miembro de la Unión Cívica Radical, ocupó varios cargos en dicho partido, entre ellos el de miembro del Comité Nacional. Formó parte de la Convención Nacional que eligió a Hipólito Yrigoyen candidato a Presidente de la Nación.
Gobernador de San Juan.
En 1919, el radicalismo sanjuanino estaba dividido en dos fracciones duramente enfrentadas. Una, que obedecía disciplinadamente al presidente Yrigoyen y otra que estaba liderada por los hermanos Aldo y Federico Cantoni.
Para poder triunfar en las elecciones para gobernador de 1920, y por influjo del Gobierno Nacional, los dos sectores se unieron y acordaron un candidato de compromiso, virtualmente desconocido para los sanjuaninos: Amable Jones.
Con la fórmula Amable Jones - Aquiles Castro, el radicalismo unido triunfó en la provincia de San Juan en las elecciones de mayo de 1920. Pero el conflicto latente entre los distintos sectores internos no se solucionaría, a pesar de ciertos arreglos.
Amable Trifón Jones había nacido en San Juan en 1870.
Proveniente de una familia inmigrante arraigada en la provincia, como muchos de su generación viajó a Buenos Aires y se recibió de médico con honores en 1892, especializándose posteriormente en neurología y psiquiatría, primero en Francia y luego en Alemania.
De nuevo en Argentina, formó parte del servicio de Abel Ayerza en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, hasta que fue nombrado médico del Hospicio de las Mercedes en 1901. En 1920 el Gobierno de la Nación le designó miembro del Consejo Nacional de Higiene y más tarde vocal del Consejo Nacional de Educación.
Por esas cosas que tiene la política, en 1920 y ante el hecho de que los radicales sanjuaninos no se ponían de acuerdo en el candidato, el presidente Hipólito Yrigoyen impone su candidatura, comenzando una etapa de grandes tensiones en la provincia.
Jones -ausente durante 35 años de San Juan-, gana las elecciones. Y asume en julio de 1920. Fue el primer gobernador que juró con banda. Hasta ese momento sólo lo hacían los presidentes.
Amable se instaló durante su corta gobernación en una casa del “Barrio de la Chilquilla”. En realidad se trataba de las inmediaciones de lo que hoy es la Plaza Aberastain que pese a su cercanía al centro en aquella época se la consideraba zona de “extramuros”.
Era soltero. Pero —se supo muchos años más tarde—, en Francia había andado en amoríos con una mujer de nombre Clara, con la que tuvo un hijo en 1898 llamado André Jones, que vivía en Villa France.
Cuando se radicó en San Juan y asumió la gobernación, vivía con él un matrimonio que ya lo servía cuando vivía en la calle Suipacha, en Buenos Aires. También al pequeño hijo de la pareja, por el que Jones sentía mucho afecto.
Jones escapaba a la vida social, lo que lo iba aislando cada día más. La única vez que participó de una fiesta las “familias bien” se escandalizaron porque la servidumbre compartía con el gobernador el festejo. Se trataba del matrimonio que lo acompañaba desde hacía tantos años...
Gran lector del diario La Prensa, tenía una colección desde el primer número, a la que hizo encuadernar con tapas de cuero.
Delgado, usaba el pelo corto y grandes bigotes con las puntas un poco levantada. Si se lo observaba bien de cerca podía advertirse un detalle muy particular: tenía un ojo verde y el otro celeste.
Jones era un intelectual puro metido en una actividad política en la que todo era acción. Nunca comprendió a la política sanjuanina. Ni le interesó hacerlo.
Aunque era un hombre manso y bueno, tenía dos defectos: estaba convencido que había venido para cambiar la historia y terminar con la barbarie sin importarle lo que pensaba la gente o la existencia de instituciones a las que nunca respetó. Y, además, le gustaba ser adulado.
Al final esa fue su perdición. Quienes lo rodeaban, en su mayoría hombres que había traído desde Buenos Aires, conocían sus debilidades. Y lo fueron alejando cada día más de los sanjuaninos.
Todo da a entender que Jones sabía que lo iban a matar. En los últimos tiempos dormía en diferentes casas. Sin embargo no aumentó su custodia.
Premonición
El lunes 7 de noviembre de 1921 había sido agotador para el gobernador Jones.
