Los primeros transportes

Es indudable que el primer medio de transporte fue el ser humano, que usó sus pies para trasladarse y su cuerpo para trasladar mercadería. Junto al hombre aparece el animal, que representó un inmenso avance y que tuvo vigencia durante mucho tiempo hasta que las estrechas huellas y senderos pudieron transformarse en sendas que posibilitaron el paso de vehículos con rueda. En esta reseña Juan Carlos Bataller recuerda los primeros medios de transporte que usaron los sanjuaninos.

Leemos el testimonio sobre los viajes en carreta de Héctor Domingo Arias y Carmen Peñaloza de Varese en el libro Historia de San Juan:
“Hasta el Siglo XIX no había otro camino entre Jáchal y San Juan que el viejo sendero indio ni otro medio de transporte que cabalgaduras, lomo de mula o caballo. Había que atravesar más de cuarenta y cinco leguas, un “mozo de mano” y alforjas prietas con agua, comida, vino, etc., precauciones prudentes, pues la travesía era casi desierta.
Se salía de Jáchal al apuntar el alba, se trasponía Cruz de Piedra o San Roque, Niquivil y se llegaba con el día a Tucunuco, especie de oasis. 
Allí finalizaba la primera jornada, era sitio de churrasquear y tomar algunos mates, mientras descansaban los animales y los racionaban.
La segunda jornada terminaba en El Balde. Allí un rancho mísero, nocturno albergue, la posta más importante, un pozo de noria, desensillar, dar debeber a las bestias que le saludaban con un relincho nervioso, una frugal comida preparada con las provisiones de las alforjas, dormir un sueño y prepararse para seguir hasta los Ranchos de Arancibia, límite entre Jáchal y Albardón, otro alto y otro descanso.
Faltaba el río atrevido, el temible arenal; el río atravesado, y hacia Matagusano iba el viajero desde donde tomaba la subida del Villicum, Rodeo de los Toros, Vista Larga, para llegar a las Tapias, Albardón y por allí vadear el río San Juan, las Chimbas, el Pueblo Viejo y la ciudad”.
Es indudable que el primer medio de transporte fue el ser humano, que usó sus pies para trasladarse y su cuerpo para trasladar mercadería.
Y, como es lógico suponer, aparece junto al hombre el animal, que representó un inmenso avance y que tuvo vigencia durante mucho tiempo hasta que las estrechas huellas y senderos pudieron transformarse en sendas que posibilitaron el paso de vehículos con rueda.
A partir de ese momento comienza una evolución muy lenta al principio que se fue cada vez haciendo más rápida, hasta nuestros días cuando podemos considerar hasta medios de transporte como la telemática, la cibernética o el satélite que transporta datos digitalizados en tiempos reales.

Las tropillas de carros

Antes de la llegada del ferrocarril había unas 3.000 hectáreas de viñedos. El producido se destinaba a pasas y aguardiente para la exportación: era la única manera posible que permanecieran inalterables durante los meses de traslado.Quizá, la tropa más grande que conoció San Juan fue “La Oriental”. Era propiedad de Don Eladio Gigena y viajaba llevando y trayendo cargas a Rosario de Santa Fe. Estaba compuesta por 85 carros y el capataz era Eriberto Varas. Gigena acostumbraba a salir a esperar la tropa y entrar con ella a la ciudad. La tropa sólo sobrevivió un año a la llegada del ferrocarril; cumplió su servicio hasta 1886.

Las mensajerías

Existían además como medios de transporte de carga las mensajerías, que llevaban y traían carga de Chile; y los burritos de carga, un sistema de transporte común en 1910; a los burros se les colocaban chaznas que contenían los bultos.
Un viaje rápido a Jáchal por medio de mensajerías duraba 14 horas. Inclusive, dentro del casco urbano de la ciudad, la gente sólo tenía la tracción animal para desplazarse, ya fuera en coche, victoria o tranvía. Por esta causa, en 1909 existían en la provincia 485 cocheros dedicados al traslado de personas. Había además 712 carreros y 698 arrieros troperos que aseguraban el transporte de mercaderías allí donde no llegaban las vías férreas.
   



Fuente:
Historia de San Juan – Carmen Peñaloza de Varese y Héctor Domingo Arias.


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La llegada del automóvil
El último tren
 Los tranvías de San Juan
La historia del ferrocarril en San Juan

GALERIA MULTIMEDIA
Las tropas de mulas: Esta fotografía tomada entre 1870 y 1880 por Cristiano Junior, muestra la calle Tucumán, también llamada De la Merced al norte (por la iglesia de la Merced), en su intersección con calle Buenos Aires. Aparece una tropita de mulas, cargadas al parecer con fardos de lana y chiguas. (Foto perteneciente al museo Gnecco)
Los carros: La tropilla de carros "La Oriental", que llevaba la bandera -como se observa en el primer carro- de esa nacionalidad. La tropa era propiedad de don Eladio Gigena. (Foto perteneciente al Museo Gnecco)
Mensajerias: Vista de un mansaje sanjuanino. La foto se tomó en vicuña (La Serena, Chile). Las mansajerías traían y llevaban carga a Chile. (Foto proporcionada por el Museo Histórico Provincial).
Llega el Ferrocarril: La inauguración fue el 12 de abril de 1.885 y la ciudad vivió una de las fiestas más grandes de su historia. El presidente de la Nación, Julio A. Roca llegó en el tren, dejando inaugurado el ramal ferroviario que unía a San Juan con Mendoza y gran parte del país.
En las bodegas: Esta foto nos muestra una carretela transportando vinos del establecimiento Bodegas y Viñedos la Unión Latina de Salvador López Peláez en las primeras décadas del Siglo XX.
Descargando uva: Frente al establecimiento Cinzano sobre la actual José Ignacio de la Roza se observa a comienzo de los años 30 del siglo XX a varios carros esperando turno para descargar la uva. Por aquellos años Cinzano elaboraba vino, vermut y el cognac Otard Dupuy. (Foto del libro Cinzano en San Juan de la investigadora María Rosa Ridl Ciancio)