Apellidos de la letra L
López Peláez. La marca de una familia
Las gruesas y viejas paredes de la bodega aún perduran en una esquina de Concepción como vestigio de lo que no pudieron vencer los casi 100 años de su historia. Artículo publicado por Diario de Cuyo en el año 2015
Hoy, es testigo silencioso de tiempos memoriosos y, sobre todo, símbolo de la tradición familiar de los López Peláez que marcaron una parte de la historia de San Juan.
Una tradición que se remonta desde que don Salvador López Peláez llegó en 1898 a Buenos Aires desde su Málaga natal, en España, junto con su esposa Dolores Mansilla y su pequeño hijo, Salvador. Una familia pequeña que en 1990 hizo de San Juan su hogar. Así empezó su historia. Don Salvador, todo un visionario -dicen sus nietos-, incursionó en la floreciente industria del vino en ese entonces, con los primeros cultivos familiares y dos pequeñas bodegas. Y llegaron también los otros hijos: Ricardo Gregorio, Rogelio Pascual, Guillermo Celedonio, Enrique Esteban, Margarita, María Julia, Blanca y Mercedes.
En 1912 nacería la imponente bodega López Peláez en Alem y Cereceto, famosa por sus vinos especiales y todo un clásico del turismo, hasta que cerró en diciembre de 2000. En el medio pasaron cosas. La familia fue una de las fundadoras de la antigua Casa España. Su disidencia con el Cantonismo, llevó a don Salvador a refugiarse en Buenos Aires, desde donde manejó su empresa. Algunos de sus hijos también partieron, pero otros se quedaron. Como Ricardo López Mansilla, un encumbrado médico cirujano que fue catedrático, fundador de la Asociación Médica, director del Hospital Rawson y varias veces funcionario de la cartera de Salud en la provincia. Su hermano Guillermo, un reconocido enólogo que manejó la bodega López Peláez por más de 70 años. La familia fue también la que donó las tierras donde hoy funciona el Club Amancay.
En la tercera generación vinieron los López Méndez, López Aragón, López Lecce, López Caamaño, Beretta López, Benegas López, y de ellos la cuarta generación, con los bisnietos.
En la actualidad, de los López Peláez hay hasta cinco tataranietos. Desde sus profesiones aún hoy mantienen viva la tradición familiar y, aunque la historia haya dejado atrás el pasado viñatero, la marca López Peláez sigue vigente en la historia.