Sentado en un sillón de su domicilio particular, el gobernador dialogaba con algunos de sus hombres más cercanos. Estaba el jefe de Policía, Honorio Guiñazú, el ministro Justo Zavalla y uno de sus colaboradores, José Palermo Riviello.
—Doctor, yo creo que debemos tomar recaudos porque las amenazas continúan...
— ¿Le parece, doctor Zavalla?
—Hoy mismo llegó al ministerio un anónimo que indicaba que usted debe dejar inmediatamente San Juan o será asesinado por traidor a la patria chica.
—Nunca falta un loco... –, dijo el gobernador.
—Duerma tranquilo viejito, que nada ha de pasarle mientras haya al frente de la policía un águila como yo. –, fue el comentario de Guiñazú.
En ese momento se oyó un fuerte ruido y vidrios que saltaron cerca de donde conversaban los hombres.
—Se cayó un cuadro –, dijo Zavalla.
Era un cuadro con una caricatura del gobernador. Todos los presentes advirtieron como se ensombrecía el rostro de Jones que permaneció un rato sumido en profundas reflexiones.
Luego, muy bajo, se lo escuchó decir:
—No soy supersticioso pero este es un mal presagio...
Al salir de la reunión Zavalla comentó a los otros participantes:
—Es raro que un científico como el doctor Jones sea supersticioso pero ¿vieron como se puso?
Dos semanas más tarde moría el gobernador
Y el 20 de noviembre de 1921 fue asesinado en La Rinconada, Pocito. El cuerpo de Jones, destrozado por los disparos y hasta una bomba, fue embalsamado y enterrado en un panteón en el cementerio de la Capital. Dicen descendientes que lo vieron en 1970 que con excepción de la mandíbula que se había desprendido, estaba en buen estado.
En San Juan no se lo recuerda por sus obras sino por su bárbara muerte. Podemos decir que en su corto y conflictuado gobierno pudo terminar la escuela Normal San Martín, inició la construcción del ferrocarril a Jáchal y creó la oficina química y la cárcel pública.
El retrato sin terminar
El jueves 17 de noviembre de 1921 el gobernador Amable Jones posaba una vez más en su domicilio particular.
-E’ basta per oggi, dottore...
El pintor italiano Faustino Brughetti dejó los lápices sobre el escritorio y acercó el retrato al gobernador Amable Jones. Era el boceto del rostro del mandatario.
-Perfecto, maestro, ha logrado plenamente el gesto de nobleza, firmeza de carácter y sabiduría que transmite nuestro gobernador.
Quien había opinado era Honorio Guiñazú, el jefe de policía que Jones había traído de Buenos Aires, siempre listo para alabar a su jefe.
Pero realmente el boceto era bueno.
El pintor italiano había sido contratado dos semanas atrás por la suma de cuatro mil pesos que pagaría el gobierno provincial para realizar un retrato al óleo del gobernador.
Jones miró el boceto e hizo un gesto de aprobación.
-¿Possiamo continuare domani, dottore?
-No mi amigo. Mañana tengo mucho trabajo. Si usted está de acuerdo seguimos el lunes a las 3 de la tarde.
El domingo al mediodía, Jones murió asesinado en La Rinconada, Pocito, por un grupo ligado al cantonismo.
La autopsia de jones
¿Cuántos disparos se efectuaron durante el asesinato de Jones?
Una idea aproximadamente puede obtenerse de los informes médicos que primero por motivos políticos y luego porque desaparecieron los expedientes de Tribunales, no tuvieron mayor difusión.
Por razones que no viene al caso relatar el autor de estas notas se encontró muchos años más tarde con los informes médicos que hoy público.
El 20 de noviembre de 1921, a las 23, comenzó en la Casa de Gobierno la autopsia al cuerpo del gobernador Amable Jones, asesinado ese mediodía, en Pocito.
Tres horas antes, el juez Varela Díaz había ordenado que se practicara la autopsia de los cadáveres de Jones y del bodeguero Juan Meglioli, que también muriera en el atentado.
Pocas personas estuvieron presentes en el acto:
>El doctor Eugenio R. Doncel, un médico de cuarenta años, casado, domiciliado en calle Rawson 832.
>El doctor Carlos Albarracín Godoy, de veintisiete años, soltero, domiciliado en calle Mitre 645. También se encontraban los doctores Américo Devoto y Alejandro Quiroga Garramuño, este último médico de la Policía.
