Esta
foto fue tomada el 14 de septiembre de 1912. Ese día, en un Parque de Mayo que
todavía tenía grandes zonas despejadas y los árboles pequeños, los sanjuaninos
vieron por primera vez volar un avión. Era un biplano con fuselaje sin
entelado, que dejaba ver el cuerpo entero del conductor y los instrumentos del
comando. El autor de la proeza se llamaba Mario Casale, había nacido en Italia,
pero vivía en Mendoza desde los 8 años. Todo indica que trajo el aparato en
tren. Una vez en San Juan, en un día muy ventoso, hizo su prueba de vuelo sobre
el Parque de Mayo. En el aparato lo acompañaba un joven deportista sanjuanino
llamado Luis Bates Salcedo. Casale bajó entre los aplausos de los presentes,
entre ellos 3.000 niños de las escuelas, y no pudo repetir el vuelo por el
viento. Al día siguiente se elevó a gran altura y atravesó la ciudad de este a
oeste y de norte a sur. “Todo el pueblo se había volcado a las calles, en las
plazas y sobre las terrazas. Contemplaba con gran admiración el avión de
Casale, el cual atravesaba el espacio como un relámpago”, dice la historia.
Regresó en avión a Mendoza, uniendo por primera vez por aire ambas provincias.
En 1926 el propio Casale donó al Museo Sarmiento la hélice de ese aparato.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 886
del 13 de marzo de 2024