Automovilismo
Carlos Cascote Juárez. Tiempos inolvidables
El siguiente artículo fue publicado El Nuevo Diario, edición 593 del 12 de febrero de 1993
Carlos "Cascote" Juárez es uno de los grandes pilotos de automovilismo que tiene San Juan. Junto a Julio Devoto, "Ampakama", Ricardo Zunino, Eduardo Copello, Carlos Manzano, Roberto Basualdo y otros, integra la galería de campeones y protagonistas de campañas espectaculares.
Ganador tres veces de las 24 horas de la Ciudad de Buenos Aires, dos con Roberto Pachelo y una con Esteban Fernandino. Segundo en un Gran Premio de Turismo Nacional, con llegada en Carlos Paz. Sin frenos, fue superado apenas por un minuto y fracción por Carlos "Pájaro" Garro. Hace unos cinco años que debió dedicarse a la empresa de transporte internacional de cargas. Es gerente de mantenimiento de flota, junto a sus hermanos Orlando y Juan (en Buenos Aires) y su tío José.
Su capacidad conductiva lo ubicó entre los mejores del país. Muchas veces levantó en vilo a la afición sanjuanina por sus espectaculares actuaciones. Ganó y perdió, pero estuvo en la cresta de este deporte, cuando el Turismo Nacional fue todo un boom.
Comenzó en los torneos zonales con un Ford Taunus 61, standard y luego pasó al Fiat, marca que no abandonó hasta dejar la actividad. Varias veces campeón zonal, pasó al nivel nacional en 1970. Tras ganar varias veces, pasó a integrar el equipo oficial Fiat, logrando ser subcampeón argentino, detrás de Francisco Alcuaz.
En 1979 casó con Silvia Beatriz y tuvo dos hijas: Natalia y Luciana. Un año después, Carlos Acquel le ofreció una Berlina 125 y corrió tres años. En 1983 alquiló un Datsun a Luis Rubén Di Palma y luego la peña de amigos adquirió otra máquina similar y corrió con suerte diversa.
Ante El Nuevo Diario efectuó algunas reflexiones:
"Siempre se recuerdan los primeros pasos, pues uno aprende mucho. Lo más hermoso fue integrar el equipo oficial Fiat. Cuando dejé el team, junto con Esteban Fernandino adquirimos dos autos y en forma particular logramos el tercero y cuarto puestos del campeonato argentino. Los duelos con el equipo Peugeot fueron inolvidables;
De las carreras, recuerdo una en Río Cuarto. Iba entre Néstor García Veiga y Carlos Garro. En las dos últimas curvas maniobré y gané de manera imprevista y espectacular, por medio guardabarro.
Los deportes han cambiado, como el tipo de vida. Antes tenía 20 personas desinteresadas para colaborar conmigo. Hoy es todo más material. Incluso los equipos oficiales mandan. Los particulares no pueden acometer campañas, ni empezarlas. El TC 2000 es un ejemplo.
En 1975 cuando Ricardo Zunino se fue a Europa me ofrecieron ir para manejar autos de Fórmula, pero al no tener experiencia desistí. Me hubiera gustado tripular un buen auto en Rally, como el Toyota o Alfa Romeo.
Los zonales son un verdadero semillero y allí colocaremos a un sobrino, Mauricio Juárez, con 18 años. Tripulará un Fiat lAVA, con preparación de Ramón Gómez. El I apellido Juárez seguirá en carrera. Ojalá tenga suerte".