Un quinto médico presenciaba la autopsia, el doctor Jorge Aubone.
Las heridas encontradas por los médicos en el cuerpo de Jones fueron las siguientes:
>En el cuello, una herida penetrante de bala de Winchester.
>Por encima de la anterior, otra herida de bala que salía por la nuca, la cual al parecer se produjo después de muerto.
>En la nuca, otra herida de Winchester que se encuentra en la parte media del hombro a ras del pelo.
>En la raíz del cuello, del lado derecho, otra herida de bala.
>En la espalda, sobre el lado derecho, una herida de Winchester.
>En el omóplato derecho herida de Winchester.
>Del lado izquierdo, sobre el omóplato, también otra herida de bala.
>A igual altura, otra herida de bala que atraviesa de adelante hacia atrás.
>En el brazo izquierdo, una herida de bala recibida desde atrás.
>Ambos brazos estaban quebrados a consecuencias de las heridas.
>El hombro derecho presentaba una herida producida por un fragmento de proyectil.
>En el pecho, del lado derecho, tenía otra herida de bala.
>La región del hígado por delante de la piel se notaba machucada.
>La región de los riñones del lado izquierdo presentaba dos agujeros de bala.
>En la parte alta de la cabeza había otra herida.
>En el costado derecho una enorme herida desgarrada, de más o menos 15 centímetros de diámetro.
>Se encontraban rotas las costillas, dejando al descubierto el hígado, los músculos estaban quemados, dejando al descubierto las vísceras internas.
>El pabellón de la oreja derecha estaba cortado con instrumento cortante.
El informe señaló también que salvo la sección del pabellón de la oreja y el proyectil de cuello que produjo una herida exangüe, todas las demás heridas fueron producidas durante la vida del gobernador y le ocasionaron la muerte.
La herida causante de la muerte fue la de la nuca, que fracturó la columna cervical vertebral.
También habrían causado la muerte las heridas producidas por la bomba explosiva y el tiro de Winchester que bandeó el hemitorax derecho de atrás hacia adelante, como asimismo los de revolver del hemitorax izquierdo, región dorsal y de la región lumbar del mismo lado.
Aparentemente el gobernador recibió dos heridas inicialmente: la de Winchester, que fue mortal y la de Mauser de extrema gravedad pues hubiera traído serios trastornos de funcionamiento del brazo izquierdo en caso de no complicarse y por la infección lógica, osteomítitis muy grave que, como fenómenos de infección pudieran también haber producido una muerte mediata.
La autopsia de Meglioli se realizó el lunes 21, a las 10, en el Hospital San Roque. Fue muy rápida. Una sola bala de Remington le había atravesado el corazón matándolo en forma instantánea.
Durante el atentado, resultaron heridas dos personas que viajaban junto al gobernador: el presidente de la Corte de Justicia, doctor Luis J. Colombo, que recibió varias heridas en los brazos y una en un muslo y uno de los funcionarios de Jones,
Humberto Bianchi, que también recibió un tiro. Ambos, junto al chofer del automóvil, Leonardo Hearth, lograron huir y salvaron la vida.
El informe señaló que se habría utilizado una bomba, además de las armas.
El informe de balística, en el que intervino especialmente Quiroga Garramuño, indicaba que:
>La muerte había sido producida por heridas de armas de fuego, por proyectiles de revolver o revólveres de calibre 38, de pistola automática cargada con balas blindadas con camisa de cobre o de bronce – cobre unas y de níquel o algo parecido otras.
>Había también disparos de Winchester con balas blindadas a media camisa de níquel, dejando el plomo de la mitad anterior sin blindamiento.
>Se utilizó también una bomba explosiva de mano, de gran poder destructor con envoltura de papel – cartón.
>Todos los disparos de Winchester y Mauser fueron hechos a una distancia máxima de diez metros.
Aunque era un hombre manso y bueno, tenía dos defectos: estaba convencido que había venido para cambiar la historia y terminar con la barbarie sin importarle lo que pensaba la gente o la existencia de instituciones a las que nunca respetó. Y, además, le gustaba ser adulado.
Dos semanas antes del atentado, se cayó un cuadro en la casa del gobernador. Todos los presentes advirtieron como se ensombrecía el rostro de Jones que permaneció un rato sumido en profundas reflexiones.
Luego, muy bajo, se lo escuchó decir:
—No soy supersticioso pero este es un mal presagio...